lunes, diciembre 17, 2007

LA TAREA DE HOY

“Yo no soy para nada un antimundialista, pero lo que sí pasa, lo que puede generar esto de la globalización del pensar, es la pérdida de esa capacidad de reflexión desde un lugar, la noción de lugar, de hogar, pero en un sentido casi metafísico, “ontológico”, digamos, eso que es constitutivo del ser humano: vivir en una parte. No tener ese hogar puede generar un sentimiento de “nihilismo”, en el sentido preciso que lo usa Nietzsche. El nihilismo consiste en la pérdida de los valores, lo que da origen a todos los fenómenos que conocemos de drogas, de adicción, de violencia, de fundamentalismo, que es la otra reacción de la gente ante la pérdida de ese hogar, de ese lugar desde dónde pensar.
La tarea actual, me parece a mí, es crear un pensamiento – y esa es la aventura – que recobre la posibilidad de tener un punto de referencia, un lugar de origen, pero que no sea un lugar de origen parroquial. No, ese pensamiento debe ser capaz de tener una visión universal, una visión global, pero al mismo tiempo recuperar las raíces y la tierra donde uno está. Esa es una tarea que no sabemos hacer, y que es, para mí, el gran proyecto cultural de hoy.”

Francisco Varela, biólogo.
En conversaciones con Cristián Warnken, poco antes de morir.
Noreste 31 de mayo 2001.

sábado, diciembre 15, 2007

Imagen de ninguna parte


Después de la Segunda Guerra Mundial, el héroe de una novela de Kasimierz Brandys retorna a la antigua ciudad de Varsovia, reconstruida barrio por barrio, calle por calle, casa por casa, al punto de llegar a ser un calco de sí misma. El hombre anda a la búsqueda de la casa de su infancia, destruida durante los bombardeos aéreos. Los lugares que recorre le parecen a la vez familiares y extraños. Reconoce una calle, algunos edificios, también un café. Confiado de ir bien encaminado, gira en una esquina seguro de ver aparecer su domicilio, pero sólo se encuentra ante un muro que ahora se alza frente a él. Los urbanistas han omitido rehacer dos calles en este lugar, y entre ellas la que el hombre buscaba. La reconstrucción de la vieja Varsovia fue para muchos un éxito rotundo. Sólo unos pocos, muy pocos en verdad, quedaron decepcionados. Es posible incluso que el sentimiento de decepción no haya hecho presa, sino de una sola persona: este último sobreviviente de una calle olvidada por los urbanistas.

Cada vez que leo o releo una utopía, ya sea se presente como un sueño delicioso o como una pesadilla, tengo la impresión de que, a imagen de la reconstrucción de Varsovia, dicha utopía resulta convenir a todos, salvo a una persona, a saber, a mí mismo. De la misma manera que las utopías buenas (véase La Utopía, de Tomás Moro) no me llenan de contento, las malas no me parecen dignas de espanto (digamos, el Apocalipsis de San Juan). Es sin duda porque, para utilizar una expresión utópica, las malas utopías no parecen excluir a nadie en general, auque de hecho excluyan a todo el mundo en particular
[1].

Otra tradición muy reciente cree ver en la muerte del socialismo la razón de que las utopías se hayan vuelto superfluas. Pues bien, yo creo que si el mundo de hoy es aterrador es porque se ha convertido, precisamente, en un terreno favorable al desarrollo de las utopías. Por todas partes en el mundo brotan las multinacionales, organismos sin origen ni lugar, utopías sin futuro, a veces incluso sin razón de ser. Un día fabrican golosinas, al día siguiente se transforman en compañías trasatlánticas, y, en el curso de una sola semana, invaden el mundo con trasatlánticos cargados de golosinas. Algunas han sido creadas para hacer dinero, otras, como las fuerzas armadas de las Naciones Unidas, creadas para el socorro de civiles en determinadas circunstancias, trabajan a pérdida. Algunas otras son esencialmente profilácticas. Otras tatas, como la iglesia, militan a favor del Bien. Otras aún –como un cierto Hollywood– predican el Mal. Todas son utópicas, todas creen que la felicidad es la orquestación de disposiciones plebiscitadas como buenas. Para tales las utopías, un hombre feliz es un hombre que se dice feliz y al que todos creen lo que dice. ¿Por qué se le cree? Porque su felicidad tiene causas explicables, como son la posesión de una camisa, el aroma de un perfume, el espectáculo de un incendio o el de una historia que le acaban de contar en imágenes.

Recientemente, el “profesor” Arnold Schwarzenegger explicaba que, en adelante, Hollywood no produciría más que películas de aquellas que la especie humana adora. Historia-ídolos, previstas en guiones de concreto armado y dirigidas según reglas que tienen fuerza de ley. Por definición, las historias destinadas a todo el mundo no existen en un lugar particular: son utopías. Para realizarlas, inventamos, manufacturamos imágenes utópicas –sin lugar ni raíces– y hacemos experimentos con ellas. Por el momento, los modelos utilizados para aquellas imágenes son las “stars” como, por ejemplo, el señor Schwarzenegger, pero muy pronto toda conexión con gentes y cosas preexistentes será superflua.

Me gustaría discutir sobre tales imágenes utópicas, pero para hacerlo deseo echar mano a una técnica retórica de persuasión tomada en préstamo a los antiguos sofistas chinos de la época de los Reinos Combatientes, antes del advenimiento del Imperio (pongamos por caso, Li si, en el siglo III antes de J. C.). esos sofistas pensaban que para convencer a alguien de la gravedad o de la importancia de un problema, en lugar de desmenuzarlo para reducirlo a sus componentes silogísticos, era mejor abordarlo con la ayuda de figuras retóricas
[2]. Por ejemplo, no se dirá que es injusto expulsar a los extranjeros de Francia por tal o cual razón, sino más bien: A usted que le gustan tanto las joyas de Arabia y el café de Colombia, ¿cómo puede usted pensar que lo que viene del extranjero es detestable? Comenzaré este examen de las imágenes utópicas por un detalle tomado de mi vida personal.

La historia que voy a contarles comienza hace treinta años, en un bar-restaurante con un nombre de siniestro augurio: “Il Bosco”. En este bosque
[3] de la noche se reunía una centena de estudiantes que no tenían ningún inconveniente en comportarse como los monstruos de las pinturas de Jerónimo (Hiero-nimus) Bosch. Se reunían en torno a unas mesas con la esperanza de olvidar[4] las mentiras[5] que durante el día les habían enseñado en la universidad y, entre otras demoliciones conceptuales[6], se dejaban a veces entretener y seducir por utopías variadas y contradictorias[7]. Quisiera mencionar hoy tres de esas mesas. Cada una de ellas, como en las novelas emblemáticas de Raimundo Lullio, era una representación alegórica de una utopía particular, mientras que todas aspiraban a ser la representación del mundo en su integralidad.

La primera mesa estaba situada adelante, a la izquierda, cerca del bar, donde se reunían estudiantes de Derecho y aquellos del Instituto pedagógico. Discutían, criticaban y practicaban en todos los niveles esta utopía en forma de monstruo que se llama Quimera. El cuerpo del monstruo estaba compuesto de tres creaturas distintas: la cabeza de mujer representaba una visión alegórica–la de una sociedad gobernada por las ciencias y dedicada a imponer la justicia social–. El cuerpo era el de un andrógino y representaba la visión fraternal de los pueblos empobrecidos y explotados. Los miembros, que eran los de un león, representaban la unidad de América Latina y la guerra patria.

La segunda mesa se encontraba al fondo del restaurante, a la derecha, en el rincón más sombrío y boscoso del establecimiento. Ahí, en medio de efluvios excremenciales, se juntaban los comentadores de Ludwig Wittgenstein
[8] y de Bertrand Russell, perteneciendo éstos a la Facultad de Ciencias. Su creatura tutelar era el gato de Cheshire de Alicia en el país de las maravillas, y su utopía secreta era la concepción de un mundo en el que los problemas se desvanecieran apenas queda demostrada su inconsistencia lógica.

La tercera mesa estaba igualmente situada al fondo del establecimiento, a la izquierda, pero iluminada ésta por una buena luz. Era un conjunto monotemático y entusiasta, compuesto de antiguos estudiantes, cinéfilos todos. Se practicaba ahí el arte de la memoria clásica. Su monstruo era el Golem. Todos eran antiutopistas o, más bien, temían el advenimiento de un mundo utópico del que se decía que en su seno las imágenes, las voces, los rostros y las caricias sintéticas tomarían un día el lugar del mundo real.

Treinta años más tarde, nos hallamos al final del siglo XX. De todas aquellas utopías mordaces no subsiste nada, aparte unas impalpables figuras angélicas casi transparentes, destiladas, predigeridas, homeopáticas. La utopía de un mundo justo, gobernado según los principios de la razón y de los métodos científicos, se transformó en terreno de juego en donde unos jugadores cabalistas –me refiero a aquellos corredores de la bolsa, vestidos como Burgueses de Calais estragados, con la barba recortada, el pelo corto, la cuerda al cuello– se hallan empeñados en un intercambio masivo de textos en código. Juego en el que el ganador gana más de lo que puede consumir; y el perdedor pierde lo que nunca ha tenido. Más allá de las murallas de esta Ciudad Ideal, se extienden vastos campamentos de seres humanos, erráticos, amnésicos, desprogramados, medio muertos y lazados a la siga de los cuatro Jinetes del Apocalipsis
[9]: un puro estado de guerra, una peste, un hambre que ninguna hambruna podrá saciar; una muerte que fulmina hasta la idea misma de la muerte. Todos gobernados por el miedo, ese General de doble rostro: uno es el de Terror, amo y señor de los territorios en estado de guerra; el otro es el de Pánico, hijo de Pan[10]. Emiliano, profesor de retórica, oyó un grito desde el puete de su barco cogido en la tempestad, en aguas de la isla de Paxos: Tamo, Tamo, cuando llegues a Palode, diles que le gran dios Pan ha muerto. Este grito provocó el lamento inconsolable de ciudades enteras. A él respondió no hace mucho un consejero japonés del ex presidente Bush, “cuyo nombre no quiero recordar”, cuado dio en proclamar que San Agustín, dios del progreso indefinido, había muerto. El asesino de Pan está muerto. La historia se ha detenido. Pan revivirá.

La segunda utopía, que esperaba de la lógica el aniquilamiento de los problemas, no ha conocido mejor fortuna. El mundo, esa totalidad de acontecimientos, ha sido escamoteado o, por lo menos, se ha travestido de acontecimientos sólo posibles: lo que pudo haber sido ha suplantado lo que verdaderamente fue, mientras que lo que podrá ser reemplazará a lo que será. En este mundo se puede sostener que la Segunda Guerra Mundial no tuvo lugar; que la guerra de Troya no tendrá lugar; o aún que nosotros mismos no tendremos lugar. En el mundo de los guiones plausibles podemos vivir varias vidas y morir a repetición, pero con una condición: que nos sometamos a las leyes eternas de la “Energeia” –evidentia narrativa–. Se llama “evidencia narrativa” a la retórica de persuasión puesta hoy al servicio de la elaboración de ficciones, cuyas reglas básicas han evolucionado desde el siglo diecinueve. Todas propugnan la supremacía de lo plausible sobre una realidad de poco crédito, porque es incoherente y polvorienta
[11]. En adelante ya no se dice: Se quitó la máscara y apareció su verdadero rostro, basta con decir: Para mostrar lo que es, se ha calzado su máscara.

Las reglas que gobiernan el cine (digamos, Hollywood) son idénticas al simulacro que es la vida en nuestros días. Esta utopía acaba por reformular la idea de salvación, cuya versión más perfecta se halla en la aplicación de la teoría de conflicto central: mientras más sacrifique usted a la lógica narrativa o a la Energeia, más posibilidades tendrá de salvarse. Reglas que han encontrado a menudo su inspiración en ciertos juegos venidos de la Grecia antigua, en los que predominaban el azar y el vértigo. Incluso hemos resucitado juegos que habían caído en el olvido. Juegos de resistencia al dolor –la prueba de la tortura– y juegos de sobrevivencia. En estas Olimpiadas permanentes, los miembros de la Ciudad Ideal son azuzados sin cesar los unos contra los otros para un combate singular. Cada movimiento, cada intención son objeto de evaluación (programas de farrándula. Nota del Transcriptor). Los otros, los no ciudadanos, la mayoría, vegetan como parias.



Raúl Ruiz.


[1] Dicho de otra forma: la utopías no son generalidades (lo propio del conocimiento), sino generalizaciones. He ahí su radical insustancialidad: intentan reemplazar el todo por la parte que más le gusta al escritor. Esto debería bastar para dejar claro el tema, pero como el entendimiento humano es un can, le gusta morderse la cola un buen rato, antes de ir a dormir la mona.
[2] ¿Sabrá el coyote viejo que dicha ‘predilección’ estratégica viene dada por el formato de la escritura? En cualquier parte donde la lengua se escribe ideográficamente, la ciencia no nace. Sólo el asentamiento del alfabeto permite la ciencia, es decir, la descomposición de la realidad en su partes ‘fundamentales’ (letras), es decir, la existencia de ese supuesto. El hombre no piensa con el cerebro, piensa con la forma que adopta su lenguaje. He ahí por qué la concepción atómica de la materia sólo floreció en la modernidad occidental. He ahí la revuelta de la parte contra el Todo, nuestra prisión.
[3] Lamento inundar este texto con mis propias reflexiones, pero no puedo evitarlo. Cada palabra se convierte en un hipervínculo y esta palabra en especial, se despliega en mi mente como su significado. Por lo pronto, ver lo que dicen tanto O. y G., como Eliade respecto a él. No sólo asusta meterse en él, ahora tan sólo pensarlo, que es otra forma de hacerlo. De ahí vengo a él voy con mi (t)ropa.
[4] Situacionistas.
[5] Rimbaud.
[6] En algunas conversaciones de ebrios en Valparaíso, in illo tempore, me creí el inventor de esta frase.
[7] En un gran salón, tipo premiación oficial con podio sobre escenario de madera con telón de fondo a tono con la madera vitrificada, el viejo coyote remata su discurso con el siguiente dictum profético: Desde las cenizas de estos tres seres se levantará uno nuevo capaz de realizar el anhelo detrás de estas utopías. Nombraba qué parte de cada uno de los mostros se unía con la otra para dar vida a este nuevo ser, al que anunciaba inminente y que su ascenso haría lo que él no pudo, que le gustaría ser parte de él, pero que no sabia si lo vería. Al despertar de este sueño, después de haber leído este texto justo antes de dormir, traté de recordar todos los detalles, pero se me escapó la configuración de las partes, pero cada una complementaba o, mejor dicho, equilibraba a las otras. El resultado era armonioso y esta inminencia de la armonía electrificaba a todos los presentes allí. El viejo coyote habló de una forma tan solemne e hierática que lo desconocí. Al cruzarse nuestras miradas, comprendí que me hablaba.
[8] Según cuenta el mito, humilló en clases a Adolfo por su incorrecto hablar. Origen de su obsesivo antisemitismo.
[9] Esta descripción de la “ciudad Ideal”, me recuerda demasiado a la que desde un punto de vista ecológico hizo un entrevistado de Warken sobre Santiago, en Una belleza nueva. No recuerdo su nombre, salvo que es uno apellido ‘vinoso’.
[10] El miedo y el pánico son los grandes argumentos de la política moderna. Paul Virilio.
[11] De ahí el inconsciente, inconfesable e irreprimible deseo de muchos por conectarse todos los tubos a la Matrix.

viernes, diciembre 14, 2007

Manifiesto por el cambio global de la educación.

"El Vuelo del Hijo", Totila Albert.

El medico psiquiatra chileno claudio Naranjo (75), formado en terapia gestáltica con el renombrado Fritz Perls, es el fundador del programa S.A.T. de Educación integral. Plantea aquí un ángulo nuevo desde el cual pensar la educación: el de la espiritualidad. Y habla de cuestiones hasta ahora poco conectadas en la practica: amor, integración, transformación y evolución. El manifiesto que él mismo redactó funciona como un llamado de atención sobre el modo de formar a las más jóvenes generaciones occidentales.

Estoy convencido de que la educación sea nuestra mejor esperanza, pero de ninguna manera la educación que tenemos. Puesto que tenemos una educación para que nuestra próxima generación se nos parezca, nos urge tener una educación que nos ayude a evolucionar –personal, y socialmente– para que podamos dejar atrás nuestras plagas”. Totila Albert

Gran parte de mi trabajo ha sido inspirado pro las ideas de Totila Albert, quien, yendo un poco más allá de Bachofen (historiador suizo que descubrió el matriarcado a fines del siglo XIX), planteaba que nuestra historia ha atravesado una etapa de nomadismo original, llamada “filiarcal”, en la que dominaron los valores de la juventud y la instintividad animal. Luego devino la etapa “matriarcal” del temprano neolítico, y, finalmente, comenzó la larga era del patriarcado, iniciada hace unos seis mil años. Albert planteaba también que estas tres formas de vida fueron la respuesta a las situaciones traumáticas del momento, y que ya seria hora de que nos convirtamos en hombres completos. Esto se traduce en una vida familiar, valores culturales y, sobre todo, un mundo interno en los que haya un equilibrio entre padre, Madre e Hijo. Así, Albert entreveía una era “de los tres”, que trascendiese la sociedad patriarcal, pero pensaba que sólo podría ser alcanzada tal sociedad sana a través de la realización de la plenitud “trinitaria” en el corazón de muchos. Esto entraña una idea que podría representarse como un cruce colectivo de un ‘mar rojo’ de la conciencia, que comprende un proceso de búsqueda, sanación e iluminación colectivas.

Así como él hablaba de una integración entre padre, madre e hijo en nuestra “familia interior”, yo he traducido su lenguaje de las tres “personas interiores” al de los tres amores: el eros, raíz del amor a sí mismo; el ágape, amor benévolo y materno que subyace al amor al prójimo; y filia, el amor respeto, que deriva del amor del niño hacia el padre.
En mi conferencia La civilización, un mal remediable, he explicado la “mente patriarcal” como un desequilibrio en el cual es exaltado el amor-respeto (que mira hacia los padres, las autoridades y los ideales), eclipsado y falsificado el amor materno e inconscientemente criminalizado el eros. En consecuencia de tal visión, lo que vengo proponiendo es una “educación trifocal”, como la llamé años atrás, durante una conferencia en la Casa Encendida de Madrid. Me refiero con este término ‘trifocal’, a que tal educación debería ir dirigida a las partes padre, madre e hijo de la mente. Por lo tanto, se puede agregar a la educación eminentemente intelectual que es común en la actualidad, “una educación del corazón”. Esto, por supuesto, sin olvidar el aspecto emancipatorio de la educación ni la relevancia de una educación para la felicidad (inseparable de la salud y la virtud). Me parece evidente que para la educación actual –en la que es más relevante pasar exámenes que comprender el mundo y la vida–, necesitamos que ayude también a la gente a conocer su mundo interno, y que deje de lado su orientación excesivamente tecnológica.
De esta manera, para lograr que esta educación sea así, necesitamos formadores especialmente preparados: será vital para la transformación de la educación, y por lo tanto, la transformación de los educadores a través de un proceso mucho más amplio y profundo que el proporcionado por las actuales escuelas de pedagogía. Tal formación de formadores, que apunta directamente a aquellos aspectos que “Salamanca non presta”, requiere de un método de educación transformadora eficiente y rápido. Este es, creo, mi mayor aporte y me siento como un campesino de cuento de hadas, que después de mucho tiempo de cultivar los frutos de su tierra y experimentando con toda clase de híbridos se encuentra con un tesoro: una planta cuyo jugo pudiera matar el dragón que está azolando la comarca. Creo haber inventado, casi sin quererlo, lo que hacía falta para una transformación rápida y masiva de la educación en el mundo occidental. No ignoro el hecho que esta ha sido una de las más retrogradas de nuestras instituciones, pero, sin embargo, albergo la loca esperanza de que pueda hacerse el milagro, en vista de que cada vez es más evidente que nuestra salvación depende de un cambio de conciencia, y que sólo la educación puede permitirnos inducir masivamente tal cambio evolutivo en el mundo.

Sé que está en nuestras manos educar seres más sabios, benévolos y libres de lo que nosotros hemos sido, y dejarles la tierra por herencia a nuestros hijos a través de un acto que nos haría salvadores de nuestras especie.



Texto aparecido en la revista Uno Mismo, n 213, septiembre 2007, págs. 58 y 59.

miércoles, diciembre 12, 2007

¡Omitikuye Oyasin!


(es decir: mis relaciones con el universo)



La función crea el órgano. ¿Y la función quién la crea? La necesidad. ¿Y la necesidad? El problema.
La vida de una cosa es su ser. ¿Y qué es el ser de una cosa? Un ejemplo nos lo aclarará. El sistema planetario no es un sistema de cosas, en este caso, de planetas: antes de idearse el sistema planetario no había planetas. Es un sistema de movimientos; por tanto, de relaciones: el ser de cada planeta es determinado por, dentro de ese conjunto de relaciones, como determinamos un punto en una cuadricula. Sin los demás planetas, pues, no es posible el planeta Tierra y viceversa: cada elemento del sistema necesita de todos los demás: es la relación mutua entre los otros. Según esto, la esencia de cada cosa se resuelve en puras relaciones.
No es otro el sentido de la evolución en el pensamiento humano desde el Renacimiento hasta acá: disolución de la categoría sustancia en la categoría relación. Y como la relación no es una res, sino una idea, la filosofía moderna se llama idealismo y la medieval, que empieza en Aristóteles, realismo. La raza aria pura segrega idealismo: así Platón, así aquel indio que escribe en su purana: “Cuando el hombre pone en el suelo la planta, pisa siempre cien senderos”. Cada cosa una encrucijada: su vida, su ser es el conjunto de relaciones, de mutuas influencias en que se hallan todas las demás. Una piedra al borde de un camino necesita, para existir, del resto del universo.
Cada cosa concreta está constituida por una suma infinita de relaciones.
En el espíritu se ve más claramente que en la materia cómo el ser, la vida, no es sino un conjunto de relaciones. En el espíritu no hay cosas, sino estados. Un estado de espíritu no es sino la relación entre un estado anterior y otro posterior. No hay, por ejemplo, una tristeza absoluta, una cosa “tristeza”. Si antes sentía yo inmensa alegría, y ahora los motivos de alegría, aunque grandes, son menores, me sentiré triste. La tristeza y la alegría florecen una de la otra, son estados diversos de una misma cosa fisiológica, la cual, a su vez, es un estado de la materia o un modo de la energía.
Hemos visto que un individuo, sea cosa o persona, es el resultado del resto total del mundo: es la totalidad de las relaciones. En el nacimiento de una brizna de hierba colabora todo el universo.
¿Se advierte la inmensidad de la tarea que toma el arte sobre sí? ¿Cómo poner de manifiesto la totalidad de relaciones que constituye la vida más simple, la de este árbol, la de esta piedra, la de este hombre?
De un modo real esto es imposible; precisamente por esto es el arte, ante todo, artificio: tiene que crear un mundo virtual. La infinitud de relaciones es inasequible; el arte busca y produce una totalidad ficticia, una “como: infinitud.
Esto es lo que habrá experimentado el lector ante un cuadro ilustre o una novela clásica; nos parece que la emoción recibida nos abre perspectivas infinitas e infinitamente claras y precisas sobre el problema de la vida. El Quijote, por ejemplo, deja en nosotros, como poso divino, una revelación súbita y espontánea, que nos permite ver sin trabajo, de una sola ojeada, una anchísima ordenación de todas las cosas; diríase que de pronto, sin previo aprendizaje, hemos sido elevados a una intuición superior a la humana.
Por consiguiente, lo que debe proponerse todo artista es la ficción de la totalidad; ya que no podemos tener todas y cada una de las cosas, logremos siquiera la forma de la totalidad. La materialidad de la vida de cada cosa es inabordable; poseamos, al menos, la forma de la vida.
Sabemos que una cosa no es lo que vemos con los ojos; cada par de ojos ve una cosa distinta, y a veces en un mismo hombre ambas pupilas se contradicen.
Hemos asimismo notado que para producir una cosa, una res, forzosamente necesitamos de todas las demás. Realizar, por tanto, no será copiar una cosa, sino copiar la totalidad de las cosas; y puesto que esa totalidad no existe sino como idea en nuestra consciencia, el verdadero realista copia sólo una idea; desde este punto de vista no habría inconveniente en llamar al realismo más exactamente idealismo.
Pero la palabra idealismo padece también falsas interpretaciones; de ordinario, idealista es quien se comporta ante los usos prácticos de la vida con yo no sé que estúpida vaguedad y ceguera; es el que trata de introducir en el clima ambiente proyectos adecuados a otros climas, el que camina dormido por el mundo. Suele decírsele también romántico e iluso. Yo le llamaría imbécil.
Históricamente, la palabra idea procede de Platón. Y Platón llamo ideas a los conceptos matemáticos. Y los llamo así pura y exclusivamente porque son como instrumentos mentales que sirven para construir las cosas concretas. Sin los números, sin el más y el menos, que son ideas, esas supuestas realidades sensibles que llamamos cosas no existirían para nosotros. De suerte que es esencial a una idea su aplicación a lo concreto, su aptitud a ser realizada. El verdadero idealista no copia, pues, las ingenuas vaguedades que cruzan su cerebro, sino que se hunde ardientemente en el caos de las supuestas realidades y busca entre ellas un principio de orientación para dominarlas, para apoderarse fortísimamente de la res, de las cosas, que son su única preocupación y su única musa. El idealismo verdaderamente habría de llamarse realismo.
Cézanne, pintor, no dice nada distinto de lo que yo, estético, digo con palabras más técnicas. Cézanne: arte es realización. Yo: arte es individuación. Las cosas, las res, son individuos.
La realidad es la realidad del cuadro, no de la cosa copiada. El modelo del Greco para el retrato del Hombre con la mano al pecho fue un pobre ser que no logró individualizarse, realizarse a sí mismo, y se ha sumido en esa forma general que denominamos toledano del siglo XVII. El Greco fue quien, en su cuadro, lo individualizó, lo concretó, lo realizó para toda la eternidad. El Greco dio en el lienzo la última pincelada, y desde entonces una de las cosas más reales del mundo, de las cosas más cosas, es el Hombre con la mano al pecho.
¡Y esto es así, precisamente porque el Greco no copió todos y cada uno de los rayos luminosos que del modelo llegaban a su retina!
El arte tiene que desarticular la naturaleza para articular la forma estética. El medio de expresión de ésta no se reduce a los colores; el natural, el modelo, el asunto, las cosas, en una palabra, no son fines o aspiraciones de la pintura, sino medios simplemente; material, como el pincel y el aceite.
Lo importante es la articulación de ese material; esa articulación es una en la ciencia y otra en el arte. Dentro del arte, es una en la pintura y otra en la poesía.
La pintura interpreta el problema de la vida, tomando como punto de partida los elementos espaciales, las figuras. Aquella forma de la vida, aquella infinita totalidad de relaciones necesaria para constituir la simple vida de una piedra, se llama, en pintura, espacio. El pintor crea bajo su pincel una cosa, organizando un sistema de relaciones espaciales y dándole un puesto en él; entonces aquella cosa comienza a vivir para nosotros.
El espacio es el medio de la coexistencia; si a un mismo tiempo existen varias cosas, débese al espacio. De aquí que cada pincelada en un cuadro tenga que ser el logaritmo de todas las demás; de aquí que un cuadro es tanto más perfecto, cuanto más referencias haga cada centímetro cuadrado del lienzo al resto de él
[1]. Es la condición de la coexistencia, la cual no se reduce a un mero yacer una cosa junto a otra. La tierra coexiste con el sol, porque sin la tierra el sol se desbarataría, y viceversa; coexistir es convivir, vivir una cosa de otra, apoyarse mutuamente, conllevarse, tolerarse, alimentarse, fecundarse y potenciarse.
Es menester, pues, que el cuadro se halle presente y activo en cada una de sus porciones; el arte es síntesis merced a este poder particular y extraño de hacer que cada cosa penetre a las demás y en ellas perdure.
La construcción de la coexistencia, del espacio, necesita de un instrumento unitivo, de un elemento susceptible de diversificarse en innumeras cualidades, sin dejar de ser uno y el mismo. Esta materia soberana de la pintura es la luz.
El pintor crea la vida con la luz, como Jehová al comienzo de la génesis. No se olvide que a cada creación particular, según el libro, dios vio que era buena. Se imagina al Hacedor retirándose y entornando los ojos para obtener una visión más enérgica, más objetiva e imparcial de su obra: gesto de pintor.
[2]
La pintura es la categoría de la luz.
Lo dicho anteriormente aparecerá más fecundo si comparamos la pintura con otro arte: la novela.
La novela es un genero poético, cuyas épocas de germinación, progreso y expansión corresponden exactamente a análogos estadios de la evolución pictórica. Pintura y novela son artes románticos, modernos, nuestros. Maduraron como frutas del Renacimiento, es decir, como expresiones del problema del individuo, característico del Renacimiento.
En los siglos XV y XVI se descubre el interior del hombre, el mundo subjetivo, lo psicológico. Frente al mundo de las cosas fijas, firmemente asentadas en el espacio, surge el mundo fugaz de las emociones, esencialmente inquieto, fluyente en el tiempo. Este reino vital de los afectos hallo, el punto, su expresión estética: la novela
[3].
La sustancia última de la novela es la emoción; las novelas no están ahí para otra cosa que para revelarnos las pasiones de los hombres, no en sus manifestaciones activas y plásticas no en sus acciones –para esto bastaba el poema épico–, sino en su origen espiritual, como contenidos nacientes del espíritu. Si la novela describe los actos de los personajes y aun el paisaje que les rodea, es sólo para explicar y posibilitar la sugestión directa de los afectos interiores a las almas.
Pero la vida de nuestro espíritu es sucesiva, y el arte que la expresa teje sus materiales en la apariencia fluida del tiempo. La convivencia de las almas se verifica sucesivamente: unas vierten en otras su contenido más íntimo y de estas otras pasa a otras nuevas; así se ponen en relación unos corazones con otros. Por eso el principio unitivo que emplea este arte temporal es el diálogo.
En la novela el dialogo es esencial, como en la pintura la luz. La novela es la categoría del diálogo.
Recorra el lector la historia de la novela: en la Grecia clásica sólo existen narraciones de viajes, lo que llamaban teratologías. Si queremos buscar algo verdaderamente helénico donde pueda hallarse en germinación la novela, sólo encontramos los diálogos platónicos, y, en cierto modo, la comedia. En contraposición a la épica, la novela se refiere a la actualidad; la narración para el griego había de proyectar siempre sus temas sobre el fondo matriz de las viejas edades místicas; la narración es leyenda. Sólo una cosa hallaron digna de ser descrita como actual: la conversación, el cambio de afectos de hombre a hombre.
[4]
La novela acaba de nacer en España; La Celestina es el último ensayo, el último esfuerzo de orientación para fijar el género. Cervantes, en el Quijote, además de otros tremendos donativos, ofrece a la humanidad un nuevo género literario. Ahora bien: el Quijote es un conjunto de diálogos. Tal vez esto dio motivo a discusiones entre los retóricos y gramáticos de su tiempo; certifique quien sepa de estas materias si puede referirse a algo parecido lo que Avellaneda dice al comienzo de su prólogo: “Como casi es comedia toda la Historia de Don Quijote de la Mancha...”.
La luz es el instrumento de articulación en la pintura, su fuerza viva. Esto mismo es, en la novela, el diálogo.
Creo que lo antedicho nos servirá para distinguir claramente entre lo que cada arte está llamado a expresar y los medios que emplea para la expresión; en una palabra, entre el tema ideal y la técnica.
La vitalidad en su forma espacial se nos ofrecía como aspiración radical de la pintura; la luz, como un instrumento genérico.
En todo arte es importante esta distinción entre la técnica y la finalidad estética, pero en pintura mucho más. Una advertencia vulgarísima nos explicará por qué.
Si tomando en su conjunto de un lado la historia de la pintura y de otro la de la literatura, comparamos el número de obras reconocidas como admirables por los críticos de uno y otro arte, nos hallamos con un hecho bruto que merece alguna justificación, si no ha de quedar incomprensible. A saber: el desequilibrio excesivo entre la abundancia de aciertos pictóricos del hombre y la exigüidad de sus aciertos literarios. Resulta que la humanidad ha ejecutado muchos más cuadros bellos, que compuesto obras poéticas fuertes.
Yo me resisto a creer que haya sido así. Unos y otros, críticos de pintura o críticos literarios, se han equivocado, y, a mi entender, el error corresponde, en este caso, a los más benévolos. La critica pictórica se ha excedido en la alabanza, seducida por una confusión entre el valor estético y el acierto técnico.
En pintura la técnica es sumamente compleja y sabia; el mecanismo productor de un cuadro es, si se compara con el instrumento literario –el idioma–, mucho menos espontáneo, más remoto de los medios naturales que emplea el hombre en los usos cotidianos del vivir. De otro modo: entre el Quijote y una conversación vulgar hay mucha menos distancia de complejidad técnica que entre un dibujo de Remdrandt y las líneas que una mano ingenua pueda trazar sobre un papel, para fijar la impresión de una fisonomía o de un paisaje. Merced a esto, en pintura la técnica ha llegado a sustantivarse, a levantarse con la exigencia de que se les otorguen los honores de contenido artístico, siendo como es mero material. ¿Cuántos cuadros esencialmente antiestéticos no viven en la loa de la historia del arte por pura virtud y gracia de su técnica paciente, erudita, tenaz? Si fuéramos a revisar las glorias de la pintura con perentorias demandas de puro arte sustancial, todo el piso bajo ella –el retrato- quedaría fuera de nuestra admiración, sin más excepciones que las de aquellos retratos que no lo fueran realmente, sino verdaderas composiciones, cuadros completos. Según todas las probabilidades, había de ocurrirnos lo propio con el paisaje y con el cuadro de historia, que suele ocultar, bajo la pompa cromática de los trajes, una triste mendicidad pictórica.
¿Será esto decir que el pintor haya de desentenderse de preocupaciones técnicas? Claro está que no; primero habrá de pintar de la mejor manera del mundo. Sólo quisiera dar a entender que después de pintar admirablemente, el pintor debe comenzar a hacerse artista. En la crítica momentánea es necesario conceder al punto de vista técnico la suprema instancia del juicio, porque esa crítica, más que un fin estimativo, tiene un sentido pedagógico; pero mirando los planos enormes de la historia toda de un arte, ¿qué quiere decir el bien pintado de unas manos o la caprichosidad de una línea?
Dentro del sentido que levan estos párrafos aparece desde luego como mucho más importante determinar qué debe pintarse: el cómo deba pintarse es cuestión secundaria, adjetiva, empírica, que acudirán a contestar con respuestas divergentes cien escuela y mil pintores.
Una consecuencia sacamos, sin embargo: puesto que se pinta con la luz y en la luz, la pintura no tiene para qué pintar la luz. Vaya ésta como crítica de todo luminismo que eleva el medio artístico a fin pictórico.
Entonces, ¿qué ha de pintarse?
Hemos visto que no han de pintarse ideas generales. Un cuadro no puede ser un trampolín que nos lance súbitamente a una filosofía. Por muy buena que sea, la filosofía que un cuadro pueda ofrecernos es forzosamente mala. La filosofía tiene su expresión propia, su técnica propia, condensada en la terminología científica, y aun ésta le viene muy escasa. El mejor cuadro es siempre un mal silogismo.
El cuadro ha de ser, en toda su profundidad, pintura; las ideas que nos sugiera han de ser colores, formas, luz; lo pintado ha de ser vida.
Y ahora tráigase a la memoria cuanto he dicho para dar a este pobre concepto de vida fluidez estética. Vida es cambio de sustancias; por tanto, convivir, coexistir, tramarse en una red sutilísima de relaciones, apoyarse lo uno en lo otro, alimentarse mutuamente, conllevarse, potenciarse.
Pintar algo en un cuadro es dotarlo de condiciones de vida eterna.
Imaginaos delante de una obra a la moda. Sus figuras incitan nuestra fantasía al movimiento, nos conmueven, viven para nosotros. Pasan cincuenta años y aquellas figuras, ante las pupilas de nuestros hijos, permanecen mudas, quietas, muertas. ¿Por qué han muerto ahora? ¿De qué vivían antes? De nosotros, de nuestra sentimentalidad momentánea, periférica, pasajera. Aquellas figuras románticas se alimentaron de nuestro romanticismo, yerto éste, se murieron de hambre y sed. El arte a la moda es fugaz por esto: vive de espectador, ser efímero, que cambia a poco, condicionado por la época, por el día, por la hora. El arte clásico no cuenta con el espectador: por eso nos es más difícil llegarnos íntimamente a él.
El pintor excelso ha puesto siempre en su cuadro no sólo las cosas que quiso o le convino copiar, sino un mundo inagotable de alimentos para que esas cosas pudieran perdurar en la vida eterna, en perpetuo cambio de sustancias. La conquista de lo que se ha llamado “aire”, “ambiente”, es un caso particular de esa exigencia incalculable.
Los egipcios miraban la muerte como una manera de la vida, como una existencia virtual de los seres más allá de lo visible. Por eso, para facilitarles esa nueva vida, convertían los cadáveres en momias y encerraban con ellos, en las mastabas, toda suerte de alimentos.
Esto ha de pintar el pintor: las condiciones perpetuas de vitalidad. Esto han hecho todos los pinceles heroicos.
En el hombre la vida se duplica: sus gustos, sus miembros, son a un tiempo, vida espacial y signos de vida afectiva. La pintura se integra en el cuerpo humano; a través de él penetra en su dominio, bajo el imperio de la luz, todo lo que no es inmediatamente espacio: las pasiones, la historia, la cultura.
El tema ideal de la pintura es, en consecuencia, el hombre en la naturaleza. No este hombre histórico, no aquel otro: el hombre, el problema del hombre como habitante del planeta. Reducir este problema a un tipo nacional, por ejemplo, es rebajarlo a las proporciones de una anécdota.
¿Será, pues, una extravagancia decir que el tema genérico, radical, prototípico de la pintura es aquel que propone el Génesis en sus comienzos? Adán en el Paraíso. ¿Quién es Adán? Cualquiera y nadie particularmente: la vida.
¿Dónde está el Paraíso? ¿El paisaje del Norte o el del Mediodía? No importa: es el escenario ubicuo para la tragedia inmensa del vivir, donde el hombre lucha y se reconforta para volver a luchar. Ese paisaje no necesita árboles sugestivos, ni “dolomitos”, como la Gioconda; puede ser, como en la Crucifixión del Greco, un palmo de tinieblas a cada lado de la cabeza dolorosa del Cristo. Aquellas tinieblas brevísimas –como dice un crítico- podían considerarse extendidas por toda la Tierra. Son lo bastante para que las sienes redentoras sigan perpetuamente viviendo la muerte de un crucificado.

* * *
Hasta aquí las notas que me envía el doctor Vulpius. Sus hábitos de pensador alemán le han inducido a buscar harto en su origen la cuestión. Problema, al parecer, tan exiguo como este del arte pictórico le ha llevado a desarrollar una visión sistemática del universo. No es extraño; su compatriota Lange dice en la Historia del materialismo que es Alemania el único país donde
un boticario, para machacar en su mortero, necesita pensar en lo que esto significa dentro de la armonía universal.

J. O. y G. Mayo 1910

NOTA DEL TRANSCRIPTOR:
Valga este esfuerzo para apuntar otra visión sobre la VIDA ES ARTE.


[1] Por eso es que los mejores cuadros son sobre mitos o hacen referencia a ellos, ya que como relatos cumplen esta misma característica: densidad infinita de relaciones simbólicas no contradictorias. Esa ‘definición’ de mito se la escuché al Prof. Díaz en Una nueva belleza. Fue profesor del Wladimir.
[2] Carezco de la comprobación si ya en la época de Gasset se sabía que la ilusión de perspectiva sólo es posible entre quienes aprendieron a leer alfabéticamente, pues para distinguir cada letra hay que enfocar la vista levemente por encima de la superficie donde esta ‘dibujado’ el signo. Para quienes no, cualquier cuadro con dicha ilusión es ‘invisible’. Ergo, gesto de pintor “letrado”. La génesis bíblica sólo es posible después del origen del alfabeto, posterior a las tablas de la ley mosaicas.
[3] 06/12/07 05:21:08 p.m. ¡Eureka! Satori. Recién Ahora vengo a comprender porqué en Las Meditaciones del Quijote (1914) este pepe viene a decir que la novela tiene por único tema la ‘caída’ del héroe, de la tragedia al borde mismo de la comedia. Dado que lo subjetivo es el error, como sostiene en su ensayo sobre Renán, al tener este aspecto la supremacía, sólo cabe dicho resultado. Pero no se confunda la‘trágica’ derrota del héroe con su ‘cómica’caída. La primera es el resultado del cumplimiento de su tarea, más conocido como ‘destino’ (elegido libremente, tal como él subraya); la segunda es su frustración, su aborto, dados los múltiples errores de apreciación de alguien que quiso ser heroico, pero ni siquiera comenzó, dada su falta de ‘objetividad’. De ahí el llamado de atención a los ‘idealistas’, tratándolos de imbéciles. La tragedia se desencadena después de obtenido el ‘objetivo’, la comedia se ríe ante la imposibilidad de obtenerlo. He ahí la diferencia entre Ulises y don Quijote: el primero acabó con Troya, el segundo no fue acabado por los molinos sólo para seguir riéndonos de él. ¡15 años para entender el principio! Sólo puedo reír. Dicho sea de paso, los molinos a los cuales se refirió Cervantes, no eran los de las postales machegas, sino los que introdujeron los Hausburgos (austriacos) al monopolizar la producción de aceite de oliva. El Quijote es el primer anti globalización.
[4] Disculpa esta intromisión, pero hay párrafos que parecen el abstract de tesis completas. Trata de imaginar las ganas que me aguanto por apuntar el sentido de algunas como: ¿Qué tiene que hacer la palabra Teratología (estudio de los monstruos) en el mismo párrafo donde se menciona “el cambio de afectos de hombre a hombre”? Este párrafo condensa la esencia de lo ‘helénico’. No resistí la tentación sólo para ilustrar lo que me produce el resto del texto. ¿Lo habrá hecho adrede? Jajaja.

lunes, diciembre 10, 2007

ALGO SOBRE EL TZOLKIN.


TZoLKIN: MATRIZ ARMÓNICA RESoNANTE CUENTA SAGRADA CLAVE DE LA CIENCIA MAYA.

En el lenguaje Maya Tzolkin significa “Cuenta de los Días”. El Tzolkin, es una matriz de energía radiante, que combina trece frecuencias llamadas tonos y veinte arquetipos de energía, llamados sellos. Esta combinación crea la frecuencia universal del Tiempo 13:20.
En la matriz de 260 unidades, Tzolkin, plasmando en su interior existe una figura binaria, simétrica de dos “cargas” o “flujos energéticos” de 26 unidades cada uno, llamados Portales de Activación Galáctica. Esta figura representa la dinámica de la energía universal, este es el “código galáctico” de la vida universal. Contiene distintos niveles de información, que pueden llevarnos a profundos ciclos de pensamiento, necesarios para “reformular” la mente.
La realidad biológica, conocida como código genético, o los 64 codones del ADN, es informada por esta frecuencia de Tiempo.
Este diseño es conocido como el “Telar de las Trece Lunas”, ya que consta de trece conjuntos de cuatro kines cuyos tonos sumados equivalen a 28. Los llamados cuartetos ocultos contienen la clave numérica que demuestra que el año Solar, u orden cíclico, con sus 28 días, cuatro semanas por Luna y 52 semanas por año, está contenido dentro de esta matriz u orden Sincrónico del Tiempo de 260 días.
La cuenta de 260 kines es un “Giro Galáctico”, un fractal de los 26.000 años que tarda nuestro Sol en dar una vuelta alrededor de Alcione, el Sol Central de las Pléyades.



EL Encantamiento DEL SUEÑo, REPRESENTACIÓN PRÁCTICA DEL SAGRADo TZoLKIN.

El viaje de la nave del Tiempo Tierra 2013, es un juego de herramientas para despertar la conciencia del nuevo Tiempo. Jugando podemos conectarnos con el mundo interno y recuperar todo nuestro potencial, logrando la sincronización como raza humana, unificándonos con la verdadera frecuencia de la naturaleza 13:20, en donde el “Tiempo es Arte”.
El juego del Encantamiento del Sueño es sólo para “recuperar la memoria”. No hay nada que aprender, sólo tienes que sentir y recordar:
¿Quién eres? ¿A dónde vas? ¿Cual es tu misión?
Recordar qué energía tiene cada Ser, cada día, cada Luna, cada año.
Cuando el hombre pierde su contacto con el mundo de lo intangible y se hace materialista y práctico, su vida entra en una especie de hibernación, sueño. Ahora se trata de “encantar”, despertar de ese sueño, para obtener plena conciencia de él, porqué estamos en este mundo.
Encantar: Significa obrar maravillas por medio del pensamiento.
El Encantamiento del Sueño no es una religión, ni un rito, tampoco es un horóscopo y no se contrapone a la propia fe. Contiene un conjunto de códigos que demuestran las matemáticas radiales de la cuarta dimensión, el Tiempo.
El propósito de este juego es radializar nuestra mente, preparándonos para el próximo paso evolutivo que es mental y espiritual.
Basado en la Ley del Tiempo, su fin es proporcionarnos los lineamientos completos para nuestra reorganización social. En la cuarta dimensión del Tiempo, la forma social y el orden telepático son una unidad.



Conociendo el tzolkin

Ondas encantadas y trayectorias armónicas.
La Onda Encantada de 13 días es una función del Giro Galáctico de 260 Kines. Hay 20 Ondas Encantadas en un TZOLKIN.
Una Trayectoria Armónica está representada por cada columna de esta matriz, es una cuenta de 20 Kines, un Giro Galáctico está compuesto de 13 Trayectorias Armónicas, 260 kines.


ONDA ENCANTADA.

Onda: Poder de movimiento en todas las cosas.
Encantada: Poder al que se puede acceder estando en armonía con el universo.
Estructura básica del Tiempo, que contiene todas sus cualidades, la cosmología del Tiempo cuatridimensional.
La onda encantada expresa la propiedad fractal del Tiempo, es un estándar de medida, una constante de 13 unidades.
Cada uno de estos trece números, es un tono, una frecuencia vibracional, un “poder creativo”, cuya secuencia describe un proceso de creación continuo y ascendente.
Cada tono equivale a un Kin, que es una unidad de medida de la cuarta dimensión. La mínima expresión de un Kin es un día y una noche, por lo tanto este es el ciclo más pequeño de una onda encantada que dura, 13 días.
Un Kin puede ser un día, una Lunación, un año, cien años, mil años.
En la cuenta de las trece Lunas la onda encantada, equivale a un año de 364 días más uno, donde cada Kin equivale a 28 días, esto se denominará una onda encantada de “servicio planetario”. Donde la base son cuatro semanas de 7 días.

LOS CUATRO COLORES.

Cada color representa un punto cardinal y un poder creativo. Los cuatro colores codifican las razas raíces del planeta y las cuatro semanas de cada Luna.
ESTE – ROJO.
Lugar de Generación de Luz. Inicia la Sabiduría, el conocimiento y la memoria.
Nota clave: NACIMIENTO. Raza roja, Americana.
Frase de la semana ROJA, que son los primeros 7 días de cada luna: El conocimiento inicia la Visión.
NORTE – BLANCO.
Lugar de Sabiduría y Purificación de Luz. Refina, profundiza en búsqueda de la Verdad.
Nota clave: ESPÍRITU. Raza blanca, europea.
Frase de la segunda semana BLANCA: La humildad refina la Meditación.
OESTE – AZUL.
Lugar de Transformación de Luz. Transforma, traduce, transmuta, produce Alquimia.
Nota clave: ABUNDANCIA. Raza negra, africana.
Frase de la semana AZUL: La paciencia transforma la Conducta.
SUR – AMARILLO.
Lugar de Vida y Expansión de Luz. Maduración del ser interno a través del Servicio y la Entrega, produciendo el máximo esplendor. Nota clave: FLORECIMIENTO. Raza amarilla, asiática.
Frase de la semana AMARILLA: El poder madura el Fruto.


LAS FAMILIAS.

Cada familia comparte un mismo código de notación que establece la resonancia con nuestros cinco centros “psico físicos” y simultáneamente estabiliza el campo gravitacional de la Tierra en sus cinco bandas, de allí el nombre de familias terrestres.

FAMILIA POLAR: Código raya. Recibe. Centro, la Corona, Polo Ártico.
Integrada por: Serpiente, Perro, Águila y Sol.
Función: Inicia las cromáticas.

FAMILIA CARDINAL: Código de un punto. Transmite. Centro Laríngeo, Hemisferio Norte.
Integrada por: Dragón, Enlazador de mundos, Mono y Guerrero.
Función: Establece el génesis.

FAMILIA CENTRAL: Código de dos puntos. Transduce. Centro Cardiaco, Región Ecuatorial.
Integrada por Viento, Mano, Humano y Tierra.
Función: Cavan los túneles.

FAMILIA SEÑAL: Código de tres puntos. Recibe. Centro Plexo Solar, Hemisferio Sur.
Integrada por: Noche, Estrella, Caminante del Cielo y Espejo.
Función: Descifrar el misterio.

FAMILIA PORTAL: Código de cuatro puntos. Transmite, Raíz, Polo Antártico.
Integrada por: Semilla, Luna, Mago y Tormenta.
Función: Abrir los portales, son los portadores de los años.


QUINTA FUERZA GALÁCTICA.

El Umbral Galáctico es tu Destino de vida, la vibración de tu alma.
Esta energía, se interrelaciona con otras cuatro para formar el " átomo de luz" que somos.
Estas son: Kin Guía, Kin Análogo (o pareja planetaria), Kin Antípoda (desafío) y Kin Oculto.
El Kin Guía es la vibración de tu espíritu, la fuerza que impulsa.
El Kin Análogo, pareja planetaria, es la energía más afín, que nos ayuda a crecer como almas. En sus números, tu Umbral más el Kin Análogo, suman 19. Ejemplo: Si tu Umbral es 5 (serpiente), el Kin Análogo es 14 (mago).
El Kin Antípoda, desafío, es la energía que acompaña en estado latente y que, cuando se activa nos ayuda a evolucionar. En sus números, tu Umbral y el Kin Antípoda se diferencian en 10. Ejemplo: si tu Umbral es 5, el Kin Antípoda es 15.
El Kin Oculto es la energía que subyace en lo profundo y sobre la cual no ejercemos control, manifestándose si es necesaria y se dan las condiciones. En sus números, tu Umbral más el Kin Oculto, suman 21 . Ejemplo: Si tu Umbral es 5 (Serpiente), el Kin Oculto es 16 (Guerrero).
La quinta Fuerza es el escudo de energía que codifica el Día, formado por el Umbral Galáctico, al centro y sus relaciones vibratorias resonantes. Una conjunción de cinco fuerzas en forma de cruz, que entretejen la información desde la quinta dimensión o fuerza galáctica y definen la misión del día, así como también las cualidades de sus relaciones.
Estas relaciones vibratorias están, también, planteadas en los colores, que crean tipos entre sí:
Relación antípoda: Se oponen y desafían para fortalecer la memoria.
Rojo – Azul / Blanco – Amarillo.
Relación análoga: Van juntas y dan refuerzo, son las parejas planetarias.
Rojo – Blanco / Azul – Amarillo.
Relación oculta: Representan factores inesperados o escondidos.
Rojo – Amarillo / Azul – Blanco.
Relación guía: Representada por el mismo color que entona y refuerza la misión de la raza.

EL HAAB Y LA CUENTA DE LOS UINALES.

El Haab, calendario Civil de los Maya, es una cuenta que ordena el año Solar en 18 ciclos de 20 días cada uno llamados Uinales y un pequeño ciclo de 5 días llamado Uayeb. Sirve para coordinar los dos ordenes del Tiempo. El orden cíclico, al tener en cuenta el año Solar de 365 días, y el orden sincrónico al mantener la cuenta de 20 días, la trayectoria de los 20 sellos Solares.
Sintonizando el primer día del año con los Glifos Maya que componen la familia Portal, estos son: la Luna roja, el Mago blanco, la Tormenta azul y la Semilla amarilla, según lo menciona la profecía del Chilam Balam, estos son llamados "Portadores de año".

LOS 7 PLASMAS RADIALES.

Los plasmas radiales son fluidos de energía muy sutil desprendidos de los núcleos estelares. Interconectan los distintos planos dimensionales y dirigen la evolución del sistema Solar. Son conducidos al núcleo de los distintos planetas a través de sus polos, activando el desarrollo genético de la evolución de la vida planetaria.
Están representados en siete sellos o símbolos con diferentes cualidades lumínicas y telepáticas que calibran los siete centros energéticos llamados Chakras. Estos centros o Chakras, se encuentran alineados en el cuerpo a través de la columna vertebral.
Los plasmas nos conectan con distintos niveles de la mente y estimulan la telepatía, permitiéndonos mejores percepciones y expansión de la conciencia, alineando nuestro Cuerpo Lumínico con el Cuerpo Lumínico del planeta. A esto se le denomina resonancia Holonómica (cuerpo y alma).
Su visualización y contemplación activa la apertura telepática y la liberación del arquetipo energético contenido en cada símbolo.
Los siete plasmas radiales originan el “Átomo Telepático del Tiempo”.
Este patrón es conocido como el “Heptágono de la Mente”. Esta construcción mental se realiza a través de dos Quantums, y un agente catalítico. EL primer Quantum es Sensorial, y está codificado por los plasmas DALI (Chakra Corona), SELI (Chakra Raíz) y GAMMA (Chakra Tercer Ojo). El agente catalítico se codifica en el plasma KALI (Chakra Sexual). El segundo Quantum es Telepático y se codifica en los plasmas ALPHA (Chakra Laríngeo), LIMI (Chakra Plexo Solar) y SILIO (Chakra Corazón).
Estas energías se conocen, ahora, como los días de la semana, con el fin de activar nuestro cuerpo sutil, diariamente, cuatro veces por Luna, 13 lunas al año.



PRÁCTICA DE SERVICIo PLANETARIo.

¿QUE NECESITA LA TIERRA DE NoSoTRoS?
Necesita que aportemos a la estabilización de sus campos de resonancia, creando un campo unificado de consciencia en el Tiempo.

¿Cómo Podemos Hacerlo?
El Encantamiento del Sueño nos brinda un conjunto de ejercicios telepáticos. Siguiendo la cuenta de las trece Lunas, cada día (Kin) activa una zona de nuestro planeta y uno de nuestros centros biopsíquicos simultáneamente, seguir la Cuenta de los Días es ingresar a la práctica del Mago de la Tierra, la sincronía del Hombre con el Sol que alumbra la vida.

Ficha de auto conocimiento.

La cuenta de las Trece Lunas conserva un orden que es perpetuo y constante a lo largo de tu vida.
· ¿Cual es tu Sello Solar?
· ¿Cual es tu Tono Galáctico?
· ¿Cual es tu Número de Kin?
· ¿Cual es tu Onda Encantada?
· ¿Cual es el Poder de tu Onda Encantada?
· ¿Cual es tu Familia Terrestre?

Localiza en el calendario tu Fecha de Cumpleaños Gregoriana y 13 Lunas.
· ¿Cual es tu Día de nacimiento en las 13 Lunas?
· ¿Cual es tu Luna de nacimiento?
· ¿Cual es tu Plasma de nacimiento?
· ¿En qué semana naciste, número, color?

A lo largo de los años lo que varía son los sellos Solares, con cada cumpleaños transitamos uno de los sellos de nuestra familia siguiendo una secuencia de color y de tono, cuando cumplimos 52 años, vuelve nuestro Kin de nacimiento.
· ¿Cual es tu Kin para este Año? (ve el día de tu cumpleaños en la Bitácora).
· ¿A que onda encantada pertenece?
· ¿Cual es tu quinta fuerza para este año?

viernes, diciembre 07, 2007

Mago Lunar Blanco se Encuentra con Cresta de Garuda de Hierro Negro.


“Y nosotros lo enviamos en una misión a 100,000 hombres o más.
“Y ellos creyeron, así que les permitimos gozar de su vida por un rato.”
- Corán, Sura 37: 147-148


En una fina tarde en una tierra distante, Mago Lunar Blanco se sentó sobre una roca a meditar. El temprano Sol de primavera trajo un leve calor a sus mejillas, y una ligera brisa agitó alborotó su barba, blanca ahora como la nieve del último invierno. Él continuó con su respiración tummo, catalizando la luz-calor desde adentro, hasta que sus venas y canales neurales estuvieron latiendo con un radiante brillo interno. Luego él hizo una pausa para aclarar su mente y recibir el impulso telepático del momento.
Mientras retenía su aliento, sintonizando la periferia subliminal de su lúcida conciencia, una sombra cayó sobre sus ojos. Exhalando lentamente a través de sus labios ligeramente separados, mientras extraía la impresión telepática, él miró. Allí ante él estaba un extraño ser, o así pensó.
Dos fuertes piernas, con pies como de halcón gigante, una capa magníficamente emplumada, o así parecía, y una cara muy interesante, siendo la característica más prominente una nariz que ni siquiera se parecía al pico de un ave fantástica. Unos ojos profundos, destellando fieramente, y con una salvaje mirada clavada bajo una gran cabeza de hierro negro. Era Cresta de Garuda de Hierro Negro, o por lo menos su doble proyectado, inmenso, sobresaliente y maravilloso.
Mago Lunar Blanco estaba muy complacido del encuentro, y con un vigoroso “¡Hey, hola!” se paró sobre sus pies. Aun así, él tenía que mirar comoquiera hacia arriba para tener una buena vista del gran ser que lo encaraba ahora. “¿Y qué pudiera ser lo que te trae fuera del Anillo Solar, Gran Señor del Tiempo?”, preguntó Mago Lunar Blanco, entrecerrando sus ojos para tener una mejor visión de esta maravillosa criatura.
Cuando abrió su aparato en forma de pico para hablar, salieron unos fuertes sonidos, rugientes y presurosos, casi melodiosos, aunque también fieros y gruñentes. Al mismo tiempo, en su mente, Mago Lunar Blanco recibió el más asombroso mensaje telepático:
“Estoy proyectando esta forma para ti de acuerdo a tu capacidad para percibir, ¡oh Mago! Porque si tú pudieras verme verdaderamente en mi esencia, difícilmente podrías ser capaz de soportarlo. Sería como recibir una descarga eléctrica de varios millones de voltios. Pero vengo a ti con un mensaje del Consejo de los Nueve de Sirio.
“Como sabes, siendo un portador del conocimiento siriano del tiempo, tú tienes una gran responsabilidad. Tú te apareces, por supuesto, cada 52 años. Esto es por qué tu responsabilidad es aun mayor, y en esta aparición, estás encomendado con un profundo deber. Debes empezar ahora a preparar el Heptágono de la Mente Interno, para que cuando ese tiempo llegue, una vez que arribe tu hermano, Mago Rítmico Blanco, esté todo listo para que él empiece a reunir los 144,000 y sus semillas remanentes, en dondequiera que puedan estar.”
“¿Y cómo lo voy a hacer?”, Mago Lunar Blanco podía oír su voz a lo lejos.
Una vez más, vinieron de Cresta de Garuda de Hierro Negro unas extrañas, casi terroríficas, aunque hipnóticas declaraciones. Simultáneamente la suave y melodiosa voz telepática continuó su mensaje en la mente de Mago Lunar Blanco.
“Debes entrar en la meditación del cubo. Debes construir el cubo de seis, el cubo 216, y colocarlo alrededor de la Tierra. El Samadhi del cubo es requerido de ti. Después de cada día 28, habrás de renovar el cubo, y habrás de reunir contigo a tantos como puedas para mantener el Samadhi del cubo. Esta es la única forma en que podemos mantener a la Tierra en su marco espaciotemporal sin que se rompa en pedazos. Una vez que hayas mantenido esto en su lugar, permanecerá, permitiendo que cada cubo sucesivo de cada año sucesivo sea construido adentro del cubo maestro del seis.
“Esto es llamado cubicando el desafío. Porque ahora la confusión y la ignorancia están incrementándose rápidamente, el cambio climático está fuera de control, y el potencial para la destrucción absoluta es tan grande, que sólo mediante estos medios invisibles podremos mantener a Velatropa 24.3 en su lugar hasta el cierre del ciclo.
El calmo y firme Samadhi que mantengas en este proceso es absolutamente esencial, porque con cada cubo sucesivo para los siguientes cuatro años, la locura y conflicto interno se incrementarán, provocando más y más actos de insania. Con cada cubo habrá menos espaciotiempo para que más gente elabore los niveles aun mayores de confusión, hasta que ese sistema se colapse. Y cuando lo haga, todos estaremos felices de que hayas establecido el cubo maestro porque estará todavía allí, manteniendo en su lugar a la matriz espaciotemporal de este planeta. Luego, cuando pasemos a través del ojo de la aguja, ahí estará para lanzar la matriz original desde el núcleo solar a la noosfera, ¡originando una nueva raza una vez más!”
“¡Sí señor!”, gritó fuertemente Mago Lunar, deseoso de cumplir su desafío. Tan pronto como sus palabras salieron de su boca, la aparición de Cresta de Garuda de Hierro Negro empezó a disolverse. Todavía flotando, pero totalmente transparente ahora, Cresta de Garuda de Hierro Negro hizo una declaración más, antes de desaparecer completamente:
“Llámalo Cubicando el desafío, oh noble Mago. ¡Sé como un imán! Atrae hacia ti a los otros que ayudarán a mantener la meditación del cubo 216 alrededor de V.24.3, cuando ellos puedan.”
Escalando de nuevo la colina, moteada de flores de la temprana primavera, Mago Lunar Blanco regresó a su cueva. En unos cuantos momentos él había tomado su posición de meditación. Con una intensa y lúcida concentración, visualizó cuidadosamente al planeta en su órbita, y proyectó el cubo 216 alrededor de él, un fino, casi invisible pero ligeramente brillante cubo de proporciones monumentales que mantenía junta la matriz espaciotemporal del planeta fortificado. En el centro del cubo, manteniéndolo constante, él visualizó el planeta como un electrón solar rotando velozmente sobre su eje a medida que orbitaba su estrella nuclear.
Al mismo tiempo, mediante su capacidad multidimensional, él empezó a enviar unas corrientes continuas de ondas mentales magnéticas, sabiendo que algunas de ellas alcanzarían a unos blancos receptivos. Una dejaría una marca en los campos. Otras entrarían en los receptores telepáticos de seres selectos. Pronto, él no estaría solo en cubicar el desafío. La partícula de Dios del electrón solar estaba en camino de convertirse en un plenamente consciente Elemento del Gran Plan.



“De acuerdo con el Programa de Progreso final, el canal de cada quien está abierto en su planeta (en acuerdo con sus niveles de conciencia), ya sea directamente o mediante intuiciones, y todavía están siendo abiertos.”

El Libro del Conocimiento, p. 392

jueves, diciembre 06, 2007

Líderes: ¿temor o empatía?

Por Randall S. Peterson.
Profesor asociado de conducta organizacional del London Business School.

Tal como lo demuestra la evidencia, la parte más importante del trabajo de todo Gerente General consiste en seleccionar y administrar al equipo de la plana mayor. Lo anterior responde a varias necesidades, tales como la de recibir información confiable por parte de los demás gerentes para poder tomar decisiones acertadas, contar con el apoyo de la plana mayor para llevar a cabo cambios a gran escala, y tener la certeza que aunque cambien los gerentes perdurará el legado de la empresa, es decir, sus principios y prácticas.
En el acelerado mundo de los negocios de hoy en día, no es difícil que los rivales logren imitar productos, estrategias de marketing e incluso procesos de fabricación. Sin embargo, lo que no pueden imitar es la sana interacción de las personas, característica esencial de todo equipo de gerentes de la plana mayor que se precie de un desempeño a más alto nivel. Tal como señala Donald Campbell de la Universidad del Estado de Pennsylvania en un artículo de1987, un equipo gerencial de máximo nivel que sistemáticamente logra identificar, escoger e implementar estrategias de éxito, constituye la mayor ventaja de una empresa, pues no es algo que los competidores puedan imitar fácilmente. ¿Pero cómo suelen dirigir los gerentes generales a sus equipos? ¿Existen ciertas estrategias que funcionen mejor que otras? Por mi parte, he llegado a varias conclusiones importantes como consecuencia de una serie de investigaciones que he realizado sobre el tema en los últimos diez años.

Un estilo de administración personal.

La mayoría de los gerentes generales posee una sólida noción acerca de cuál es la mejor manera para dirigir a un equipo. Cuando se encuentre mayormente libre de interferencias externas, el gerente general implementará sus planes con rapidez y a cabalidad. Su estilo gerencial se basará tanto en los años de experiencia como en sus gustos personales.
Los equipos gerenciales de la plana mayor tienden a dividirse básicamente en cooperadores y competitivos. El estilo que ejerza determinado gerente general dependerá de su personalidad, en especial de su capacidad conciliadora.
Un gerente general conciliador tenderá a confiar y a aceptar a los demás, tendrá un carácter cálido y preferirá la cooperación antes que la competencia. Su antagonista se mostrará escéptico ante las ideas, no se dejará impresionar fácilmente y favorecerá la competencia por sobre la cooperación. Sin embargo, históricamente, ni el estilo cooperador ni el estilo competitivo han demostrado mayor eficacia, pues cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas.
En el mundo de los negocios, lo más común es encontrar a un tipo de gerente general no muy conciliador y sumamente competitivo. Líderes tales como Jack Welch de General Electric y Richard Branson de Virgin son reconocidos por su competitividad personal. En su calidad de gerente general, este tipo de líderes suele crear un ambiente laboral competitivo. Los miembros del equipo gerencial de la plana mayor compiten entre sí para impresionar al jefe con sus puntos de vista y para que escoja el curso de acción que ellos le proponen. Los miembros del equipo tienden a operar en forma individual y cada uno de ellos le aporta al líder información de carácter fundamental. De hecho, en este sentido no existe un verdadero equipo, sino más bien una agrupación de individuos no muy unida, donde da la casualidad de que todos se reportan al mismo jefe.
El liderazgo ejercido por Paul Austin representa un ejemplo extremo de este estilo. Austin se desempeñó como gerente general de la compañía entre 1966 y 1980 y definitivamente no se destacó por ejercer un estilo conciliador. Se le conocía como ‘el hombre de hielo’ y tal como señalara en la revista Forbes con respecto a su estilo gerencial: “le gustaba arrancarle todos los pies al ciempiés para ver cómo era en realidad”. En la historia de la Coca-Cola por Mark Pendergrast, se menciona la dureza de Austin para ejercer el liderazgo: “Austin aterrorizaba a sus empleados a propósito. Insistía en que debía existir ‘cierto grado de ansiedad y tensión para que la gente funcionara al máximo de su potencial’ y comparaba esta ‘rapidez nerviosa’ con una ‘cuerda de violín bien afinada’”. Austin, cuya naturaleza era normalmente reservada, en ocasiones desataba (adrede) un temperamento feroz y explosivo que lo hacía aún más temible.
El temor que Austin infundía en sus subordinados directos se transmitía, a su vez, a otros funcionarios más abajo en la estructura jerárquica. Esto generó una cultura donde se exigía máxima lealtad tanto hacia la empresa como hacia el jefe.

El enfoque competitivo.
El estilo competitivo tiene varias fortalezas, como generar lealtad hacia el líder y crear una estructura clara al enfatizar que el líder es quien tiene la responsabilidad última sobre todas las decisiones. Además, se centra en el hecho de que cada uno de los miembros del equipo se responsabiliza por garantizar el mejor desempeño individual. Para que este estilo funciones, es necesario que el líder posea curiosidad intelectual y la suficiente flexibilidad como para presionar y obtener las mejores respuestas posibles a las preguntas. Cuando un líder es capaz de escuchar atentamente los argumentos de los gerentes de la plana mayor y formular las preguntas adecuadas, la ventaja será que obtendrá varias perspectivas independientes sobre el problema en cuestión, además de la lealtad necesaria para una implementación eficaz.
Pero este estilo exigente y competitivo puede resultar contraproducente en dos sentidos. Primero, puede que la lealtad evite que los gerentes de la plana mayor aporten puntos de vista independientes, pues con tal de demostrar lealtad, sólo le dirán al líder lo que éste desea escuchar. En efecto, ésta es una de las principales quejas de los gerentes de la plana mayor y, probablemente, permita ese antiguo dicho de que ‘en la cima se está solo’. Sin embargo, no tiene que qué tener un efecto letal. El éxito de una situación de esta naturaleza dependerá de la habilidad del gerente para formular las preguntas importantes y tomar las decisiones que corresponda. En pocas palabras, cuando la lealtad hacia el líder sea la fuerza motriz, el éxito dependerá de su agresividad y capacidad intelectual.
La segunda forma en que un estilo de liderazgo competitivo puede resultar contraproducente – y la más peligrosa – es cuando la competencia entre los miembros del equipo se vuelve demasiado acalorada y conduce hacia la autodestrucción. Los gerentes de la plana mayor tienden a debilitarse unos a otros en lugar de impresionar al jefe con los méritos de sus argumentos. Esto constituye un riesgo particular cuando el líder tiene claros favoritismos. Si determinado gerente de la plana mayor considera que no logrará el éxito mediante la persuasión, puede que intente dañar la credibilidad de alguno de sus colegas.
Si bien su estilo tuvo un éxito extraordinario durante la mayor parte de su liderazgo, lo siguiente explicaría, aparentemente, lo que le ocurrió a Austin hacia fines de su período en la Coca.cola. roberto Goizueta, Don Keogh, Luke Smith e Ian Wilson competían entre sí para ocupar el puesto de Austin en 1979. Todo parecía indicar que Smith sería el próximo sucesor de Austin, hasta que alguien del equipo logró acercarse a Austin y Smith fue abruptamente despedido, lo que dejó nuevamente abierta la competencia. Estos juegos políticos distrajeron la atención del grupo de los negocios y contribuyeron al desastroso desempeño financiero que la empresa mostrara a fines de los setenta (incluso al compararlo con los resultados de otras importantes compañías en ese período).

Cooperación.
En el otro extremo de la balanza se encuentra el líder cooperador y conciliador que incentiva a los gerentes a trabajar en conjunto y a compartir información importante para lograr el consenso. Por lo tanto, las diferencias de categoría y poder entre los miembros revisten menor importancia y se recompensa el compartir el poder. Por ejemplo, estudios recientes llevados a cabo por Dean Tjosvold de la Universidad Lingnan, señalan que los líderes con una personalidad cálida tienden a incentivar la unidad del grupo.
El sucesor de Austin en la Coca-cola constituye un buen ejemplo de este tipo de líder. El cubano Goizueta poseía un fuerte estilo latino y una personalidad muy conciliadora. Fomentaba las buenas relaciones al interior del equipo gerencial y se esforzaba para lograr su unión. El hecho de que los miembros del equipo estuviesen acostumbrados a trabajar solos dificultó particularmente su tarea, eso sin mencionar el hecho de que la mayoría de estos gerentes habían sido candidatos potenciales a la sucesión del cargo. No obstante, Goizueta conservó a las personas clave que heredó en su mando y los alentó para que trabajaran como un equipo.
Las fortalezas del estilo cooperador radican en que existe una mayor probabilidad que el grupo tome decisiones superiores, pues en él se conjugan diversos conocimientos especializados. Además, este tipo de grupo suele tener mayor espíritu empresarial, porque sus miembros experimentan un mayor sentido de pertenencia hacia los problemas del grupo y de la organización, y se sienten más habilitados para poder resolverlos. Para que funcione el estilo cooperador, el líder deberá centrarse por igual en la calidad de las decisiones comerciales así como en mantener la calidad de las relaciones interpersonales. Si el líder se deja abrumar por el enfoque en las relaciones, ello puede conducir al pensamiento grupal.
Irving Janis de la Universidad de Yale fue quien propusiera por primera vez el concepto del pensamiento grupal. Janis señaló someramente algunos rasgos de conducta comunes que exhibían los grupos de toma de decisiones de alta gerencia que únicamente se centraban en establecer relaciones entre sí. Descubrió que las decisiones de consenso pueden llevar al grupo a pensar que todas sus decisiones son perfectas y a sentir que pueden presionar a los detractores para que no se manifiesten e, incluso, a aplicar la autocensura si ellos mismos tienen dudas. En la historia encontramos algunos ejemplos pertinentes al pensamiento grupal, como la decisión de la Administración Kennedy de invadir Bahía de Cochinos en 1961 y la decisión del gabinete británico de aplacar a la Alemania nazi en los años 30.
Cuando el pensamiento grupal centra la atención en las relaciones al interior del grupo, existen muchas más posibilidades de que se tomen decisiones desastrosas, ya que los participantes prefieren evitar los conflictos antes que discutir los problemas a fondo. Esta noción ha sido respaldada por una investigación realizada recientemente por el profesor de psicología, Charlan Nemeth, quien descubrió que la exposición a muchas ideas distintas cumple un papel fundamental en lo que se refiere a mejorar la calidad de las decisiones grupales de todo tipo, incluidas aquellas que toman los equipos de la gerencia superior.
Hay otro aspecto en que los líderes que ejercen un estilo cooperador pueden resultar vulnerables. Con frecuencia forman equipos homogéneos que no entran en conflicto porque todos los integrantes piensan en términos similares. Los líderes conciliadores se ven tentados a seleccionar a las personas según lo bien que se lleven con los demás miembros del equipo, en lugar de escogerlas por la diversidad de sus conocimientos y especialidades.
Por ejemplo, la reciente labor llevada acabo por Kathleen Eisenhardt y colegas de la Universidad de Stanford permite ilustrar la relación que existe entre las decisiones tomadas por los equipos gerenciales de la plana mayor y la heterogeneidad de los conocimientos, especialidades y funciones. Es muy posible que la ausencia de tal diversidad en estos aspectos haya influido en la desastrosa decisión que tomara el equipo de Goizueta para lanzar la Nueva Coca-Cola sin realizar una investigación acabada que hubiese podido contribuir a su éxito.

Mirar al futuro.
Al comienzo de este artículo, señalé que a través de la historia no se ha demostrado que ninguno de estos dos estilos de liderazgo haya tenido mayor éxito que el otro. Pero el contexto de los negocios se encuentra en proceso de cambio y las empresas se enfrentan a un nivel de incertidumbre sin precedentes. Factores tales como el constante crecimiento de la competencia global, el desarrollo a pasos agigantados de la tecnología, la fluctuación errática de la economía situaciones políticas impredecibles, han hecho que el mundo de los negocios sea cada vez más dinámico.
Para tener éxito en un escenario de esta naturaleza, los gerentes generales y los equipos gerenciales de plana mayor deberán estar preparados para enfrentarse a situaciones impredecibles, lo que favorece un enfoque más cooperador. Al trabajar con Beta Manis de la Universidad de Cornell en este tema, considero que los equipos gerenciales de éxito deberán contar con las siguientes características:
1. Deberán abrazar la paradoja común en administración que es predicar valores estables, pero, al mismo tiempo, ser capaces de cambiar constantemente de táctica para lograrlos.
2. Deberán ayudar a los gerentes de niveles más bajos, para que enfrenten la ambigüedad de tener que tomar decisiones sin contar con toda la información. Si bien éste solía ser el terreno exclusivo de los gerentes de la plana mayor, cada vez resulta más común para los gerentes de niveles más bajos, debido al acelerado ritmo de los negocios hoy día.
3. Deberán tener un mayor espíritu empresarial. El éxito radica en la rapidez y la experimentación más que en una implementación impecable. Es casi imposible triunfar hoy si nos quedamos mirando desde la segunda fila.
En consecuencia, las organizaciones dinámicas resultan más adecuadas para aquellas personas que están dispuestas a aceptar los cambios y que son capaces de trabajar en forma colaboradora con una diversidad de personas, muchas de las cuales quizá apenas conozcan pues las circunstancias son cambiantes. La clave para que los equipos gerenciales de la plana mayor logren el éxito en el futuro, reside en un enfoque más cooperador y orientado al trabajo en equipo.

Modelo de Gerente General y equipo gerencial de plana mayor

COMPETENCIA

COLABORACIÓN
Bajo
Nivel de conciliación
Alto
Competitivo
Orientación hacia los demás
Cooperador
Serie de individuos
Administración del equipo
Verdadero equipo
Estructura y responsabilidades claras
Mayor fortaleza
Conocimientos expertos compartidos
Autodestrucción del grupo
Peor vulnerabilidad
Equipo homogéneo sin conflictos
Predecible
Mejor ambiente
Dinámico

Comentario Pontificia Universidad Católica
Líderes: ¿temor o empatía?
Ana María Bravo. Ingeniero Comercial y MBA, Pontificia Universidad Católica de Chile. Profesora Escuela de Administración UC.
El artículo del profesor Peterson reconoce que si bien las teorías del comportamiento organizacional y del liderazgo permiten hablar de líderes que promueven la competencia y líderes que promueven la colaboración en sus empresas, no logra establecer u punto óptimo de competitividad y colaboración. En mi opinión, cuando se promueve la competencia en una compañía o lo que mal llamamos la ‘sana competencia’, el juego que se establece es uno de ‘ganar-perder’, ya que siempre que una unidad de negocio gana, otra debe estar perdiendo algo. Por el contrario, con un esquema de colaboración se obtiene un ‘ganar-ganar, que logra que todos salgan favorecidos. Incluso ya no es raro ver que empresas que antes competían ahora colaboran, es el signo más evidente del cambio producido.
Pensemos en las empresas en las que nos toca participar y el entorno que ellas enfrentan hoy. Este es cada vez más dinámico, con crisis externas, guerras, políticas internacionales que impactan los negocios de todo el mundo. La globalización es una realidad que, nos guste o no, llegó para quedarse, y que hace que las variables involucradas en el éxito empresaria, sean cada vez más y de una mayor complejidad. Aprender a convivir con esta turbulencia externa reforzada por los acontecimientos propios del país y de cada industria, obviamente impactan el desempeño de las empresas y de sus ejecutivos.
Quienes pueden enfrentar con mayor dominio y efectividad este entorno son aquellos que son capaces de considerar el cambio permanente como un aliado que otorga oportunidades insospechadas, más que un enemigo que hace más difícil el trabajo.
Esta característica que parece bastante obvia a estas alturas, no es fácil de encontrar y muchos son los que pagarían porque este tipo de ejecutivo pudieran conseguirse fácilmente. Los líderes colaboradores son en esencia personas que ven el mundo de esta manera, que no se creen poseedores de verdades absolutas, son positivas, motivadores y capaces de valorar el cambio permanente como una oportunidad para obtener mejores resultados.
La conformación de equipos de alta dirección estará compuesta por ejecutivos con experiencia comprobada en los cuales si bien se valorarán los conocimientos de variada índole siempre será fundamental las habilidades sociales que muestren. Una vez formado el equipo, el líder debe ser capaz de transmitirle la motivación necesaria para que todos sus integrantes sientan que esta es una ‘aventura en la que todos estarán involucrados y que los resultados deseados serán una responsabilidad compartida’. El líder sabe que su rol será alentar al equipo y guiarlo adecuadamente, estando alerta, en todo momento, de que las señales que genere sean adecuadas para la motivación. Debe ser capaz incluso de analizar imparcialmente los fracasos y lograr un aprendizaje colectivo.
Un equipo de alta gerencia obviamente debe lograr que los ejecutivos de rango menor se comprometan con los lineamientos planteados, para que este liderazgo fluya y atraviese la organización. Sin embargo, y lo que muchas veces olvidamos especialmente en nuestra cultura empresarial latinoamericana es que para que el éxito sea sostenido en el tiempo, esto debe estar alineado a políticas de dirección de personas que se constituyen en el instrumento que permita al líder lograr impregnar sus ideas y motivaciones hacia toda la organización. Me refiero a procesos de selección adecuados, avaluaciones de desempeño que se enfoquen en las características adecuadas, sistemas de remuneración acorde con los objetivos planteados.
Pienso que el artículo es valioso en lo que se refiere a las caracterización de los líderes con que nos podemos encontrar en la realidad, sin embargo, no se juega por ninguna de las opciones, por lo cual no ayuda a despejar la incertidumbre de estos tiempos.

Comentario de Enrique Mena Caviedes, el Maestro de Maestros, el gurú Absoluto del Universo, Dios encarnado en la Tierra.

1. Sobre el artículo del inglés lameculos, no sólo no se moja el potito, sino que trata 'subliminalmente' de desacreditar el estilo 'cooperador', como él lo llama. Prueba de ello es que elige, entre los miles de ejemplos posibles de este 'estilo' de liderazgo, dos experiencias políticas que la historia demostró fallidas: Bahía de Cochinos el '61 y el Pacto de Munich el '36. ¿Por qué no nombró, por ejemplo, la política de Roosvelt de, literalmente, 'mantener' a flote a Inglaterra y la URSS, al mismo tiempo, durante la 2ª G.M? Para rematar, eligió como ejemplo de este 'estilo' en la gerencia de una gran empresa al pobre Goizueta, al que lo culpó de todos los fracasos de la Coca Cola, sin ponderar lo suficiente que la alta gerencia venía de un 'estilo' 'estanilista' de gerencia anterior, por lo que ni ca podía comprender, menos aceptar, uno más 'humano'. El viejo simplemente deforma el concepto, porque rápidamente lo lleva a lo que se denomina 'pensamiento grupal', siendo que lo principal del enfoque cooperativo sigue siendo el objetivo de la empresa, sólo que este objetivo es realizado de mejor forma si todos nos tratamos como 'seres humanos' y no esclavos. Esto no lo dice el viejo, por lo que el viejo simplemente sigue pensando que a la gente se le debe tratar con un látigo para que haga su trabajo y que si el 'líder' se 'ablanda', llegará el caos a su empresa u organización.
2. Sobre el comentario de la niña de la ponticuica, digo lo mismo que ella dijo del viejo y que, de una u otra manera, insiste en creer lo mismo.

Cualquier sugerencia, ya saben dónde ubicarme.

martes, diciembre 04, 2007

CONTINUUM AETERNUM

Del infrarrojo al ultravioleta
hay un camino electromagnético.
De la libertad al destino, también.

sábado, diciembre 01, 2007

DESPERTANDO LA VISIÓN DE UN NUEVO TIEMPO.



"La Revolución del Tiempo es una revolución de la mente,
y su propósito es la evolución espiritual Humana".


¿QUÉ ES LA LEY DEL TIEMPO?

Con el descubrimiento de la “Ley del Tiempo”, se establece que el TIEMPO es una FRECUENCIA DE VIBRACIÓN. A esta conclusión llegó el matrimonio formado por José y Lloydine Argüelles, basándose en las claves matemáticas contenidas en los calendarios de la Cultura Maya.
La Ley del Tiempo, no es otra cosa que la manifestación de la frecuencia natural del Tiempo expresada en la relación 13 es a 20. Todo en el Planeta está gobernado por esta relación, que establece la sincronía cuatridimensional del orden de la vida, a través del entendimiento del Tiempo.
Esta ley se expresa:
T ( E ) = ARTE, Energía factorizada por Tiempo es igual a ARTE, es decir, la energía puesta en movimiento a través del Tiempo es expresada siempre como un suceso armónico que tiende a la belleza, es por esto que Todo en la naturaleza es intenso y hermoso.
La Ley del Tiempo es una ciencia que se conoce como Holonómica, o Ciencia del Entero, que es el estudio de los Sistemas Totales. El principio holonómico define al Universo como un ser íntegro, en que cada parte constituye un reflejo del entero. El término Holonómico se asocia también a Holístico, es decir, un conocimiento que es simultáneamente intuitivo y racional, científico y artístico, que no discrimina el prisma de observación con que se describe.

NATURALEZA DEL TIEMPO.

El Tiempo es la atmósfera de nuestra mente, la cuarta dimensión. Experimentar la cuarta dimensión es vivir en el aquí - ahora. Esta es la puerta a una percepción distinta de la realidad, otra dimensión del Ser, que sólo puede ser percibida a través de la mente. El plano físico, la tercera dimensión, sólo puede ser trascendida por la mente, por lo tanto conectarse con la frecuencia natural del Tiempo es abrir nuestros canales a la multidimensionalidad de la percepción.
El Tiempo es Mental, vivir el aquí - ahora es conocer el No Tiempo. Entrar en el No Tiempo es vincularse con la armonía del entero, sentirse integrado al universo y con la totalidad de la naturaleza. Esta experiencia fue lograda por místicos y religiosos, como por ejemplo, Francisco de Asís, alcanzando un estado de expansión y conexión con todas las especies y reinos. El encuentro con el espíritu, el Ser, el Uno.
Este entendimiento permite descubrir la Naturaleza del Tiempo, expresada como luz que informa la vida. A partir de esto, la mente va creando la realidad, física y emocional. Así la frecuencia de Tiempo en la que vivimos irradia a la vida como individuos, especie humana y comunidad, determinando su desarrollo evolutivo.


ORDEN CíCLICO del tiempo.

CALENDARIO DE TRECE LUNAS, ORDEN CÍCLICO:
Este orden muestra el aspecto cronológico, o de medición lógica del tiempo, que se manifiesta en el orden biológico de manera cíclica, por ejemplo, cuando apreciamos los distintos períodos, día y noche, las estaciones, el ciclo de la Luna y el Sol, el biorritmo, el crecimiento de las plantas, y muchos otros. Este patrón de Tiempo está marcado por ritmos naturales. El ciclo mayor corresponde a la traslación de la Tierra alrededor del Sol (365 días), que medimos en 13 Lunas de 28 días como patrón armónico, (364 días) más un día extra, el día Fuera del Tiempo que conecta el patrón Solar con el patrón Lunar. El Orden Cíclico, nos da el entendimiento que la naturaleza se manifiesta en forma cíclica, entonces: ¿Por qué no seguimos sus ciclos?

ORDEN SINCRÓNICO DEL TIEMPO.

ENCANTAMIENTO DEL SUEÑO (Tzol Kin), ORDEN SINCRÓNICO.
Tiempo de cuarta dimensión, el “ahora radial”, permite la sincronización con el orden y movimiento del planeta, la galaxia y el Universo. El aspecto sincrónico es la pauta que conecta las partes al Todo. Este es el orden consciente del Tiempo, unifica y entreteje las distintas dimensiones. Este principio del Tiempo sólo puede ser percibido por la mente.
El orden sincrónico es el orden cósmico que se manifiesta como la matriz 13 es a 20, el Tzolkin o Cuenta Sagrada de los Mayas, de 260 unidades.

¿QUÉ ES UNA FRECUENCIA?
Una Frecuencia es un estado de vibración. Toda vibración es una pulsación de onda, que tiende a repetirse en ciclos, por ejemplo el día (Sol) y la noche (Luna), que comúnmente llamamos un Día, es un ciclo y también es una frecuencia.
El Tiempo es una frecuencia. Los ciclos naturales son pulsaciones de ondas rítmicas que se manifiestan con una frecuencia regular, como por ejemplo, las estaciones del año, las fases Lunares, las pulsaciones del corazón, la menstruación femenina, el ciclo de fertilidad humana en nuestras mujeres, la gestación humana y si seguimos encontramos que nuestras vidas son una frecuencia en constante dinámica cíclica.

FRECUENCIA NATURAL Y ARTIFICIAL
El Tiempo biológico es natural, nuestra vida esta regida por ciclos rítmicos que nos permiten evolucionar en armonía con la totalidad.
Las leyes naturales son de “orden cósmico” y si no las respetamos, alteramos la percepción de la realidad, la sacamos de su armonía, la mecanizamos, y nos desconectamos de ella.
Este Tiempo biológico esta expresado como la frecuencia 13 es a 20. El 13 está en el cuerpo humano, 13 articulaciones mayores; en nuestros astros, 13 Lunaciones en un ciclo Solar; en nuestras mujeres, 13 ciclos femeninos de 28 días. El 20, en los dedos de manos y pies; en el Sol, veinte vibraciones Solares.
El Tiempo artificial es producto de una invención humana que nos desconecta de nuestra naturaleza, provocándonos conflictos con el Tiempo interno y todo el Medio ambiente.
Conocemos instrumentos que pretenden medir el Tiempo como el Calendario Gregoriano y el Reloj Mecánico, estos establecen una frecuencia artificial, 12 es a 60, de doce meses irregulares y dos ciclos de 12 horas de sesenta minutos la hora.
Esta frecuencia 12 es a 60, surge de utilizar una medida de espacio, (dimensión física), para calibrar el Tiempo, (dimensión psícoperceptual). Un año, dividido en 12 partes desiguales, para medir el ciclo elíptico generado producto del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol. A esta medida incorrecta, se agrega también la mecanización por medio del reloj, para medir el ciclo bifásico de día y noche. Todo esto un error y una distorsión, que saca la naturaleza cíclica del hombre y la mecaniza en irregularidades, de las cuales somos prisioneros.

¿Qué ES UN CALENDARIO?

Es un calibrador de ciclos, celestiales, terrestres y biológicos, que sintoniza todos los sistemas con los patrones del Tiempo universal.
Un calendario es un instrumento para medir el Tiempo, que programa la vida.

¿Qué MIDE?

El ciclo galáctico, Solar (365 días), Lunar (28 días), semanal (7 días), y diario.

¿Qué FUNCIÓN CUMPLE UN CALENDARIO?

Tiene la función de ordenar la mente y sintonizarnos con los patrones reales del Tiempo que marca la naturaleza. Además, es un convenio para nuestra organización social. A través del calendario conservamos las pautas sociales, registramos nuestras vivencias, y recuerdos, entre otras cosas. Por ejemplo: el Calendario Gregoriano vigente, cinco días laborales y dos días de fin de semana, los meses de trabajo y el Tiempo de vacaciones, las fiestas patrias, fiestas religiosas, año nuevo, y otras.

¿SABES CUAL ES EL ORIGEN DE LA PALABRA CALENDARIO?

Calenda, fue el nombre latino dado por los romanos a un libro de cuentas, donde en el primer día de cada mes se registraban los impuestos o deudas que se debían pagar. Esta palabra establece la idea de que "el Tiempo es dinero". Una palabra más apropiada para registrar el Tiempo sería entonces, cronómetro o simplemente cuenta.

¿CONOCES LOS DIFERENTES TIPOS DE CUENTAS QUE EXISTEN?

· CUENTA SOLAR - LUNAR: Sistema prehistórico, Polinesio, Celta, Inca, basado en el promedio de los 28 días que hacen las 13 Lunas, más un día para completar la órbita Solar.

· CUENTAS LUNARES: Japonesa, China, Islámica, Hebrea, basadas en las doce Lunaciones del ciclo sinódico de la Luna (29,5 días). Un año Lunar de 354 días que no tiene en cuenta la órbita Solar.

· CUENTA GALÁCTICA SOLAR- LUNAR: El sistema de cuenta más sofisticado de la historia, porque considera a la estrella Sirio para el inicio del año. Este registro de Tiempo fue utilizado solamente por dos culturas: la Maya y la Egipcia, en el calendario de Thot. Ambas sintonizaron el despuntar de Sirio, en su alineación con nuestro Sol, el 26 de Julio de cada año Gregoriano.


Calendario Gregoriano
Cuenta 13 Lunas
Origen
Babilónico
Universal
Patrón
Solar
Galáctico-Solar-Lunar
Inicio de Ciclo
1/1 Día dedicado a pagar la calenda
26/7 Sol alineado con Sirio
Unidad de medida
Unidades irregulares arbitrarias y artificiales.
12 meses, de 28, 30, 31 días.
Regulares, armónicas y naturales.
13 lunas de 28 días
Concepto de tiempo
- Unidimensional
- Centrado en el pasado, presente y futuro.
- Lineal cronológico
- El tiempo como función del espacio.
- Tercera dimensión
- Multidimensional
- Centrado en el aquí ahora.
- Radial, sincronológico
- El tiempo como función de la mente.
- Cuarta dimensión
Efectos/ consecuencias
Conflicto, irregularidad, separación, individualismo, desigualdad
Confianza, armonía, regularidad, conciencia unificada, integridad
Filosofía
El tiempo es dinero
El tiempo es arte

CUENTA VIGESIMAL: CÓDIGO 0 – 19 SISTEMA DE NOTACIÓN BINARIA DE PUNTO Y BARRA.
La matemática de los Maya está basada en una cuenta de base veinte, expresada en una notación binaria porque el dos es la base numérica de veinte. Los componentes son: un punto para indicar la unidad, una barra que equivale a cinco unidades y un círculo con una barra que representa el veinte y/o cero. Cada uno de estos veinte números tiene un valor icónico, flexible, que avanza en niveles ascendentes.



Los sELLos o TRIBUS SolARES.

Las veinte ubicaciones posicionalmente verticales en el Tzolkin son conocidos como los Veinte Sellos sagrados dentro de la cosmovisión Maya. Estos Glifos, tribus o sellos, son en esencia “activadores de memoria”, son estructuras resonantes, campos de forma vibratorios que informan y alimentan a nuestro Holón o cuerpo de energía.
Se denominan Sellos Solares porque son frecuencias o esencias solares. El origen de estas 20 frecuencias es el ciclo de respiración de nuestro Sol. Esta función binaria de inhalación y exhalación hace que surja esta codificación energética, en cada órbita planetaria, creando dos flujos por órbita, uno de inhalación y otro de exhalación.


Descripción DE LAS VEINTE TRIBUS.

1. DRAGÓN – IMIX: Chakra laríngeo, dedo índice de la mano derecha. Familia Cardinal. Proximidad cósmica en relación al aspecto femenino de la vida. Principio de Unidad, Sustento de vida. Representa la memoria y la puerta de conocimiento, origen de todo, principio creador, símbolo sexual, descendencia numerosa, energía de la sangre.
De la raza Roja, es el poder del nacimiento. Esta tribu tiene como misión iniciar seres, proyectos, grupos. Mantener, nutrir, y acompañar en su desarrollo. Su acción es nutrir, entregar lo necesario para concretar el crecimiento de las cosas o seres que inicia. Son personas enérgicas, creativas y dominantes. Su misión sublime es despertar la memoria cósmica e iniciar seres en el camino de regreso a la Fuente. Es el maestro iniciador. Es el fuego interior que impulsa a iniciar.

2. VIENTo - IK: Chakra cardíaco, dedo mayor de la mano derecha. Familia Central. Proximidad cósmica al aspecto masculino de la vida. Dios del viento.
De la raza Blanca, es el poder del espíritu. Respiración, aliento divino, energía cósmica, principio vital. Corresponde en el plano físico al sistema respiratorio. Las personas de esta tribu son mentalmente activas, tienen pensamientos expansivos, gran imaginación e idealismo, son comunicativas y en la vida cotidiana pueden ser locutores o periodistas, esto si descubrieron su misión a través de la vocación.
Esta tribu canaliza su energía transmitiendo la espiritualidad a través de la comunicación. Su acción es comunicar a través de la palabra, transmitir nuevos pensamientos desde la expansión de su mente.

3. TRiBU NOCHE - AkBal: Chakra plexo solar, dedo anular mano derecha. Familia Señal. Introspección, santuario interno, misterio, profundidad.
De la raza Azul, es el poder de la abundancia. El poder mental, la intuición, la percepción. La tribu noche es el lugar cerrado y oscuro, el lugar del misterio, también de protección del espíritu, dando condiciones para que éste se desarrolle, por eso es el poder de la abundancia que se manifiesta en todos los aspectos.
Las personas de esta tribu manifiestan en el plano físico la abundancia. Tienen conexión telepática durante los sueños, recibiendo mensajes e información. Poseen gran fortaleza espiritual y poder mental, con capacidad de concretar sus sueños y pensamientos, son protectoras y acogedoras, reveladoras de misterios, desarrollan la intuición, la inspiración y la percepción. En el cuerpo físico se relaciona con la cabeza. Son prácticas y organizadas. Su acción es soñar despertando la intuición.

4. TRIBU SEMILLA - Kan: Chakra raíz, dedo meñique mano derecha. Familia Portal. Poder de ordenamiento del crecimiento espiritual, a través del florecimiento de la idea del Ser.
De la Raza Amarilla, es el poder del florecimiento, potencial de la vida. Se relaciona con el acierto en el Tiempo de la siembra y la cosecha, lo que lleva implícito el ser atinado. Conocer el momento preciso de la acción, estar atento. Interés cósmico por los misterios de la Creación, se relaciona con el mundo a través de los cinco sentidos físicos. En el cuerpo físico está relacionada con el aparato reproductor. Es el germen de la vida. Las personas de esta tribu son instintivos, comprometidos, dinámicos, dedicados y eficaces. De altos ideales suelen dedicarse a la docencia, su misión es hacer florecer el espíritu de los demás, ayudar a crecer, a madurar. Esta tribu le marca la misión a la raza amarilla. Su acción es el atinar.

5. TRIBU SERPIENTE – Chicchan: Chakra coronario, dedo grande del pie derecho. Familia Polar. Poder vital del crecimiento corpóreo, sistema nervioso. Analítico y certero, integración de funciones físicas. Fuerte consciencia de la individualidad.
De la Raza Roja, es el poder de la fuerza vital. Es el flujo de naturaleza primitiva existente en todo. El conocimiento instintivo e intuitivo necesario para la supervivencia que abarca tanto a las más elevadas como a las más bajas formas de existencia, representando y transportando este entendimiento a distintos niveles de consciencia. Energía sexual y vital, como impulso de reproducir la raza. Poseen magnetismo, consiguen destacarse, son constructivos, creativos y de gran poder emocional. Protector de la naturaleza, trabajan para preservar las especies, tienen gran poder de recuperación, energía y resistencia física, amantes de la vida al aire libre, los deportes y travesías. Su acción es sobrevivir, transformarse en el ave fénix que renace de sus propias cenizas. Cambiando la piel para un nuevo ciclo.

6. TRIBU ENLAZADoR DE MUNDoS – Cimi: Chakra laríngeo, segundo dedo del pie derecho. Familia Cardinal. Poder de la muerte como redención y entrega. Apertura individual del alma.
De la Raza Blanca, es el poder de la muerte. Puente de comunicación entre los mundos, el contacto con otras dimensiones de la vida. Trasciende la muerte mostrando que es un simple pasaje de estados. El que muere a viejos rencores, historias, odios, amores, adaptándose a los cambios, renunciando al ego. Se entregan a la gracia de lo superior, constantemente, para renacer. Deja lo viejo sin dolor y toma lo nuevo con naturalidad. Vive en el reino de la razón y la actividad mental. Tienen capacidad de conectarse con energías ancestrales para esclarecer situaciones. Son serviciales, muy responsables y exigentes consigo mismos. Deben trabajar el desapego, material, emocional y mental.
En la vida cotidiana actúa como nexo entre las personas, haciendo relaciones publicas. Su acción es igualar. Las personas de esta tribu deben comprender el proceso de trascendencia de la muerte física como algo natural en el proceso evolutivo.

7. TRIBU MANo - Manik: Chakra cardiaco, dedo medio del pie derecho. Familia Central. Representa la perfección de lo material como superación del ego.
De la Raza Azul, es el poder de la realización. Esencia de evolución y crecimiento en dirección a la superación. El que conoce la realización de las cosas, se proponen algo y lo concretan. Su misión es plasmar en el plano físico la concreción, la realización, sobre todo de la sanación. Esta tribu posee la avidez del conocimiento sobre el cuerpo físico y espiritual, por eso concreta la curación. Las personas de esta tribu suelen ser médicos, veterinarios, dentistas, psicólogos, sanadores en potencia, a través de terapias alternativas. Son previsores, trabajadores, responsables, generosos, amantes de la vida, razonadores, mentales, comprometidos con el trabajo social, cooperadores, sagaces y visionarios. Su acción es conocer con el fin de curar.

8. TRIBU ESTRELLA – Lamat: Chakra plexo solar, cuarto dedo pie derecho. Familia Señal. Potencial de integridad individual para el despertar interno. Consciente de su meta, luz de amor, la belleza del plano cósmico.
De la Raza Amarilla, es el poder de la elegancia. El arte, el buen gusto, la ética, la estética, la armonía, la feminidad. Las personas de esta tribu están cerca siempre de lo sencillo, lo medido, y de la inteligencia. Necesitan armonizar las ideas y energías que los rodean. Mente dinámica capaz de establecer relaciones y una gran intuición. Suelen ser escritores, pintores, artistas, músicos, arquitectos, diseñadores. Son muy activos y necesitan expresarse desde su cuerpo. Embellecen todo, tienen gusto exquisito, son talentosos, elegantes, pulcros.
La estrella es la estética, la ética, la belleza del plan cósmico y del mismo Ser, el conocimiento de que el amor es la armonía entre los seres. Es la sensualidad que tiene que ver con todos los sentidos. Su acción es embellecer.

9. TRIBU LUNA – Muluc: Chakra raíz, dedo meñique pie derecho. Familia Portal. Principio de comunicación y expansión de la vida superior. Inicia y genera el principio creativo a través del flujo, y también lo formula y transmite.
De la Raza Roja, es el poder del agua universal. Una gota de agua simboliza, simplemente, la fuente de vida. El flujo continuo que recrea todo lo creado, su esencia es la interdependencia y conexión existente entre todas las cosas. Es la purificación, la limpieza de nuestros cuerpos, la limpieza planetaria a partir de la ecología, o la alimentación. Una persona de esta tribu busca su purificación y la de los demás. Son seres puros, sinceros, sensibles, cándidos e inocentes, de emociones fluctuantes y profundas, de naturaleza impulsiva y flexible, carismáticos, imaginativos y de mente independiente. Su misión es la purificación de todo el ser, sobre todo del plano emocional. Su acción es purificar abriendo sus canales para equilibrar su psiquis con sus emociones y actuar como un canal de comunicación entre dimensiones.

10. TRIBU PERRo – oc: Chakra coronario, dedo pulgar mano izquierda. Familia Polar. Principio de lo emocional, vincula emociones y amor creando sentimientos. Habilidad de focalizar y percibir diferentes grados de consciencia y sabiduría.
De la Raza Blanca, es el poder del corazón. Sensibilidad de instinto primario y desarrollo de niveles de intuición que lo conectan con el ser interior, comunicación con el alma a través de la fuerza del deseo, intención. Representa el amor y la lealtad. Guardián, protector de sus seres queridos. Las personas de esta tribu se realizan amando. Leales, honestos y fieles por naturaleza. Afectuosos, generosos, valientes. Se embravecen por defender a los suyos. Reconocidos y respetados por su sabiduría. Si están receptivos, sienten el verdadero amor en forma incondicional y son en primer lugar leales y fieles a su Ser interno. Su acción es amar. Deben focalizar su trabajo en superar las emociones que limitan su conexión espiritual. Necesitan variedad en la vida, trabajan en equipo, son buenos lideres, diplomáticos, saben mostrar sus ideas.

11. TRIBU MoNo – Chuen: Chakra laríngeo, dedo índice mano izquierda. Familia Cardinal. Opera a partir del mundo emocional y psíquico. Establece el puente entre etapas evolutivas, de lo emocional a lo mental. Interrelaciona los hemisferios cerebrales, la psique y la lógica.
De la Raza Azul, es el poder de la magia. Su esencia es la creatividad, unir el placer en cada proceso de la vida. Se permite, disfruta de la vida, juega, se conecta con lo mágico de las cosas. Es la cualidad vibratoria que recrea lo ya creado, la magia, el truco, lo artístico y artesanal. Conocimiento para comprender la unidad y las partes. Invita a proceder de forma espontánea e imprevisible y a creer en la magia del momento. Son indagadores, curiosos, hábiles, artistas. Si están despiertos disfrutan de la vida, son como niños. Alegres, buscan la magia en todo y, a través de ella, perciben y transforman su entorno para crecer. Tienen una visión mágica de las personas y conectan su esencia. Su acción es jugar. Transforman a través del truco, el juego, la risa, crean la ilusión. Ágiles, flexibles, poseen conocimiento psíquico, llaman la atención, son matemáticos, científicos.

12. TRIBU HUMANo – Eb: Chakra cardiaco, dedo mayor mano izquierda. Familia Central. Receptáculo de las formas cósmicas, recipiente de la mente superior. Potencial de elección. Sabiduría más allá del Tiempo y el Espacio.
De la Raza Amarilla, es el poder de la libre voluntad. Ejerce la libre voluntad con sabiduría, es un receptor de la voluntad divina. Aconseja e influencia a los demás, ayudándolos a madurar y a crecer. Las personas de esta tribu toman consciencia de los actos para ejercer la libre voluntad. Necesitan asimilar el conocimiento y las experiencias, unidas al amor y la emoción, si no, se vuelven muy mentales. Deben aprender que la sabiduría se entiende como conocimiento más amor. Vive por el cuerpo emocional y opera a partir del mundo psíquico. Son personas de fuerza poderosa, confiables, moderados, cautos, solidarios, poseen consciencia ancestral, si están inspirados se comprometen con un propósito trascendente y trabajan arduamente por cumplirlo. Constituye la consciencia global. Su acción es influenciar. Inspirados en su conexión con su sabiduría espiritual, actúan como guías.

13. TRIBU CAMINANTE DEL CIELo – Ben: Chakra plexo Solar, dedo anular mano izquierda. Familia Señal. Pilar de luz. Principio de crecimiento de la mente superior. Ley de reencarnación. Conexión dimensional del Cielo y Tierra.
De la Raza Roja, es el poder del Espacio. Se libera y libera a los demás. Rompe los barrotes, estructuras o prejuicios. Busca nuevos paradigmas, se da cuenta de las cosas antes que los demás. Observa y vigila a su alrededor para saber todo lo que sucede. Es el que explora el espacio interno y externo. Une el Cielo a la Tierra, alineando sus energías para poder canalizar. Representa el sustento para el crecimiento en la Tierra a través de la familia. Las personas de esta tribu son libres por naturaleza, necesitan espacios amplios para vivir, les gusta viajar, explorar, estar al aire libre. Desafiantes, obstinados, luchan por sus principios éticos y morales, son muy emocionales. Ansían la paz y la armonía, están en la búsqueda constante. Su acción es explorar, observar y vigilar su propia integridad, la de su familia o sociedad. Así como también buscan la integración de nuevos conocimientos en favor de la evolución.

14. TRIBU MAGo – IX: Chakra raíz, dedo meñique que mano izquierda. Familia Portal. Conciencia superior, vidente nocturno, espiritualidad.
De la Raza Blanca, es el poder de la atemporalidad. Seduce produciendo encantamiento, es la habilidad y el logro de los poderes mágicos, que surgen del conocimiento y la sabiduría. Vidente, adivinador, profeta, el mago del Tiempo y el No Tiempo. Las personas de esta tribu tienen habilidad para expandir la mente y alterar su consciencia, abriendo sus canales psíquicos. Pudiéndose desenvolver en el mundo espiritual y terrestre. Energía intensa, vigorosos, capaces de seducir al público. Tienen magnetismo, carisma, fuerza potencial, valor, receptividad. Viven el aquí–ahora. Buen consejero, reservado y sensible. Su acción es encantar utilizando la fuerza y sabiduría espiritual que canaliza.

15. TRIBU ÁGUILA – Men: Chakra coronario, dedo pulgar pie izquierdo. Familia Polar. Mente clara, abierta, creativa. Visión interna, habilidad para crear abundancia.
De la Raza Azul, es el poder de la visión. Se realiza creando y viendo. Planifica para el futuro de una manera integradora, no se le escapan detalles. De una expandida comprensión, se realizan creando a todo nivel, se anticipan a los hechos con sus visiones, son los que vuelan alto, mirando la totalidad. Osados, soberbios, cuidadosos y detallistas. Expresan la información que reciben. Independientes, ambiciosos, críticos y exigentes. La misión de esta tribu es crear la consciencia planetaria, comenzando por la consciencia personal y con el fin de proyectar la consciencia Solar. Integrar a la consciencia planetaria, para que entre en resonancia con la inteligencia Superior. Su acción es crear. Transforman con su mente, inspirados en necesidades colectivas.

16. TRIBU GUERRERo - Cib: Chakra laríngeo, segundo dedo del pie izquierdo. Familia Cardinal. Sensibilidad altamente expandida. Recursos para el renacimiento y rejuvenecimiento de vida.
De la Raza Amarilla, es el poder de la inteligencia. Cuestiona todo sin miedo. De gran intrepidez, luchadores y aguerridos. La inteligencia humana, con habilidad para contactarse con la consciencia galáctica y el lugar de origen primordial. Cuestiona, buscando claves para su crecimiento, desarrollan la telepatía. Metódicos, disciplinados, brillan con naturalidad, son valientes y osados. Cuando vencen sus miedos, luchan por causas espirituales, por su conexión con el Corazón Universal. A través de la inteligencia pueden armonizar a las masas. Poseen fuerza cósmica, confianza y conexión con su voz interna, facultades de adivinación, premonición y misterio. Solitarios, realistas, serios, profundos. Si están conectados con lo espiritual se convierten en el verdadero guerrero espiritual. Su acción es cuestionar para crecer en su conexión con la consciencia galáctica.

17. TRIBU TIERRA – Caban: Este, inicia, Chakra cardiaco, dedo medio del pie izquierdo. Familia Central. Principio de movimiento, autogobierno, inicia y genera ideas, vive en lo espiritual.
De la Raza Roja, el poder de la navegación, fluye con la vida, acepta con naturalidad la evolución de las cosas. Cualidad del movimiento universal, creada por el corazón de la Galaxia, Hunab - Ku. Produce el alineamiento de las fuerzas planetarias, es la fuerza telúrica que cohesiona, estableciendo la integración de las cosas que han de suceder sincrónicamente. Mente abierta, fluida, libre de pensamientos. Las personas de esta tribu se adaptan con facilidad a los cambios, aceptan los acontecimientos de la vida con naturalidad, fluyen con la vida y su devenir. Se comprometen con el trabajo planetario, acompañan los movimientos sociales, políticos y espirituales. Enfrentan la vida con flexibilidad. Inteligentes, no pierden el cause de sus propósitos. Progresistas, controvertidos, cerebrales, tienen buen sentido del humor. Su acción es evolucionar. Navegar en la sincronía del Espacio–Tiempo. Ofrecen su amor a la madre Tierra, reconociendo el orden cósmico.

18. TRIBU ESPEJo – Etznab: Chakra plexo Solar, cuarto dedo del pie izquierdo. Familia Señal. Vive en el mundo espiritual y actúa con corazón universal. Auto sacrificio del ego.
De la Raza Blanca, es el poder del sin fin. Refleja la existencia de un orden divino, modelo ritual del No Tiempo, de la no medida, del sin fin. El eterno presente de todo, lo que fluye cíclicamente involucrando el pasado y el futuro. Espada de sabiduría y purificación, consciencia verdadera de sí mismo. Valor de renuncia, lucha interna. Son personas transparentes, y actúan con los demás reflejándolos. Claros, directos, frontales, estrategas. Desarrollan la templanza, el ritual. Deben estar “alineadas” para reflejar a los demás, sin herir ni ofender. Su misión de reflejar es también hacia su mismo Ser. Debe meditar, para reflejarse a sí mismo, separando la verdad de la ilusión, las sombras y la inconsciencia. Personas de esta tribu, pueden ser sacerdotes, pastores, guías espirituales. Su acción es reflejar, cortar la ilusión, provocando cambios para llegar a manifestar el orden superior.

19. TRIBU ToRMENTA - Cauac: Chakra raíz, dedo meñique pie izquierdo. Familia Portal. Transformación que precede a la metamorfosis total. Revelación y creación instantánea de nuevos patrones. Cambios Súbitos.
De la Raza Azul, es el poder de la auto-generación. Produce sus propios cambios en forma acelerada. Tiene la capacidad de catalizar energía, autogenerando cambios violentos, profundos, para sí mismo y para los seres que tienen alrededor. Esta misión está dada con el fin de producir las condiciones necesarias para el crecimiento espiritual. Produce limpieza emocional, rompimiento de estructuras mentales para encontrar la iluminación. Activos, comprometidos con lo espiritual desde el corazón universal, agudizan las contradicciones. Alegres, amigables, serviciales, compasivos. Deben trabajar la paciencia y transformarse internamente con el perdón. Una “tormenta abierta” es la que activa transformaciones intensamente profundas, desapegándose de viejos conceptos, produciendo una revolución interna en su vida que le trae alegría, crecimiento, evolución, mejoramiento. Después de esa tormenta viene la iluminación, el Sol. Su acción es catalizar. Alentar cambios profundos, que purifiquen situaciones, y las aclaren, dándoles la luz necesaria.

20. TRIBU SOL – AHAU: Chakra coronario, dedo pulgar mano derecha. Familia Polar. Conciencia Solar y Universal. Mente iluminada. Manifiesta el Ser Críptico. Totalidad y Vacío.
De la Raza Amarilla. Es el poder del fuego universal. Muestra e ilumina todo buscando su propia luz y la de los demás. Representa la maestría, la sabiduría, el conocimiento y la habilidad para enfocar la integridad galáctica, posee conexión directa entre la conciencia y la comunicación. Sensibles a los ciclos del Tiempo, respetan la importancia de estar armonizados con la totalidad del universo. Las personas de esta tribu son centro de atracción, se muestran, pueden ser instructores, artistas o docentes. Alegres, animados, bien intencionados, capaces de liderar y brillantes en su ámbito. Nobles, dignos, soñadores y románticos. Íntegros, contribuyen al desarrollo de la conciencia de la raza humana. Custodian la Luz de la conciencia. La tribu Sol se muestra, da sentido a las cosas, es una energía que contagia entusiasmo, Luz. Su acción es iluminar. Generar la Luz en su vida y a su alrededor, trabajar por la ascensión del planeta, manifestar el Amor incondicional, iniciar en el espíritu.


LOS TRECE TONOS galácticos.

Concepto o definición.
Son trece haces de información, trece “rayos galácticos”, trece principios binarios conocidos como las 13 leyes fundamentales de la naturaleza. Representan características o cualidades de la luz, la energía sutil que nos da vida. Los trece tonos están codificados en nuestras trece articulaciones principales. Cada tono es una frecuencia de movimiento, es el poder que cada persona tiene para cumplir su visión; es decir determinan la forma de actuar de cada ser y como se relaciona con los demás.

TONO UNO: MAGNETICO – HUN.
Función del poder creativo: Identifica el propósito, establece la meta.
Acción: Unificar.
Articulación: Tobillo derecho.
La unidad establece el propósito, el objetivo, la meta de la acción, por pequeña que sea; pero no determina como hacerlo, como llegar a esa meta o propósito. Las personas que llevan este tono, ejercen atracción, magnetismo a su alrededor, son unificadoras. El tono uno, identifica el propósito de los doce tonos posteriores. Cada persona tiene un poder, que se conjuga con el de los demás, para concretar un trabajo en equipo.
¿Cual es mi propósito?

TONO DOS: LUNAR – KA.
Función del poder creativo: Identifica el desafío, descubre cuáles son los obstáculos que hay que sortear para alcanzar la meta, polariza.
Acción: Estabilizar.
Articulación: Rodilla derecha.
Las personas que llevan este tono buscan estabilizar situaciones, polarizándolas, planteando lo opuesto de lo que se está manifestando. Armonizar la vibración es resolver la polaridad, equilibrando los dos extremos, o sea, incluyéndolos.
¿Cual es mi desafío?

ToNo TRES: ELECTRICo – OX.
Función del poder creativo: Identifica el servicio y como alcanzar la meta a través del él, como acción de dar, activa.
Acción: Unir, vincular.
Articulación: Cadera derecha.
Descubre la fisura entre la meta y los obstáculos, los comprende, y genera una acción que corrige la negatividad, la suprime creando un campo más benéfico. Está relacionado con la ley del Amor universal y la ley de la bondad.
¿Cual es mi servicio?

ToNo CUATRo: AUTo EXISTENTE – KAN.
Función del poder creativo: Define la forma, identifica la forma de actuar.
Acción: medir.
Articulación: Muñeca derecha.
Es el poder del ordenamiento matemático del macro y micro cosmos, es establecer los límites de las estructuras. Define cómo dar forma al propósito.
¿Cómo doy forma a la acción?

ToNo CINCo: ENToNADO – HO.
Función del poder creativo: Confiere poder al esplendor, distribuye las tareas. Reúne los recursos y toma el mando.
Acción: Mandar.
Articulación: Codo derecho.
Estas personas tienen el don de mando, porque saben cómo se hace. Se designa entonado porque deriva de la “Quinta Fuerza Galáctica”; el matiz de la entonación, del poder, de la Fuerza.
¿Cómo puedo mejorar mi autoridad y reunir los recursos?

ToNo SEIS: RÍTMICo – UAK.
Función del poder creativo: Organiza la igualdad, administra el desafío, manda en busca de la igualdad.
Acción: Equilibrar, concilia los extremos. Establece la igualdad para producir la organización como la manera transitoria de obtener el desarrollo progresivo de la acción.
Articulación: Hombro izquierdo.
Equilibrio orgánico como tendencia de las estructuras ligadas al proceso de la vida, para lograr un estado de realización intermedio, que permita evolucionar a etapas de desarrollo superior.
¿Qué necesito para equilibrarme y organizarme?

ToNo SIETE: RESoNANTE – UUK.
Función del poder creativo: Canalizar la energía, inspirando la armonización. Sintoniza el servicio con la acción. No se quedan pensando en cómo servir o actuar, hacen, son rápidos en la acción. Es un tono de mando que busca la armonización.
Acción: Inspirar.
Articulación: Cuello.
¿Cómo me sintonizo?

ToNo OCHO: GALÁCTICO – UAXAK.
Función del poder creativo: Sintoniza la integridad, procede modelando ideas, formas, situaciones y maneras de actuar.
Acción: Modelar.
Articulación: Hombro izquierdo.
Es un “tono de mando” que busca la integridad del tono galáctico. Otorga la habilidad de dar forma, modelar y disponer de aspectos del nivel inmediatamente superior de vibración.
¿Vivo lo que creo?

ToNo NUEVE: SOLAR – BOLON.
Función del poder creativo: Pulsa la intención, poner la acción en movimiento, formalizar la acción.
Acción: Realizar.
Articulación: Codo izquierdo.
Personas realizadoras, ejecutivas. Representa lo femenino, el principio generatriz. El polo creativo en el cual se manifiesta la generación o producción de las formas, energías y conceptos nuevos. Dinamizadores del proceso evolutivo de la vida, con el objetivo de obtener la realización Solar.
¿Cómo logro mi propósito?

ToNo DIEZ: PLANETARIO – LAHUn.
Función del poder creativo: Perfecciona la manifestación, muestra el desafío. Acción y el desafío se encuentran. La manifestación es la presencia en todos los planos, todo lo que se manifiesta, se puede medir y viceversa. La manifestación de la energía en todos los planos, implica vencer o enfrentar, los obstáculos inherentes al plano dimensional y al tipo de presencia que se expresa.
Acción: Producir.
Articulación: muñeca izquierda.
¿Cómo puedo mejorar lo que hago?

ToNo oNCE: ESPECTRAL – BULUK.
Función del poder creativo: Disolver el servicio. Divulgar, liberar. Principio de las estructuras disonantes, por el cual se trasciende el orden para evolucionar. Se disuelve lo estructurado, para ingresar en un orden superior.
Acción: Divulgar.
Articulación: Cadera izquierda.
¿Cómo puedo liberarme y dejarme ir?

Tono DoCE: CRISTAL – LAHAK.
Función del poder creativo: Conocer. Dedica y da forma a la cooperación. Reúne la mesa redonda, formaliza la acción del pasado y prepara la futura. Universaliza, se dedica a todos por igual sin distinción de raza, condición social u otras. Personas que trabajan a nivel grupal, colaboradores. Se destacan por la cooperación que ejercen en los grupos.
Acción: Universalizar.
Articulación: Rodilla izquierda.
¿Cómo puedo dedicar mi ser a todo lo que tiene vida?

ToNo TRECE: CÓSMICo – OXLAHUN.
Función del poder creativo: Embellecer. Perdurar la presencia, tomar el vuelo mágico, sentido de trascendencia. Principio del movimiento universal o vibración. Todo cuanto existe está en constante movimiento, el movimiento mismo es la energía que fluye desde la fuente y regresa hacia ella. Este principio otorga la trascendencia a todo lo que funciona y obedece a la ley del Uno.
(La trascendencia es la cualidad de perdurar mas allá del Tiempo y el Espacio).
Acción: Trascender.
Articulación: Tobillo izquierdo.
¿Cómo puedo expandir mi ser?