jueves, marzo 09, 2006

Un Mito.

La Saga de Hades.


Tomo 19.

El viejo maestro de las 5 montañas sagradas está inquieto, una nueva guerra santa está próxima, los 108 espectros del Hades han vuelto a la vida tras perder su efecto el sello de Atenea, en el santuario están alerta.
Los espectros no tardan en aparecer. Mu, caballero de Aries, defiende la primera casa y ante él aparece uno de los enemigos, pero le es conocido. Es Shion, maestro de Mu y antiguo caballero de Aries y patriarca del santuario. Hades le ha devuelto a la vida con la condición de que se ponga a su servicio, además no viene solo, trae con él a Máscara de la Muerte de Cáncer y Afrodita de Piscis, dos antiguos caballeros de oro que también se han vendido a Hades. Mu se enfrenta a Cáncer y Piscis, deteniendo su avance con el "Muro de Cristal", pero Shion conoce esa técnica y la anula, momento aprovechado por Máscara de la Muerte para golpear a Mu.
En ese momento aparece Seiya para detener a los espectros. Mu extrañamente se lo impide y le da el ultimátum de abandonar la batalla o perecer, pues Atenea ha ordenado que los caballeros de bronce no se vean involucrados en esta guerra santa. Seiya se ve hundido, y Mu lo teletransporta simulando su muerte.
Mu vuelve ahora hacia los antiguos caballeros de oro y concentra todo su poder para derrotar a unos caballeros que han vendido su alma. Máscara de la Muerte y Afrodita se abalanzan sobre él, pero Mu ejecuta su ataque "Extinción de la Luz de las Estrellas" y los fulmina a los dos.
Tras esta demostración de poder, Shion muestra a Mu su verdadero ejército: tras él aparecen tres espectros más: Shura de Capricornio, Camus de Acuario y Saga de Géminis, también resucitados por Hades y con la misión de levarle la cabeza de Atenea.
Se enfrenta a Mu, que sólo puede esquivarlo por unos momentos, pues son tres de los más poderosos caballeros de oro. Mu está ahora a su merced, pero algo extraño ocurre: percibe que están llorando sangre. Shion les indica que cumplan su misión, él se encargará de su discípulo.
El fuego del reloj sagrado de las doce casas se enciende de pronto, es Tong Hu de Libra (Dohko según versiones mulas), el viejo maestro de las 5 montañas sagradas, quien lo ha encendido. Doce horas son las que tendrán los espectros antes de desaparecer. Tong Hu se prepara para enfrentarse a Shion y libera a Mu, para que él siga a los espectros.
Mientras tanto, en el castillo del Hades, Radamantis, espectro de Wyvern y uno de los tres jueces del Hades, hace su aparición y envía a Máscara de la Muerte y Afrodita al infierno por su incompetencia.
Mu llega a la segunda casa y encuentra a Aldebarán, caballero de oro de Tauro, muerto. No tarda en hacer acto de presencia su asesino, el primero de los 108 espectros, Niobe de Deep, quien ataca a Mu con la "Fragancia Profunda", pero el caballero de Aries se defiende con su "Muro de Cristal". Mu vuelve la espalda a Niobe, pues, en realidad, está muerto. Aldebarán lo seccionó con su golpe "Gran Cuerno" antes de morir. Niobe no tarda en despedazarse.
Saga, Camus y Shura han llegado hasta la casa de Géminis, y sorprendentemente hay un caballero guardándola, Saga lo reconoce, es su hermano Kanon, que se ha pasado al bando de Atenea. Camus y Shura intentan seguir a la siguiente casa, pero caen en una trampa: Kanon ha proyectado un laberinto sobre ellos. Mientras Saga se enfrenta a Kanon, se da cuenta de que en realidad la armadura de Géminis está vacía: Kanon la controla desde los aposentos del sumo sacerdote. Saga entonces envía un golpe de energía a través de las casas del zodiaco hasta donde se encuentras su hermano y lo derriba (no les recuerda a lo que hizo el mismo Saga con los caballeros de bronce).
En los aposentos del Sumo Sacerdote Milo descubre a Kanon, de quien desconfía, pues antes servía a Poseidón. Kanon le asegura que ha cambiado de bando, pues Atenea le concedió su perdón, pero Milo decide retarle a combate para ponerlo a prueba: le asestará los quince golpes del aguijón escarlata, si realmente es fiel a Atenea los soportará sin contraatacar. Uno tras otro, los golpes se van hundiendo en la piel de Kanon hasta el número catorce, el último golpe es el definitivo, pero Milo lo utiliza para tocar un punto de su cuerpo que hace que cesen las hemorragias. Kanon es aceptado como caballero de Géminis.


Tomo 20.

La casa de Cáncer debería estar vacía, pero en lugar de eso, Saga, Camus y Shura se encuentran con las mismísimas puertas del Infierno. Las almas de los muertos les atacan, pero consiguen zafarse y deducen que aquello sólo puede ser otra ilusión, que Saga neutraliza con su tremendo golpe, "La Explosión de Galaxias".
Tras horas intentando salir de la casa de Cáncer se dan cuenta de que no avanzan entonces observan aterrorizados que no hacen más que dar vueltas en la palma de una mano de Buda. Así entienden que es Shaka quien produce las ilusiones desde la casa de Virgo. Saga envía un golpe de energía desde la casa de Cáncer hasta la de Virgo, golpe que Shaka resiste y envía a su vez otro hacia la casa de Cáncer, que queda completamente destruida.
Shiryu lega al santuario y se encuentra con su maestro en la primera casa, pero éste le impide unirse a la batalla y lo derriba.
Tong Hu se enfrenta a Shion. Al principio están igualados, pero la juventud se Shion resucitado le hace tomar ventaja. Cuando parece que Shion va a acabar con el viejo maestro de los cinco picos, aparece la armadura de Libra para protegerle y, sorprendentemente, a Tong Hu se le empieza a caer la piel. El viejo decrépito que era se transforma en el Tong Hu que tenía 18 años, esto es debido a que Atenea en su día le administró el "Misopethamenos" y su corazón cada latía el equivalente a un sólo día.
Shion y Tong Hu se enfrentan mientras Shiryu corre hacia donde fueron Saga y compañía. El enfrentamiento de Shion y Tong Hu de Libra produce una tremenda explosión y ambos desaparecen.
Mu sigue corriendo en busca de Saga y se encuentra con que los espectros ya habían entrado en el santuario, tendiéndole una emboscada. Myu de Papillón se enfrenta en singular combate a Mu de Aries, ordenando al resto que sigan con la misión. Papillón, en su primera forma de evolución (huevos de mariposa), ejecuta su "Erupción de Fealdad", que Mu detiene con su "Muro de Cristal" haciéndole salir de su evolución con la "Revolución del polvo de estrellas". Myu evoluciona a larva, y teje un capullo de seda sobre Mu, inmovilizándole, a su vez teje otro sobre sí mismo para llegar a la última fase de su metamorfosis. Shiryu pasa de largo entre ellos sin verlos, pues estaban dentro de sus respectivos capullos.
Mu, finalmente, se libera del capullo de seda y Papillón acaba su metamorfosis, recomenzando el duelo. Pero esta vez es un duelo psíquico, pues ambos dominan la telekinesis, siendo Mu de Aries quien la desarrolla mejor. Myu ataca con su golpe "Suspiro de las Hadas" y derriba momentáneamente a Mu, que se ve indefenso ante este nuevo ataque, hasta que genera una "Red de Cristal", con la que atrapa a Myu y sus mariposas del Hades. El duelo finaliza con la "Extinción de la Luz de las Estrellas" de Mu.


Tomo 21.

Los espectros han llegado a la casa de Leo, que guarda Aioria. La primera embestida de éstos acaba con 6 espectros muertos de un solo golpe de Aioria, el "Rayo de Plasma".
Los espectros vuelven a cargar contra Aioria, pero esta vez hay una duda en él, pues siente tres cosmos que le son conocidos entre ellos, esa duda es suficiente para que Raimi de Worm (uno de los espectros), que se había introducido bajo tierra, lo atrape con sus tentáculos y lo inmovilice, mientras el resto pasa de largo.
Raimi intenta matar a Aioria, pero este esquiva su ataque incluso estando inmovilizado por los tentáculos, reúne toda su fuerza y se deshace de éstos, sacando a Raimi de debajo de la tierra. Aioria lo pisotea contra el suelo, cosa que el espectro aprovecha para volver a ocultarse en él, reapareciendo luego por la espalda de Aioria, pero el caballero de Leo, enfurecido, lo golpea de espaldas con su "Rayo de plasma" y lo reduce a cenizas.
Shiryu llega hasta la casa de Leo y, junto a Aioria, sigue el camino hacia la siguiente casa... la de Virgo. Allí los espectros se enfrentan al de dicha casa: Shaka. Él tiene en sus manos un rosario cuyas 108 cuentas se van tornando de color rojizo a medida que éstos mueren.
Le atacan, pero crea una barrera protectora a su alrededor y no sufre daño alguno. Ahora contraataca pero se da cuenta de que hay tres espectros cuyos cosmos pueden detener su ataque. A pesar de eso, ataca directamente a estos espectros, liberándolos de sus armaduras, descubriendo a Saga, Camus y Shura. Ellos se habían hecho pasar por espectros matando a tres de ellos para pasar inadvertidos junto a los demás.
Shaka los interroga, para ver si sus verdaderas intenciones son las de traer la cabeza de Atenea. Cuando lo confirman, les deja pasar, pero sólo hasta haber derrotado al resto de los espectros de un solo golpe.
Shaka les vuelve a preguntar lo mismo, esta vez sin espectros alrededor que puedan delatarlos ante Hades, pero la respuesta sigue siendo la misma, así que Shaka decide enfrentarse a los tres a la vez, llevándolos hacia un jardín con dos sales gemelos, un lugar como el que Buda eligió para morir.
No tardan en atacar los tres caballeros renegados. Primero lo hace Shura con "Excalibur", luego Camus con el "Polvo de diamantes" y, finalmente, Saga con la "Otra dimensión", pero Shaka resiste sus ataques y ejecuta el suyo, el más poderoso ataque, "El Tesoro del Cielo", un golpe ofensivo y defensivo que inmoviliza al rival y le priva de sus 5 sentidos.
Les informa de que la única manera de vencerle será con ataque que Atenea prohibió, la "Exclamación de Atenea", el que sólo puede ser utilizado por tres caballeros de oro al unísono y supone la expulsión de la orden.
Los caballeros sufren uno tras otro los golpes de Shaka, sin decidirse a realizar el ataque que supondría su deshonra, pero finalmente, llorando, ejecutan dicha técnica, matando a Shaka. Sin embargo, él deja tras de sí una palabra: Laya-Vijñna, que envía a Atenea escrita en las hojas de los sales gemelos.
Mu llega a la casa de Virgo y se junta a Aioria y Shiryu. Saga, Camus y Shura salen del jardín y se encuentran con ellos. Aioria no puede reprimir su cólera y les embiste con multitud de golpes aunque Mu trata de impedírselo, hasta que Saga consigue detener el "Rayo de plasma". Entonces es Milo, caballero de Escorpión, que ha abandonado su templo para ayudar a los caballeros de oro, quien descarga su ataque "Aguijón Escarlata" sin piedad cobre los tres caballeros, hasta que en el último golpe es repelido por la terrible "Explosión de Galaxias" de Saga.
Camus y Shura se levantan y acompañan a Saga para volver a ejecutar la "Exclamación de Atenea" sobre los caballeros de oro, pero esta vez Milo, Aioria y Mu, también realizan la "Exclamación de Atenea". El choque de ambos ataques podría destruir todo el santuario.


Tomo 22.

El cosmos lanzado por los dos grupos de caballeros dorados queda suspendido a mitad de camino entre ambos, pues las fuerzas están igualadas. Es Shiryu quien se encarga de inclinar la balanza a favor de los caballeros de oro. Con su "Cólera del Dragón", hace que el cosmos que había quedado suspendido entre los dos grupos, estalle. Tras la explosión, Saga, Camus y Shura están derrotados, pero cuando milo se dispone a acabar con sus vidas, una voz lo detiene. Es la voz de Saori ordenando que sean llevados ante ella.
Frente a la atónita mirada de todos, Atenea, que había recibido e mensaje de Shaka, entrega a Saga el puñal con el que años atrás había intentado de asesinarla y ella misma se lo clava en su cuello. Atenea ha muerto.
Los caballeros de bronce: Hyoga, Shiryu, Seiya y Shun llegan hasta la estatua de Atenea, donde aún queda sangre suya. Seiya y los otros lloran su muerte, hasta que aparece Shion, que les explica la causa de la muerte de Atenea... y de Shaka.
Acercándose al lugar donde murió Saori, Shion recoge su sangre y la extiende por la gran estatua de Atenea, que, increíblemente, se transforma en una estatua dorada en miniatura: La Armadura de Atenea.
El antiguo Patriarca explica que fueron al Santuario para conseguir esa armadura, sólo así Atenea podría enfrentarse a Hades. Tuvieron que fingir estar bajo el influjo de Hades, pues si no lo hacían, habrían perdido la efímera vida que Hades les otorgó hasta que mataran a Saori. Shion extiende ahora la sangre de Atenea por las armaduras de bronce, las cuales se regeneran por completo y les ordena que vayan al castillo de Hades para acceder a los infiernos y derrotarle. Entrega la armadura de Atenea a Seiya y muere con los primeros rayos de Sol.
Saga, Camus y Shura se presentan con el cuerpo de Atenea en el castillo, pero la manta que lo arropaba está vacía. Saori ha desaparecido para ir al ultramundo, sólo queda su sangre, y los tres antiguos caballeros de oro se revelan y amenazan a Pandora para que les lleve ante el dios del infierno. Pero un rayo de sol entra en el cstillo y los tres caballeros ven mermadas sus fuerzas y comienzan a convertirse en polvo, pues la vida entregada por Hades a estos caballeros tenía como condición desaparecer con el alba.
Pandora descubre que Atenea decidió morir para penetrar en los infiernos. Automáticamente ordena la evacuación del castillo hacia éstos.
Mu, Aioria y Milo han entrado también en el castillo, pero se ven sorprendidos por Radamantis, quien los derrota fácilmente, pues en el castillo hay un campo de fuerza que reduce el poder de los caballeros hasta su 10%. Derrotados, los envía al infierno a través del pozo que conduce hacia él.
Ahora son los caballeros de bronce los que entran en el castillo del Hades, ante la mirada de Zeros, que estaba torturando al moribundo Camus que, junto a Saga y Shura, acaba por transformarse en polvo. Hyoga arremete contra Zeros con su "Ejecución de la Aurora". Radamantis aparece en la escena y Seiya le ataca, pero no tiene problemas para esquivarlo. A continuación son los subordinados de Radamantis los que aparecen, golpeando a los caballeros de bronce.
Todos los espectros les vuelven la espalda y se preparan para evacuar el castillo, dirigiéndose al pozo que conduce al Hades y saltan. Seiya se levanta a tiempo para agarrarse a Valentine, uno de ellos.
Los restantes caballeros de bronce se disponen a seguirlo pero Tong Hu de Libra aparece y los detiene. Les explica que la única forma de llegar al Hades con vida es mediante el 8º sentido, el Laya-Vijñna, que utilizaron Shaka y Atenea para entrar en los infiernos sin perder la vida. Acto seguido, todos se lanzan al pozo haciendo arder sus cosmos para lograr alcanzar el 8º sentido mientras el castillo de Hades se derrumba.


Tomo 23.

Seiya se despierta en el Hades, está con vida y, junto a él, está Shun. Han tenido una aparatosa caída. Se encuentran ante las puertas del infierno. "Abandone toda esperanza aquel que entre aquí", está escrito en ellas.
Seiya y Shun llegan hasta el río Aqueronte, donde Caronte, el balsero, se ofrece a llevar a los muertos a la otra orilla a cambio de un tributo. Se da cuenta que Seiya y Shun están vivos y decide enfrentarse a ellos, pero finalmente desiste y acepta llevarlos a cambio del colgante de Shun, colgante que lleva escrito "Yours ever" y que le dio Ikki, porque perteneció a su madre, seguramente.
A mitad de trayecto, Caronte intenta de nuevo matar a Seiya, pero acaba en el río, aunque Shun le rescata, para que los pueda llevar al otro lado. Al llegar a la otra orilla el espectro intenta nuevamente enfrentar al caballero de Pegaso, pero esta vez es completamente derrotado y no puede volver a levantarse. Llegan a la Casa de la justicia, donde todo ha de estar en silencio. Marukino, espectro del Esqueleto, les indica que entren para encontrarse con Lune, el espectro del Balrog, que los está esperando.
Lune empieza a juzgarles como si de muertos se tratara y Marukino le informa a gritos de que en realidad son los caballeros que habían llegado con vida al Hades. Ante su grito, Lune lo descuartiza con un golpe de su látigo.
Lune juzga a Seiya y lo condena al 6º infierno, el "Lago de la Sangre", donde se hallan aquellos que han derramado sangre ajena. Shun rescata a Seiya con su cadena. Lune queda perplejo ante la mirada de Shun, pues le recuerda a la del dios Hades, pero olvida esto y se enfrenta a él con su látigo, cortándolo en pedazos.
Entonces la cabeza de Shun habla a Lune, recriminándole haber matado a su señor. Busca el cuerpo de Shun para unirlo a la cabeza, pero ha desaparecido, corre internándose en el infierno para buscarlo pero Radamantis lo detiene. Entonces Lune se da cuenta de que lo que lleva debajo del brazo no es la cabeza de Shun, sino su propio caso, todo ha sido una ilusión producida por otro caballero, que aparece en ese momento. Es Kanon de Géminis, vestido con la armadura dorada.
Kano vence a Lune con sólo tocarlo, pues ya lo había herido de muerte con su ilusión. Después se enfrenta a Radamantis, al que esquiva con facilidad, ya que en el Hades no existe el mismo campo de fuerza que había en el castillo. Shun y Seiya interrumpen el combate con su aparición y Kanon les ordena que sigan adelante hasta el corazón del Infierno, en Judesca. Mientras, él se ocupa de Radamantis. Ese momento aprovecha Radamantis para atacarlo con su "Castigo supremo". Kanon cae al suelo, pero justo cuando va a ser rematado, se levanta y con un solo golpe paraliza a Radamantis. Mientras planea ejecutar su "Puño Diabólico de Satán", aparecen repentinamente muchos espectros para ayudar e informar a Radamantis que Pandora lo requiere. Radamantis es teletransportado y Kanon destroza a todos los espectros con un sólo golpe de su "Explosión de Galaxias".
Seiya y Shun llegan hasta la segunda prisión del Hades y se encuentran con el can Cerbero que está devorando a los que son enviados a esa parte del infierno. Shun se ocupa de él con su "Gran Captura".
El espectro guardián de esa parte del infierno es Faraón, que se aparece junto a Orfeo, antiguo caballero de plata de la Lira que se pasó al bando de Hades.
Faraón ejecuta su "Maldición de la Balanza", que pesa el corazón del oponente, y si supera el peso de una pluma es condenado a la muerte, pero Orfeo decide ser él quien se ocupe de los caballeros de bronce con su "Nocturno de Cuerda". Después recoge los cuerpos de Seiya y Shun, aún inconscientes y se los lleva.


Tomo 24.

Cuando Seiya y Shun despiertan se encuentran con Eurídice, amada de Orfeo, convertida en piedra, pero viva, quien les cuenta su historia: Orfeo, caballero de plata de Atenea, estaba enamorado de Eurídice, pero ella murió por la mordedura de una serpiente. Él decidió descender a los infiernos para suplicar por la vida de su amada y tocó su lira para Hades. Éste, conmovido, accedió a devolver a Eurídice con la condición de que no volviera la vista atrás para verla, hasta que llegaran a la superficie de la Tierra. Pero Pandora, hermana de Hades, decidió encomendarle la tarea a Faraón de que se encargara de hacer que Orfeo se quedase para siempre junto a su señor, para así tocar su lira eternamente para él. Así Faraón simuló con un espejo los rayos del sol. Orfeo, al verlos, creyó que había llegado a la superficie y se volvió a ver a Eurídice, quien quedó instantáneamente convertida en piedra, aunque con vida. De este modo Orfeo decidió quedarse en el Hades, para estar siempre cerca de su amor. El caballero de plata llega junto a Eurídice e indica a Seiya y Shun que él no les matará, pero que tampoco puede enfrentarse a Hades, ya que está en deuda con él.
Faraón llega entonces, con un resplandor que intriga a Orfeo. Éste le pregunta si fue él quien provocó el resplandor que le hizo pensar que habían salido del Hades. Al confirmárselo Faraón, Orfeo decide acabar con su vida. Tienen un duelo musical que acaba con la victoria de Orfeo con su "Nocturno de Cuerda".
Orfeo decide ayudar a Atenea y ya cuenta con un plan, pues tenía pendiente un concierto para el propio Hades. Se presenta en Judesca, el centro del infierno, escondiendo en un baúl con flores a Seiya y Shun. Pero también están allí reunidos los tres jueces del Hades: Minos de Grifo, Aiacos de Garuda y Radamantis de Wyvern, junto a Pandora. Todos preparados para la audición. En el trono espera el dios.
Orfeo toca su "Serenata Nocturna" y deja profundamente dormidos a los tres jueces y a Pandora. Pero cuando se dispone a atacar al dios un golpe lo detiene. Radamantis no ha caído dormido , sino que se levanta y lo ataca. Seiya sale del baúl y ataca a Radamantis.
Se descubre Hades en su trono, quien tiene el mismo colgante y el mismo rostro que Shun. Orfeo arremete contra Hades a la desesperada, pero el trono en realidad está vacío. Hades era una ilusión.
Radamantis coge a Orfeo y lo utiliza de escudo contra Seiya, pero Orfeo se revuelve y lo paraliza con su lira. Ordena a Seiya que lo ataque ahora, aunque le cueste la vida.
Orfeo muere, pero Radamantis resiste el golpe y, cuando va a devolvérselo, Shun lo detiene hablando con una voz cambiada: Shun parece haberse transformado en el propio Hades.
Kanon se une a Shiryu y Hyoga y se dirigen hacia Judesca destrozando a todos los enemigos que les salen al paso. Al legar a los límites del quinto círculo del infierno se encuentran con un lago y, para cruzarlo, deben vencer a Flégias de Licaón, quien derrota a Shiryu y Hyoga con su potente golpe, pero Kanon no tiene dificultades para eliminarlo.
En el quinto círculo del infierno, Kanon, Shiryu y Hyoga se encuentran ante Radamantis, quien ha vuelto a Judesca Kanon ordena a Shiryu y Hyoga se encuentran ante Radamantis, que ha vuelto de Judesca. Kanon ordena a Shiryu y Hyoga que continúen y se enfrenta a Radamantis, quien ejecuta su "Castigo Supremo". Pero Kanon lo detiene con una sola mano, puesto que una misma técnica no surte efecto dos veces contra el mismo caballero. Entonces él contraataca con su "Explosión de Galaxias" y lo deja fuera de combate, pero, antes de que lo remate, aparecen los otros jueces del Hades.
Aiacos de Garuda despliega su "Ilusión Galáctica", una técnica que lleva al oponente al espacio y que, con ojos y espejismos que lo ven todo, supone un fuerte golpe psíquico. Acto seguido, Minos de Grifo envuelve a Kanon entre sus hilos, es la "Marioneta Cósmica". Dicha técnica le permite manejar el cuerpo de Kanon a su antojo: primero le parte un dedo, luego va a la cabeza, pero en el instante en que va a culminar esto, los hilos son cortados por unas plumas lanzadas por Ikki de Fénix. Él se enfrentará a los tres jueces del Hades simultáneamente.


Tomo 25.

El duelo comienza en forma desigual. Aiacos esquiva fácilmente a Ikki y utiliza su "Aletazo de la Garuda", enviando a Ikki a los cielos y dejándolo caer sobre el suelo. El golpe es terrible, pero al ver que Ikki no muere, Aiacos lo repite. Nuevamente Ikki es enviado a los cielos, pero Aiacos se queda esperando la caída de Ikki, la cual demora más de lo previsto (3 segundos) y es completamente sorprendido por Ikki, quien cae encima suyo propinándole un fuerte golpe. La misma técnica no podía golpearlo dos veces.
Ikki cree muerto a Aiacos, pero éste se levanta y ejecuta su golpe más letal, la "Ilusión Galáctica", tirándolo al suelo con el tremendo impacto recibido. Los espectros ríen su muerte, pero Kanon sabe que pecan de ingenuos. Ikki, cual Ave Fénix, renaciendo de sus cenizas, vuelve a levantarse.
Mientras tanto, en Judesca, Shun se ha vestido con los atavíos de Hades y ha tomado su lugar. Siente la presencia de su hermano y ordena a Pandora que se lo traiga.
Aiacos ataca a Ikki, pero ahora es él quien esquiva todos sus golpes. Aiacos le había mostrado toda la velocidad de sus ataques, por lo que Ikki sólo tenía que superarla. Algo que no le es difícil, ya que Ikki se vuelve más poderoso en cada resurrección. Ikki utiliza su ilusión del Fénix contra Aiacos, al que parece no afectarle. Aiacos utiliza de nuevo su "Ilusión Galáctica", sin embargo, el fénix no sólo se mantiene en pie, sino que le devuelve su ataque. Aiacos queda despedazado, pero todo ha sido producto de la "Ilusión diabólica" de Ikki. Aiacos sigue en pie, aunque con los nervios destrozados. Ikki se ha burlado de él, por lo que Aiacos lo ataca con toda su ira, momento en que Ikki demuestra todo su poder y lo golpea con las "Alas del Fénix Volador". Aiacos cae muerto.
Ikki se dispone a eliminar al mismo tiempo a Radamantis y Minos, pero repentinamente un aura lo cubre y desaparece: Pandora lo ha teletransportado a Judesca el centro de Hades. Ikki ve que Shun está en el trono de Hades, pero se niega a creerlo. Entonces recuerda una parte de su vida que había caído en el olvido: una niña Pandora lo perseguía, Ikki tenía a su hermano, que aún era bebé, en brazos, y huía de ella.
El cuerpo de Shun era el que Hades había elegido para reencarnarse, le había dicho Pandora y al negarse Ikki a entregárselo, Pandora utilizó su poder, y le hizo caer desmayado. Pero incluso inconsciente seguía aferrándose a Shun, por lo tanto Pandora desistió de llevárselo consigo, por miedo a causarle heridas, y le puso un colgante en el que decía "Yours ever". De este modo, cuando el sello de Atenea se rompiese 10 años después, Hades sabría donde se encuentra el cuerpo en el que debía reencarnarse: el mismo colgante que llevaba Shun en el cuello en ese momento. Pandora borró todo esto de la memoria de Ikki haciéndole creer que era un regalo de su difunta madre.
Ya de vuelta al presente, Ikki se enfrenta a Pandora y la desplaza para arrancarle el colgante a Shun, cosa que logra sin dificultad. Pero Shun no parece cambiar de mirada.
Pandora amenaza de nuevo a Ikki con su tridente, pero Ikki la abofetea, tumbándola, él no es tan galante como Seiya y los demás, no tiene reparos en golpear a una mujer si es por una causa justa. Luego se dirige hacia Shun y lo abofetea para que vuelva a la realidad ante la escandalizada mirada de Pandora, pero no surte efecto. Shun le habla con una voz cambiada y le dice que lo único que está logrando es abofetear el rostro de su hermano, para después levantarse y arrojarlo lejos de sí. Pandora recupera su tridente y se dispone a matar a Ikki, pero Shun le ordena detenerse.
Shun explica a Ikki sus planes: con su poder desbordante planea alinear todos los planetas del sistema solar y formar el "Gran Eclipse", un eclipse eterno cuya oscuridad no remitir jamás, y nada puede detenerlo, ni siquiera Atenea, porque está a punto de comenzar.
Ikki no aguanta quedarse de brazos cruzados y decide acabar con la vida de Hades, aunque sea matando a Shun con sus "Alas del Fénix Volador". Destroza todo el palacio, pero Shun sale indemne. Pandora vuelve a cargar contra el Fénix y, de nuevo, el propio Shun le ordena detenerse.
Ikki lo ataca una vez más, pero esta vez es el propio Shun quien, con un sólo golpe de su cosmos, detiene su ataque y le devuelve su propia fuerza, dejándolo en el suelo. Dos veces más, Shun golpea con furia a Ikki, pero el Fénix no deja de levantarse un y otra vez, lo que cansa a Shun y decide la muerte de Ikki. Pero cuando está a punto de rematarlo, algo lo detiene... su cuerpo no responde a las órdenes de su espíritu. ¡Peor aún!, una de sus manos se lanza contra su cuello, para intentar ahogarlo. Es el verdadero espíritu de Shun el que detiene a Hades y le dice a Ikki que aproveche el momento para acabar con su vida. Shun había ofrecido su cuerpo a Hades para conseguir una oportunidad así, en la que quitándose la vida, pudiese levarse a Hades consigo, de la misma forma que su constelación, Andrómeda, se ofreció en sacrificio para salvar al mundo.
Shun le advierte que no podrá retener el espíritu de Hades por mucho tiempo, pero Ikki duda, momento que aprovecha Pandora para utilizar su tridente sobre el caballero del Fénix. Las cadenas de Andrómeda surgen para protegerlo con la "Defensa Giratoria". Shun insta, por última vez, al Fénix para que lo ataque, él se siente feliz de que con su sacrificio pueda hacer del mundo un lugar mejor, e Ikki resuelve acabar con su vida...
Lanza su puño contra el corazón de Shun, pidiéndole perdón, y se hunde en su pecho. Al sacar su mano ensangrentada, del pecho de su hermano, descubre con horror que no era el corazón lo que había dentro de él, sino un monstruo inmundo, que parecía ser el causante de la posesión. Lo tira al suelo y lo aplasta con desprecio.
En seguida atiende a Shun, que ha quedado muy debilitado. Parece que Hades ha muerto, pero Shun grita con horror que aún siente algo dentro suyo. De la herida sale un enorme monstruo, propio de las peores pesadillas: es el verdadero aspecto de Hades.
Ikki tiene la oportunidad de acabar con él, pero detiene su ataque por miedo de matar a Shun... esta ha sido la última oportunidad, el color de pelo de Shun se oscurece y su voz cambia de tono, ahora el espíritu de Hades y el cuerpo de Shun son uno, el espíritu de Shun ha desaparecido para siempre. Hades golpea a Ikki y lo deja inconsciente, luego ordena a Pandora que se ocupe de él y que luego se retiren dejándole solo.
Pandora llama a Valentine, espectro de la Arpía, para que lleve a Ikki al infierno helado del cocito, donde permanecerá eternamente. Apenas Hades se queda solo, surge una voz en el palacio, una voz amenazante. Es Shaka de Virgo, que ha venido a poner fin a la vida del dios. Al mismo tiempo, Valentine deposita a Ikki en su tumba de hielo. Junto a él está Seiya, aún consciente, que no puede dar crédito a sus ojos. En el cocito no sólo están Ikki y él, sino también Aioria, Milo y Mu. Es una prisión helada, en a que sufren para siempre aquellos que cometieron el mayor de los pecados: conspirar contra los dioses.
Seiya aprovecha para hablar con Valentine y decirle que tiene en su posesión la armadura de Atenea. Le propone que si lo libera y lo derrota, le entregará la armadura. Valentine, confiado, consiente en sacarle de su prisión, ya que Seiya está completamente extenuado por el frío y no podrá ser rival para él. Seiya se lanza al ataque ante esta oportunidad única, pero Valentine no tiene ningún problema en tumbarlo con su ataque "envidia de la vida". La armadura de Atenea cae al suelo, y Valentine se lanza a recogerla. Pero Seiya hace arder su cosmos hasta el límite y encuentra fuerzas para asestarle un golpe a Valentine que destroza su armadura y lo mata.


Tomo 26.

Atenea aparece también en la sala del trono del Hades, ante la sorpresa de éste y de Shaka. El caballero de Virgo advierte a Saori de la peligrosidad del dios y le aconseja retirarse. Pero ella no acepta que Shaka se enfrente a Hades, hiriendo el cuerpo de Shun, por lo que le ordena al caballero de oro que abra paso. Se acerca a Hades para hacerle una proposición: que detenga el Gran Eclipse a cambio de su propia vida.
Hades, extrañado, acepta y ordena a Shaka que empuñe el tridente que dejó Pandora y lo utilice para matar a Saori. Shaka consciente empuñar el tridente... pero para matar a Hades. Lo lanza contra él, pero Atenea lo detiene en pleno vuelo y se lo ofrece a Hades. Él lo empuña y se dispone a finalizar la guerra con un sólo golpe.
Saori detiene el tridente con sus manos desnudas y empieza a sangrar por ellas, pues no permitirá que la mate sin haber antes detenido el eclipse. Su sangre corre por el tridente y llega hasta la mano de Hades, quien se retira aterrorizado, la sangre de Atenea arde y está haciendo que el espíritu de Shun renazca. Ante el dolor que sufre, el espíritu de Hades abandona el cuerpo de Shun. Atenea le habla al espíritu de Hades, ordenándole que detenga el eclipse, pues no tiene ningún cuerpo en el que reencarnarse. Shun está destinado a ser Caballero de Andrómeda, no Hades. El espíritu de Hades se niega a aceptar la derrota estando tan cerca de lograr su objetivo, lanzándose sobre Atenea y los dos desaparecen ente la perpleja mirada de Shaka.
Seiya llega a Judesca y se encuentra con Shaka y Shun, ya recuperado. Shaka les informa de que Hades se ha llevado a Saori a los Campos Elíseos, que están más allá de, Muro de las Lamentaciones, frente al cual se encuentran ahora. Dicho muro sólo lo pueden atravesar los dioses y ningún mortal lo puede destruir.
El caballero de Pegaso entrega la armadura de Atenea a Shun, para intentar derribar el Muro utilizando toda su energía vital, pero Shaka lo paraliza de un golpe, no le permitirá acabar con su vida de manera tan inútil.
La única forma de hacer una grieta en el Muro de las Lamentaciones es con la luz del sol, pero los rayos nunca podrían llegar al centro mismo del Hades.
Shaka decide acabar él solo con el muro, dando su vida a cambio, con un "Estallido Vital", pero una mano amiga lo detiene: es Tong Hu de Libra. Pero el maestro no viene solo, lo acompañan Aioria, Milo y Mu, que han resucitado y regresado del cocito, para reunirse con sus amigos.
Tong Hu explica a Shun y Seiya que los Caballeros de Oro, uniendo sus fuerzas, pueden generar rayos parecidos a los del sol, pues sus armaduras se encuentran en la elíptica que traza alrededor de la Tierra a lo largo del año y por ese motivo, llevan una cantidad de luz solar almacenada en su interior. Dicho esto, Antiguo Maestro de Libra proporciona cinco de las doce armas de Libra al resto de los caballeros dorados y al unísono golpean el Muro de los Lamentos, utilizando todo su poder. Mientras, en el Santuario, Shaina y el resto de los Caballeros de Bronce se preparan para lo peor. El eclipse que se acerca les trae buenos augurios. Marin aparece y les informa de la situación y en ese momento ven salir una estrella fugaz del templo de Sagitario, es el alma de Aiolos, caballero de Sagitario, muerto años atrás. Su alma quiere unirse a la lucha. Más estrellas fugaces dejan el Santuario, salen del Templo de Cáncer, Acuario, Piscis, Capricornio y Tauro. Los Caballeros de Oro no han logrado su objetivo, el Muro de las Lamentaciones ha repelido su ataque sin que haya quedado un sólo rasguño. Se dan cuanta que nada pueden hacer quedando tan sólo 5. Pero repentinamente aparecen 6 armaduras de oro. Eran las estrellas fugaces que salieron de los templos del Santuario. Las once armaduras comienzan a vibrar al unísono.
Kanon, aún en combate con Radamantis, nota la vibración de la armadura. Las otras armaduras están llamando a la de Géminis. Se desprende de ella, que se encamina al centro del Hades. Lo hace, porque su hermano la necesita más que él. Radamantis ataca a Kanon, que esta vez no puede repeler el ataque, sin su armadura no podrá resistir las embestidas de rival, así que se coloca hábilmente a su espalda y se impulsa hacia el cielo, su misión ha concluido ahora, ya sólo le queda sacrificarse por el perdón que Atenea le ofreció y lo hace llevándose con él a Radamantis con el fragor de la última "Explosión galáctica".
Con la armadura de Géminis se completan las doce, reunidas frente al "Muro de las Lamentaciones". Casi al instante, la siete armaduras sin dueño se empiezan a ensamblar y bajo ellas aparecen los siete caballeros caídos.
Tong Hu ordena a Seiya y a Shun ponerse a cubierto, después de que abran el muro podrán pasar, pues sus armaduras está ungidas con la sangre de una diosa.
Los doce caballeros se preparan. Aiolos saca la flecha dorada de Sagitario y apunta al muro. Shaka de Virgo, Saga de Géminis, Tong Hu de Libra, Mu de Aries, Aiolos de Sagitario, Aioria de Leo, Camus de Acuario, Shura de Capricornio, Milo de Escorpio, Aldebarán de Tauro, Máscara de la Muerte de Cáncer y Afrodita de Piscis se unen en un último ataque. Sus cosmos arden como los rayos del sol y los envían a través de la flecha de oro de Sagitario.
Una terrible explosión deja en ruinas el castillo de Hades. Shiryu y Hyoga al fin llegan a Judesca y acompaña a Shun y Seiya para ver el resultado del ataque. El Muro de las Lamentaciones tiene un agujero enorme, pero no todo acaba ahí. Las doce armaduras doradas se han ensamblado y están vacías: Los Caballeros de Oro han muerto.
Sólo queda seguir luchando por la Paz y la Justicia en nombre de aquellos que entregaron su vida. Los Caballeros de Bronce se adelantan. Todos, menos Shiryu, que se queda en la retaguardia. Detrás del muro encuentran una superdimensión, el espacio y el tiempo se retuercen sobre sí mismos.
Shiryu se había quedado atrás, porque sabía que alguien los seguía. Sus sospechas son ciertas y aparecen los tres últimos espectros del Hades, que son los tres más poderosos: Queen de Alraune, Silpheed del Basilisco y Gordon del Minotauro. Shiryu decide hacerles frente él solo. Los espectros atacan al unísono, derribándolo, pero se levanta con más decisión y hacer arder su cosmos como nunca antes, pues sabe que los Caballero de Oro han dejado en sus manos la vida de Atenea y que en su brazo reside el legado de uno de ellos: "Excalibur", que utilizará para enfrentarse a ellos.
Seiya y Shun saltan a la superdimensión, pero Hyoga se queda en el túnel, porque sintió que alguien los perseguía. Era Minos, el juez del Hades, que no permitiría que llegaran aocn vida a los Campos elíseos. Hyoga proyecta un muro de hielo tras de sí, que impide el paso a Minos, pero el espectro del Grifo lo rompe con un sólo golpe. Luego derriba Hyoga deteniendo su "Polvo de Diamantes".
Minos utiliza su técnica de "La Marioneta cósmica", tendiendo hilos de energía sobre Hyoga para levantarlo. Yoga congela los hilos de energía y levanta sus brazos con sus manos juntas, para descargar toda su fuerza con el golpe de su maestro Camus: "La Ejecución de la Aurora". Minos cae vencido y, mientras Hyoga salta a la superdimensión, logra saltar tras él, pues no estaba muerto. Sin embargo, estalla al entrar en contacto con la superdimensión, sin saber por qué las armaduras de los Caballeros de Bronce pueden protegerlos.
Al mismo tiempo que todo esto sucedía, Shiryu es atacado por Queen con su "Guillotina de Rosas Sangrientas" quien está demasiado confiada de su victoria. Pero "Excalibur" le provoca un corte en el cuello sin llegar a matarla. Es entonces que Gordon realiza su técnica "Choque del Gran Hacha", que, al chocar con "Excalibur" rompe el brazo de Shiryu y lo deja sin posibilidad de respuesta. Creyéndolo a su merced, vuelve a atacarlo, pero a Shiryu le queda aún el otro brazo para propiciar su "Cólera del Dragón".
Silpheed es ahora quien intenta acabar con el Caballero del Dragón con su "Aletazo del Basilisco", pero se encuentra ante el "Dragón Volador", neutralizándolo. Shiryu les hace ver que sólo atacándolo al mismo tiempo, conseguirán derrotarlo.


Tomo 27.

Silpheed, Queen y Gordon resuelven atacar al unísono a Shiryu. Al Caballero del Dragón sólo le quedan fuerzas para ejecutar una último golpe que acabe con los tres a la vez. En ese momento siente a Shun Rei orando por él en el pico de los 5 ancianos. Shiryu comprende que no debe fallar y que sólo le resta la última, y más poderosa, técnica que le enseñó su maestro: "Los Cien Dragones del Monte Lushan". Ardiendo su último cosmos los ataca con dicha técnica. Acaba con los tres espectros, al mismo tiempo que es catapultado, por la magnitud del golpe, hacia el túnel en el Muro de los Lamentos. Allí Hyoga lo atrapa en pleno vuelo, ya que en su armadura han crecido alas. Juntos se dirigen a la puerta dimensional que lleva a los Campos Elíseos, pues es la sangre de Atenea lo que hace que las armaduras de los caballeros puedan resistir la presión de la superdimensión, porque sólo la sangre divina puede atravesar dichos lugares.
Ikki también llega al Muro de las Lamentaciones y se dispone a cruzar inmediatamente el túnel, pero Pandora lo detiene y le informa de la necesidad de sangre divina para poder cruzar la superdimensión. Ella le otorga un amuleto que le permite realizar dicha proeza si, a cambio, ejecuta su venganza. Pandora confiesa que, hace trece años, Hades asesinó a todos los miembros de su familia. El castillo del Hades era la morada de los ricos padres de Pandora, donde vivían felices hasta que llegó la tragedia.
Pandora encontró en un edificio viejo del jardín una pequeña cajita sellada con el nombre de Atenea. Algo la movió a abrirla y de ella salieron dos sombras que se presentaron como Hipnos, dios del sueño, y Tánatos, dios de la muerte, quienes le informaron que su hermano menor sería el receptor del espíritu de Hades. Desde que su madre dio a luz a ese niño, todos los seres vivos de la casa fueron pereciendo hasta que sólo quedó ella.
Pandora se despide de Ikki advirtiéndole que es a Hipnos y Tánatos a quienes debe temer, momento en el que cae asesinada, a la distancia, debido a su traición. Ikki acaba con los últimos espectros que lo habían seguido. Los 108 espectros del Hades han perecido. Inmediatamente salta a la superdimensión y accede a la puerta que lleva a los Campos Elíseos.
El escándalo se propaga rápidamente por este paraíso: han llegado humanos a la tierra divina y, además, están llenos de sangre, sudor y barro. Las ninfas corren escandalizadas. Es Seiya, quien busca a Hades. Pero Tánatos, dios de la muerte, sale a su encuentro. Se dispone a darle muerte, pero Hipnos, dios del sueño, lo detiene, para que no manche de sangre los Campos Elíseos. En su diálogo, se descubre que Atenea está encerrada en una gran vasija, donde se está desangrando. Para cuando la vasija esté llena con su sangre, Saori morirá. Dicha vasija está en el Templo de Hades, lugar donde descansa, desde la era mitológica, el verdadero cuerpo de Hades. Cuerpo que nunca usó, por considerarlo demasiado hermoso para ser dañado. Al enterase de esto, Seiya sale corriendo hacia el templo, pero Tánatos intenta detenerlo.
Al mismo tiempo, en el Santuario, Marin revela la causa de su misteriosa desaparición. Había estado buscando a Seika, hermana de Seiya y la había encontrado. Seika se había golpeado en la cabeza y perdido la memoria, por ellos todos estos años había estado desaparecida.
Seiya, enzarzado en una pelea inútil con Tánatos, ha gastado todo su poder enviándole un último "Cometa de Pegaso", pero no le hace más que un pequeño rasguño. Molesto por estas pequeñas heridas, Tánatos decide torturar a Seiya, haciéndole ver el destino de su hermana que él cree perdida. Comienza a atacarla a distancia, pero Shaina, Marin, Kiki y los demás Caballeros de bronce que quedan en el Santuario, forman un círculo alrededor de ella para defenderla por más que ataque Tánatos.
Reuniendo las escasas fuerzas que le quedan, Seiya arremete contra Tánatos por hacerle presenciar tan cruel espectáculo y utiliza su "Choque giratorio de Pegaso", para hacerle caer de cabeza al suelo en un torbellino de energía. Tánatos, sin embargo, escapa de la técnica y es sólo Seiya el que cae al suelo, rendido. Sólo queda el golpe de gracia de Tánatos, cuando la cadena de Andrómeda lo detiene. No le cuesta mucho derribar a Shun y luego a Shiryu, con su "Cólera del Dragón". Hyoga consigue congelarle la mano e Ikki logra quitarle el casco de un golpe, pero también son tumbados por Tánatos, con una pequeña demostración de su golpe "Terrible Providencia", sobre Ikki, aunque sin usarlo del todo.
Una vibración llega a los Campos Elíseos, procedente de la puerta dimensional. Las armaduras de oro han viajado con ellos gracias al poder de Poseidón. Julián Solo, durante un momento, volvió a sentir en él el espíritu de rey de los Mares y pudo enviar ese apoyo a los caballeros, ya que no desea la destrucción de la Tierra.
Las armaduras de oro se ensamblan inmediatamente sobre los Caballeros de Bronce: Seiya tiene puesta la de Sagitario, Ikki la de Leo, Hyoga la de Acuario, Shiryu la de Libra y Shun la de Virgo. Acto seguido, se disponen a atacar a Tánatos, pero él las destruye con un sólo monstruoso golpe.


Tomo 28.

Los Caballeros de Bronce han sido derrotados, las míticas armaduras de oro, que jamás en la Historia habían sufrido daño alguno, han sido destruidas. A Seiya se le cae la armadura de Atenea y Tánatos la recoge. La ayuda de Poseidón ha sido inútil. Todo está perdido ahora. Pero Seiya escucha su nombre, recuerda esa voz... ese cosmos... ¡es Atenea! Quien le recuerda que no todo se ha perdido, que aún siguen vivos y mientras quede un último aliento podrán lograr un milagro. También que recuerde a su hermana Seika, quien quiere verlo otra vez. Seiya se levanta y hace arder todo su ser como nunca antes lo había hecho, por todos aquellos a quienes quiere.
La armadura de bronce ungida por la sangre de Atenea, que había quedado hecha añicos, se reconstruye sobre el cuerpo de Seiya. Pero esta vez no es una armadura de bronce, sino divina, que detiene con facilidad los golpes de Tánatos. Hipnos intenta advertir a Tánatos del peligro, pero es tarde. Seiya detiene la "Terrible Providencia" y contraataca con las "Estrellas Fugaces de Pegaso". Un humano ha matado a un dios. Le arrebata la armadura de Atenea y sigue corriendo hacia el templo de Hades, pero Hipnos le bloquea el paso. Con otra tanda de "Estrellas Fugaces", se abre paso y sigue corriendo. Hipnos no puede perseguirlo, pues todos los demás Caballeros de Bronce se han levantado ya. Shun le ataca con su cadena, pero ya no es una cadena de bronce, sino divina. Ikki corre tras Seiya, para ayudarle mientras Shun entretiene a Hipnos.
Hipnos ejecuta su ataque "Sueño Eterno" sobre Shun, que poco a poco va perdiendo el sentido, pero Shiryu y Hyoga también se han regenerado y transformado en divinas. Esto les permite encararse con el dios del sueño. Hipnos ejecuta nuevamente su técnica, pero ellos ya la han presenciado. Anticipándose a ella, aparecen a sus espaldas y destruyen, junto a la oscuridad que forma, al mismo dios del sueño. Mientras tanto, Seiya está en el templo intentando romper la vasija que mantiene presa a Atenea, pero sus golpes le son devueltos sin resultado alguno. Ikki llega a su encuentro e intenta lo mismo con el mismo resultado, pero al golpear la vasija, la sangre de Atenea que ya rebosa en ella, salta, por el balance que provocan, llegando a su armadura, regenerándose. Ikki también tiene una armadura divina. Ambos intentan un ataque conjunto de las "Alas del Fénix" y las "Estrellas Fugaces", pero vuelven a salir despedidos.
Rendidos, deciden emplear su fuerza en otro objetivo. Entran en el Templo de Hades y buscan su tumba, donde se supone que estaría conservado su verdadero cuerpo, el cual encuentran. Un gran estruendo se produce cuando abren el sarcófago donde yace el cuerpo de Hades. Un enorme cosmos los saca del Templo apenas lo abren. Hades aparece con su armadura y una espada.
Hades intenta partir la vasija con su espada, matando así a Atenea, pero primero Ikki y luego Seiya se lo impiden, usando sus cuerpos de escudo. Los demás caballeros llegan al templo y los cinco, al unísono, lo atacan. Pero Hades los rechaza con facilidad, una vez más. En el instante en que el dios del infierno se prepara para rematarlos, un campo de fuerza los cubre a todos, protegiéndolos. Es Atenea quien lo origina.
Atenea sale de la vasija y recibe su armadura de parte de manos de Seiya. La batalla de los dioses es la más dura. Hades ataca con su espada y Atenea se defiende con su escudo, pero Hades tiene más fuerza y acaba dejándola fuera de combate. Al intentar rematarla con su espada, Seiya se interpone y golpea con todas sus fuerzas. Hades cae furioso, pero al levantarse, se da cuenta que su espada ha quedado clavada en el corazón de Seiya.
Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki y Saori lo atacan con todo su cosmos, concentrados en el cetro de Atenea. Hacen blanco en el dios de los infiernos, atravesándolo. Hades muere incrédulo del resultado de este combate, mientras el eclipse pasa, volviendo a salir el sol, una vez más.
Hades, creador del Infierno y de los Campos Elíseos, los sostenía con su poder. Al morir éstos desaparecerán. Los caballeros que quedan en el Santuario miran al sol recordando a sus amigos, los caballeros del zodiaco, teniendo fe en que algún día regresarán a este mundo, rebosante de Luz.


Resumen de la trama del manga publicado por Glénat, hecho por Miguel Dopacio, para la revista Minami. Año 4, número especial 03.
Editado en Marzo de 2006 de la revista que rescató mi señora de la escuela donde trabajaba, antes que la botaran a la basura y me costó varios días transcribir, por la asquerosa redacción de la original. Esta historia se la debía a un par de amigos y ahora puedo compartirla con todos.
¿Estará demás decir que es más que 'sólo un dibujito animado'? Estoy demasiado cansado para entrar en detalles. Quien tenga oídos, que corra.
Pos Data: Su creador, Kurumada, tenía la idea de hacer una Saga de Zeus. ¿Cuántos millones nos quedamos con las ganas?

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