La llegada del nuevo humano planetario, exige la necesidad de una mayor y más comprehensiva etapa de síntesis de información; este es el propósito de la Historia Cósmica. La Historia Cósmica es el nivel más alto de información y comprehensión, respecto al cual la historia previa se vuelve subordinada, transformada, y rehecha. El patrón más profundo del humano planetario, es justamente otro Eterno retorno, en un punto mucho más grande en el espectro evolutivo, en el que todo significado está siendo ahora irrevocablemente alterado. En un sentido fundamental, la Historia Cósmica cuenta el relato del humano planetario, y está evocada por la mente expandida del inconsciente colectivo. Tú, que estás leyendo estas palabras, estás siendo ahora preparado para el siguiente ciclo de evolución; de aquí la necesidad de una mayor comprensión y clarificación del cómo, el por qué, y el quién de la Historia Cósmica.
Pero la Historia Cósmica ha sido bajada a dos vehículos especialmente preparados. Los vehículos, por una parte, han sido elegidos por Dios para que lleven a cabo esta misión. Por otra parte, ellos fueron especialmente preparados por sí mismos. Dios los designó. Es su responsabilidad el mantenerse en un estado de preparación, es decir, un estado contemplativo en el que la mente está caracterizada por la familiaridad con la conciencia desnuda y la conciencia continua. Sólo de esta forma puede adecuarse la Historia Cósmica, por parte de las entidades humanas seleccionadas, para que penetre en la conciencia de la Tierra del humano planetario. Así que, el valor de los agentes preparados, es que ellos están continuamente refinando o ejercitando sus mentes, con el fin de recibir la naturaleza monumental y la cualidad supermental de la Historia Cósmica. Ellos también están jugando los roles de terrícolas, donde son capaces de tomar la información y usar el lenguaje inglés contemporáneo para comunicar y ser entendidos por la mentalidad contemporánea.
Todo esto debe entenderse como un continuo del descenso avatárico a los seres avatáricos, en una transmisión mental, de modo que la Historia Cósmica entra en un campo mental purificado o estabilizado. El avatar opera con pleno conocimiento, como un instrumento de la jerarquía. La manifestación de los impulsos de la jerarquía reestablece el orden sagrado en la Tierra. El impulso de la jerarquía a través del avatar, es una completa expresión del corazón, la mente y el alma, en una profunda resonancia espiritual, la cual es un poder vibratorio que caracteriza la naturaleza de su persona terrestre.
La renovación de la persona terrestre es debida a la jerarquía. Todo debe ser concluido y tener una forma adecuada. La jerarquía es orden sagrado, y existe como un sistema de inteligencia universal que es bajado por las dimensiones, en la estructura del orden galáctico, para establecer una forma de percibir la realidad, que ya no es dualista. El ciclo de la historia está caracterizado por incesantes dualismos y desintegración, desde la desintegración del átomo, hasta la desintegración del hombre de la naturaleza y de sus congéneres. La función del avatar es actuar en nombre de la jerarquía, para cerrar el viejo ciclo y establecer uno nuevo. Nosotros debemos realmente incorporar el nuevo eón, que sólo puede hacerse como una función de la jerarquía universal.
No hay diferencia alguna entre la presentación de la Historia Cósmica, y los actores que la están presentando. La Historia Cósmica es un marco de pensamiento y conciencia de gran alcance, que no sólo transformará el actual sistema de creencias o base de conocimiento, sino también establecerá una nueva y reformulada base de la conciencia, que durará por muchas generaciones venideras.
Igual que cuando giras la llave para encender el motor de un auto, todo lo que se necesita es una chispa. Cuando el encendido del motor da vuelta, entonces todo el motor gira. De esa forma, se proporciona la chispa cuando la llave de los agentes de la Historia Cósmica da vuelta y pega en el punto de encendido en la noosfera. Cuando lo ves de esta manera, no es tan abrumador. Así es como todo el constructo cósmico puede ser traído al momento presente, y ser canalizado a través de estos dos seres, de tal forma que en el momento correcto, cuando la llave es girada, entonces todo el programa empieza a operar: el banco psi suena con un clic, la noosfera se enciende, y la especie humana empieza a funcionar de un modo diferente. Esto inicia la iluminación del humano planetario.
La espiritualidad es la cualidad de estar sintonizado con el Espíritu. Sentir la presencia de Dios es espiritualidad. Esto NO depende de la religión, aunque las prácticas preservadas de muchas religiones tengan el valor de la disciplina. En la Zona de Libre Albedrío, hay la necesidad de diferentes estructuras y disciplinas para cultivar al ser humano, para armonizarlo más con el espíritu; como se dice, hacer de las nueces mantequilla. Pero la verdadera espiritualidad es innata. “… Así, no puedes decir en el Día de la Resurrección, ‘No fuimos advertidos sobre esto,’ ” Sura 7:172.
Nuestra experiencia de la vida como un todo debería ser vista como una gran ceremonia universal, en donde nos sintamos completamente conectados con el orden cósmico.
Todas las religiones comienzan con la misma intención, de fomentar la espiritualidad entre los seres humanos. Sin embargo, debido a la degradación del orden social humano, esto no sucedió realmente. La religión se corrompe tan pronto como se institucionaliza. Cuando se llega al punto de la institucionalización, las enseñanzas se vuelven formalizadas, volviéndose entonces restrictivas, en vez de liberadoras. El Islam histórico es un ejemplo de esto, ya que está atado a un código de leyes muy riguroso, el shariat. Todas las religiones institucionalizadas son 12:60 en mayor o menor grado (particularmente la cristiana y la judía), y muchas otras religiones tienden a caer en una forma u otra de idolatría (el hinduismo y el budismo, en particular, tienen esta tendencia).
Desde el punto de vista de la Historia Cósmica, el descenso hacia los reinos inferiores es un proceso de olvido en incremento, hasta la pura desmemoria. El no recordar beneficia al ego y a su estado de inmoralidad. Prosperando en el olvido, el ego inventa más y más mentiras para cubrir lo que olvidó.
De esta manera, el gráfico de los Cuatro Pilares es una herramienta para enfocar la reconstrucción cósmica dentro de ti mismo; esto es como construir un palacio de sabiduría, que es la construcción del ser interior, acorde al orden cósmico. Comienza con el individuo, y luego se extiende hacia la comunidad. Este tipo de actividad se convierte en el proceso mismo de transformar el ser inferior histórico, en el ser superior post-histórico, armónico y puro. Debemos activar la UR a nivel de la comunidad, que sólo puede darse creando plantillas de memoria armónica (la memoria que va más profundamente que la memoria personal); es la memoria celular que contiene muchos niveles diferentes de comprensión.
La teología es el estudio de la práctica y experiencia de las fes religiosas, especialmente de Dios y Su relación con el mundo. Dentro de la teología, existen sub-ciencias, por ejemplo, la escatología, o el estudio de los Tiempos Finales. Esto es similar a la teología en la filosofía, el estudio de las metas y propósitos inherentes en la naturaleza de las cosas. Lo cual nos lleva de vuelta a la pregunta religiosa fundamental: ¿Quiénes somos, y a dónde vamos? De acuerdo con lo Historia Cósmica, nos dirigimos hacia la UR (Religión Universal/ Remembranza Universal). En la UR yace el patrón primario del Tollan cósmico, el origen psicomítico y destino de los mayas galácticos. (Ver CHC Vol. V). Este es el estado primario al que estamos retornando. Siguiendo a la degradación de la materia, hay un retorno a lo eterno. Una vez que ocurre el drama en el Cielo, hay un largo descenso, hasta que llegas a Velatropa 24.3 (la Tierra), donde está depositado y hierve todo el karma, de modo que tenga que haber una redención y una resurrección. El retorno a lo eterno es UR; esto es el cumplimiento de la profecía de Pacal Votan.
La Historia Cósmica no es sólo historia sagrada, sino también es la historia de la UR. La Historia Cósmica ES la Remembranza Universal. La UR se funda en la comprensión de los principios básicos de la jerarquía, que están ordenados e informados por la cuenta sagrada del orden sincrónico, que es la medida de la Ley del Tiempo. El tiempo, como factor de sincronización, gobierna la tercera y la cuarta dimensión de la realidad. La Historia Cósmica es definitiva, igual que la Ley del Tiempo es definitiva.
La UR es aun más grande que la remembranza holonómica porque es el todo del universo viniendo desde Dios, bajado hacia las dimensiones más bajas. La Remembranza Holonómica es el despliegue del ser en el orden planetario, y comienza una vez que la frecuencia humana cambia, al cambiar los calendarios. Al alinearse con el tiempo natural vía el calendario de las Trece Lunas/28 días, la mente es verticalmente penetrada por el tiempo y se abre a las dimensiones superiores. Entonces, el conocimiento de todos los humanos puede verse en el conocimiento de un humano. Esto es la remembranza holonómica: la memoria del todo está contenida en cada parte. La remembranza holonómica del orden entero reside en todos y cada uno de nosotros, y una vez activado, podemos ascender verticalmente en el tiempo, alcanzando estados y niveles de ser y comprensión más purificados. La Fundación para la Ley del Tiempo, tanto como una organización y como metáfora holonómica, es la clave para conectar el orden planetario con el orden universal, al promover el calendario de las Trece Lunas y la Ley del Tiempo.
Pero el glorioso resultado final de la síntesis del conocimiento efectuada por la Historia Cósmica es el domo de la UR. El domo de la UR es la noosfera misma, que sólo puede ser sostenido por los valores del conocimiento y el logro espiritual, una vez más, tomando su lugar al frente de los intereses humanos. El hechicero planetario está seguro bajo el domo noosférico UR, en camaradería universal y democracia armónica (cosmocracia), donde el orden gobernante es la jerarquía natural de la evolución espiritual.
Si ya está inscrito en mi interior, ¡quizás yo soy mi propio laboratorio cósmico!
José Argüelles
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