martes, septiembre 25, 2007

El Imperio Contraataca.

El chivo expiatorio.
¿En verdad alguien se traga la “versión oficial” sobre el asesinato del cabo Vera? Las operaciones comunicacionales no son patrimonio exclusivo del as dictaduras. No hay dictadura más dura que la de la mayoría aterrorizada.


Es casi imposible que una bala calibre 9mm., disparada por una pistola, pueda realizar la proeza de atravesar la cabeza de nadie como si fuese mantequilla, después de cruzar un escudo y un casco (por más que éste no fuese de metal o kevlar) a una distancia de 75 mts.
¿Alguien ha dicho que el disparo de una pistola pierde efectividad pasados los 50 mts.?
¿En qué “análisis balísticos” se están basando para culparlo? ¿Alguien encontró el “proyectil”? Lo más gracioso es que, de haberlo encontrado, sería completamente inidentificable, ya que después de atravesar tantos materiales, perdería todas sus características físicas originales (tamaño, estrías por el roce con el cañón, etc.).
¿Estamos en presencia de otra “bala mágica”?
Cualquier seguidor de la serie CSI estará de acuerdo en ello.
Es más, en mi experiencia con armas, dicha muerte sólo se puede atribuir a un disparo de un fusil M16, dado que su calibre (5.56) tiene la característica de producir heridas de entrada y salida, como en el caso del cabo Vera, hasta los 100 mts., a pesar de usar protección convencional. Incluso con un fusil 7.62 (europeo, la mayoría de los usados en Chile) seria muy difícil dicha “proeza”.
El temor acaba con todo rastro de humanidad, comenzando por el deseo de justicia, que las muchedumbres transforman en linchamiento. Cuando las “instituciones” adoptan dicha política, cualquiera de nosotros puede ser el próximo chivo expiatorio para salvar la imagen de país “ordenado” que aún goza Chile en el extranjero.
Ayer, La Dictadura, nos aterrorizó con el cuento de los “comunistas come niños”; ahora la democracia cambió ‘terrorista’ por ‘delincuente’, pero el Estado policíaco en el que fue tan feliz “la gordi”, está por nacer.
Nadie está a salvo. Quien piense lo contrario, le gusta mentirse a sí mismo.

miércoles, septiembre 12, 2007

ARMONÍA DEL UNIVERSO... ¿HIPÓCRITA?

VENGO DE UN DÍA NUBLADO.
HOY ESTUVE TRANSPARENTE.
PERO LLOVIERON INSULTOS.

CON LA CARA MOJADA,
CAMINÉ POR MI SENDERO.
Y HE VISTO UN "HOGAR".

¡ARMONÍA DEL UNIVERSO!
CLAMA MI ESPÍRITU .

PERO MIS OJOS VIERON CON EL ALMA.
FRENTE AL "HOGAR", YACE UN ÁRBOL.
ESTÁ TRES VECES MANCO...
¡PERDÓN! PODADO.

SEGURAMENTE, LOS PAJARITOS
CANTABAN MUY FUERTE,
LAS CRÍAS SE DEMORARON EN CRECER,
LAS ABEJAS ERAN PUNTOS NEGROS EN EL CIELO,
"¡ESTÉTICAMENTE INCORRECTO!",
LAS MARIPOSAS TENÍAN DEMASIADOS COLORES,
¡QUÉ ESCANDALOSO!

TAL VEZ PEOR...
LAS RAMAS TOCABAN LOS CABLES DE LA LUZ.
LÁSTIMA,...
LOS CANALES DE YOGA, DECORACIÓN NATURAL
Y ALIMENTACIÓN SANA, NO SE PODÍAN VER.

¡QUÉ TONTERA!,
HOY SE PERDERÁN LOS PROGRAMAS DE ANIMALES,
ESOS DONDE MUESTRAN LAS CADENAS DEL ECOSISTEMA.
SISTEMAS DE VIDA DESDE LOS HONGOS,
HASTA OTROS DEPREDADORES...

¿NOSOTROS LOS HUMANOS?
¡NO CÓMO SE TE OCURRE!

NOSOTROS ESTAMOS
EN ARMONÍA CON EL UNIVERSO,
SABEMOS QUE RESPIRA,
QUE TODOS ESTAMOS RELACIONADOS,
SOMOS CONCIENTES DE QUE
LO QUE LE HACEMOS AL PLANETA,
NOS LO HACEMOS A NOSOTROS.

EN TODO CASO NO IMPORTA,
CUANDO EL MUNDO SE TERMINE,
LA NATURALEZA VOLVERÁ A COMENZAR,
RECLAMANDO LO QUE ES SUYO.

MIENTRAS, MI CONJURO
TENDRÁ TIEMPO DE FUNCIONAR.

AÚN LLUEVE,
EL SOL ILUMINA,
LAS RAÍCES SON PROFUNDAS.

DESPUÉS DE UN TIEMPO,
EL PRIMERO QUE SE CANSE,
TENDRÁ QUE IRSE,
Y QUE YO SEPA, EL ÁRBOL
NO TIENE PIES PARA CAMINAR...

sábado, septiembre 08, 2007

EL MAESTRO DEL '68.

El estallido de la cultura moderna es el producto, en el plano de la lucha ideológica, del paroxismo caótico de estos antagonismos. Los nuevos deseos que se definen se encuentran formulados en el aire: los recursos de la época permiten su realización, pero la estructura económica retardadora es incapaz de valorar estos recursos. Al mismo tiempo, la ideología de la clase dominante ha perdido toda coherencia: por la depreciación de sus sucesivas concepciones del mundo, lo que la inclina al indeterminismo histórico; por la coexistencia de pensamientos reaccionarios escalonados cronológicamente y en principio enemigos, como el cristianismo y la social-democracia; por la mezcla de las aportaciones de varias civilizaciones extranjeras en el Occidente contemporáneo, de las que se reconocen pocos valores. El objetivo principal de la ideología de la clase dominante es, pues, la confusión.
En la cultura - al emplear la palabra cultura dejamos de lado constantemente los aspectos científicos o pedagógicos de la cultura, incluso si la confusión se hace sentir a nivel de las grandes teorías científicas o de los conceptos generales de la enseñanza; designamos un complejo de la estética, de los sentimientos y de las costumbres: la reacción de una época sobre la vida cotidiana -, los procedimientos contra-revolucionarios que causan la confusión son, paralelamente, la anexión parcial de los nuevos valores y una producción deliberadamente anti-cultural apoyada en los medios de la gran industria (novela, cine), consecuencia natural del embrutecimiento de la juventud en las escuelas y en la familia. La ideología dominante organiza la banalización de los hallazgos subversivos y los difunde ampliamente una vez esterilizados. Incluso consigue servirse de los individuos subversivos: muertos por el falseamiento de su obra y vivos gracias a la confusión ideológica general, drogados con una de las místicas con las que comercia.
Pasemos de estas personas que nos tuvieron engañados en el pasado. Los engaños que ligan a un hombre son la medida exacta de su mediocridad. Béisbol o escritura automática, ¿qué más da? La idea de éxito, cuando no se liga a los deseos más simples, es inseparable de un trastorno completo a escala planetaria. El residuo de los logros permitidos es siempre la peor parte. Lo que encontramos más valioso en nuestras acciones es haber conseguido deshacernos de muchos hábitos y actitudes. Puede decirse que son bastante raras las personas que viven (siquiera sea esa pequeña parte de su vida en que se les permite alguna elección) en armonía con sus sentimientos y con sus juicios. Es bueno ser fanático en determinados puntos. Una revista sobre ocultismo oriental nos contaba, a principios de año, cómo "los espíritus más etéreos, teóricos anémicos por el virus de la 'superación', tienen un efecto puramente verbal." Lo que molesta a estos miserables es que no sea un efecto meramente verbal. Por supuesto, no vamos a dinamitar los puentes de la isla de Louis para acentuar el carácter isleño de este lugar ni, en el lado opuesto, a complicar y embellecer los muros de ladrillo del muelle Bernard. Atendemos a lo que es más urgente con los recursos limitados de que disponemos en el momento presente. Así, contradiciendo a los diferentes tipos de cerdos que se nos aproximan, poniendo un rápido final a los intentos confusionistas, de quienes dicen "actuar en común" con nosotros, olvidando por completo la indulgencia, probamos a esos mismos individuos la necesaria existencia del virus en cuestión. Pero si nosotros estamos enfermos, nuestros detractores están muertos.
La construcción sistemática de situaciones debe producir sentimientos inexistentes hasta la fecha; el cine encontrará su gran función pedagógica en la difusión de estas nuevas pasiones.
La teoría situacionista sostiene firmemente una concepción no-continua de la vida. La noción de unidad tiene que ser desplazada desde la perspectiva de toda una vida -que es una mistificación reaccionaria basada en la creencia en una alma inmortal y, en última instancia, en la división del trabajo- a la de instantes aislados, y la construcción de cada instante mediante un uso unitario de los medios situacionistas. En una sociedad sin clases no habrá más pintores, sino situacionistas que, entre otras actividades, pintarán.

Guy Debord

jueves, septiembre 06, 2007

OTRA FORMA.

Soltar

Soltar no es mostrarse indiferente, sino simplemente admitir que no podemos actuar en lugar del otro.

Soltar no es cortar los lazos, sino tomar consciencia de que no podemos controlar al otro.

Soltar no es ser pasivo, sino, por el contrario, poder extraer alguna lección acerca de las consecuencias de un acontecimiento.

Soltar es reconocer nuestra impotencia, porque admitimos que el resultado final no siempre está en nuestras manos.

Soltar no es desear cambiar al otro, sino dedicar nuestro tiempo a dar lo mejor de nosotros mismos.

Soltar no es cuidar a los otros con total abnegación, sino ocuparnos desinteresadamente de ellos.

Soltar no es “asistir”, sino dar coraje.

Soltar no es juzgar, sino darle al otro la posibilidad del error.

Soltar no es ocuparse de todo lo que sucede, sino dejar a los otros dirigir sus propios destinos.

Soltar no es proteger a los otros, sino permitirles afrontar la realidad.

Soltar no es rechazar, sino aceptar.

Soltar no es acosar, reprochar, sermonear o retar, sino intentar descubrir nuestras propias debilidades y deshacernos de ellas.

Soltar no es adaptar las cosas a nuestros propios deseos, sino tomar cada día como se presenta y apreciarlo.

Soltar no es criticar ni corregir al otro, sino esforzarnos en convertiros en lo que soñamos.

Soltar no es añorar el pasado sino vivir y crecer en el presente con miras al futuro.

Soltar es temer menos y amar más.
Anónimio

Técnicas para soltar una emoción negativa:

Centrarse en la respiración cuando la emoción negativa aparece.
Imaginarse que en cada exhalación echamos hacia fuera broncas, tristezas, penas. En cada inspiración, inhalar confianza, gratitud, amor.
En ejercicios de relajación, visualizar horizontes, paisajes abiertos, soltar en ellos nuestras emociones negativas.
Crear rituales para separarnos simbólicamente de lo que nos hace mal. Por ejemplo, escribir una carta y luego quemarla.

Abandonar la visión errónea de la vida, la que nos mantiene en la insatisfacción, que nos hace reaccionar mecánicamente y hacer cosas por razones que nos imponemos. Guy Finley

UNA FORMA DE LLEGAR A LA SÍNTESIS.

La ética del autosacrificio kenótico.

El cambio de un corazón endurecido no se puede obtener por la fuerza militar ni comprando gente ni a través de la persuasión intelectual. Es algo que se consigue tratando a las personas como seres humanos, como algo valioso. Sobre todo mediante el sacrificio en nombre de otros, como lo ejemplificaron con su vida y su trabajo Martin Luther King, Mahatma Gandhi y Desmond Tutu. La actitud de ética profunda no supone que se esté siempre autosacrificándose en nombre de otros, sino que uno está preparado para hacerlo cuando suponga una diferencia estratégica. A veces es lo único que puede constituir una verdadera diferencia. Se trata de kenosis cuando uno está dispuesto a sacrificarse en el momento y lugar adecuados si ello puede ser algo transformador, sobre todo cuando puede convertir a un enemigo en amigo, pues esa es la base de la verdadera seguridad. Muchos sugirieron que la kenosis es una buena idea pero impracticable. Para responderles transcribo un documento notable que recibí hace poco de un hombre llamado David Christie.
"En 1967 -escribe Christie-, yo era un joven oficial de un batallón escocés que cumplía tareas de mantenimiento de la paz en Aden, en lo que actualmente es Yemen. La situación era similar a la de Irak, moría gente todos los días. Como siempre, los que más sufrían eran los inocentes que pertenecían a la población local. No sólo éramos duros, sino que contábamos con la fuerza necesaria para destruir por completo la ciudad si hubiéramos querido hacerlo. Pero teníamos un comandante que entendía como se lograba la paz y nos llevó a hacer algo muy poco común, a no reaccionar cuando nos atacaban. Sólo se nos permitía abrir fuego si teníamos la completa certeza de que una persona en particular había lanzado una granada o disparado contra nosotros. Mientras prestamos servicio nos lanzaron 102 granadas y, en respuesta, el batallón disparó el gran total de 2 balas, dando muerte al que había lazado una granada. El saldo fue de más de 100 heridos entre nuestros hombres y, gracias a Dios, sólo un muerto. Cuando nos arrojaban piedras, aguantábamos; cuando nos lanzaban granadas, nos tirábamos al suelo y, tras la explsión, nos poníamos de pie y aguantábamos. No reaccionábamos con furia ni de manera indiscriminada. No era la reacción esperada. Lentamente, muy lentamente, la población local empezó a confiar en nosotros y aclaró a los terroristas locales que no eran bienvenidos en esa zona. En un momento, los demás batallones sufrían un ataque tras otro. Nosotros jugábamos al fútbol con la población local. De hecho habíamos llevado la paz a nuestra zona al costo de nuestra propia sangre. ¿Cómo se había logrado? Principalmente, porque nos comandaba un hombre que estaba dispuesto a morir por cualquiera de los soldados del batallón, y ellos lo sabían. Cada uno de los soldados llegó a estar dispuesto a sacrificarse por ese hombre. Mucha gente puede decir que no hacíamos más que obedecer órdenes, pero no era así. Nuestro comandante gozaba entre sus soldados de mayor respeto que el general. Lo adoraban. Poco a poco, en cada hombre empezó a desarrollarse un artífice de la paz, alguien decidido a tener éxito a cualquier costo. Es probable que, como yo, la mayor parte de los soldados sólo haya tomado consciencia años después de lo que se había logrado".
Me reuní con David Christie. Es un típico soldado: está dispuesto a matar, pero cree en la paz. Decidí ponerlo en contacto con Nosizwe Matlala-Routledge, integrante de nuestra reunión de Cabo Occidental y hasta hace poco Viceministra de defensa de Sudáfrica, con la esperanza de que pueda ayudar a entrenar a la Fuerza de Defensa Sudafricana.
La paz es algo del orden de la interacción. No voy a decir que sé de esto más de lo que sé, pero creo que el punto clave es que si finalmente tenemos que usar métodos coercitivos para evitar la muerte de inocentes, todo el tiempo debemos ofrecer una salida al otro. Hay que darle su completa humanidad; no debemos decir Ustedes son irredimibles. Creo que eso es lo más importante. Esa persona debe tener siempre claro los siguiente: "Voy a hacer todo lo queda hacer para detenerte, pero no te trataré como si fueras subhumano". Tiene que existir esa oportunidad. Hay todo un expectro de oportunidades que comprende la negociación, la resolución del conflicto y la empatía, pasando por la naturaleza y el costo del perdón, hasta la ética profunda del sacrificio kenótico. El perdón es un gran paso. No es todo el camino, pero es parte del mismo. La clave es la capacidad de ver a los otros como seres humanos íntegros en lugar de verlos según la imagen del enemigo, que nos permite tratarlos como subhumanos. Comprender el sacrificio en nombre de nuestros enemigos, incluso la muerte es un objetivo casi imposible. De todas formas, esta ética de autosacrificio es la verdadera naturaleza de la ética profunda, que descubrimos en lugar de inventar. Aparece en las tradiciones espirituales profundas de todos los credos religiosos.
Cuando hablé sobre esto hace unos años en California, un hombre se me acercó muy emocionado y me dijo: "Fue una charla increíble. Hablo como un verdadero musulmán". Me sentí asombrado. Era el director del Centro de Estudios Musulmanes de Londres. En Nueva York escuché las palabras del Gran Rabino de Gran Bretaña, que manifestaban exactamente el mismo espíritu y le dije: "Usted habla como un cuáquero". Me contestó: "Voy a tomarlo como un cumplido". Lo mismo está profundamente arraigado, por ejemplo, en la tradición hindú en la que creció Gandhi. Por eso pienso que todas las grandes religiones del mundo tienen una tradición espiritual que cree con seriedad en una ética kenótica. La verdadera división no se da en esta esfera ética, sino entre los fundamentalistas y los no fundamentalistas, independientemente de si pertenecen o no al mismo grupo religioso. Los no fundamentalistas puede relacionarse entre sí, sin importar su fe y también coincidir en la naturaleza profunda de la ética.
Extracto del ensayo "Una ética del autosacrificio personal", de George Ellis aparecido en la Revista Ñ, nº 65, 24-12-2004, Clarín de Buenos Aires.
George Ellis. Cosmólogo nacido en Johannesburg en 1939. Entre los años 1966 y 1970 investigó junto a Stephen Hawking y Roger Penrod la naturaleza del Big Bang, logrando deducir una serie de teoremas del espacio-tiempo de la relatividad que mostraron la plausibilidad de que el Big Bang no sólo creara la energía que derivó en la materia, sino también diera comienzo al espacio-tiempo. Militante por los derechos humanos en Sudáfrica, cuáquero desde 1974, recibió en marzo del año pasado el premio Templeton por sus desarrollos en "realidades espirituales". Actualmente enseña Sistemas Complejos en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Astronomía en Londres.
Pos Data: Si ésta fuese la ética de nuestras FFAA, estaría dispuesto a mantenerlas. Pero como sé que no es así, considero que no se merecen el 10% neto de las ventas del Cobre que pertenece a TODOS los chilenos, no sólo a ellos. Para qué decir de Bush, su electorado no son los cuáqueros. Mientras tanto, las tropas de EE.UU. hacen todo lo contrario: matar a discreción.

lunes, septiembre 03, 2007

SÍNTESIS ESENCIAL.

MODELOS DOMINADOR Y SOLIDARIO.
Siete Diferencias Básicas, Interactivas y Mutuamente Sustentadoras.
Elementos de Comparación.

Relaciones de Género.
D: Lo masculino supera en rango a lo femenino. Los rasgos y valores sociales estereotípicamente asociados con la “masculinidad” se valoran más que aquellos asociados con la “feminidad”[1].

S: La ideología imperante valora por igual lo femenino y lo masculino. Otorga primacía operacional a los valores estereotípicamente “femeninos” como la crianza y la no violencia.


Violencia.

D: Existe un alto nivel de violencia y abuso institucionalizados, desde el maltrato a esposa e hijos, violación y abuso psicológico por parte de “superiores” en la familia, el lugar de trabajo y la sociedad en general.

S: Violencia y abuso no son componentes estructurales del sistema, de modo que tanto niños como niñas pueden aprender la resolución no violenta de sus conflictos. Por consiguiente, hay un bajo nivel de violencia social.


Estructura Social.

D: La estructura social es predominantemente jerárquica[2] y autoritaria, donde el nivel de jerarquía y autoritarismo corresponde aproximadamente al nivel de dominio masculino.
S: La estructura social es en general más igualitaria, con diferencias (ya sean de genero, raza, religión, preferencia sexual o sistema de creencia) no asociadas automáticamente con un estatus social y/o económico superior o inferior.


Sexualidad.

D: La coerción es un elemento importante en la selección de pareja, relación sexual y procreación, con la erotización de la dominación y/o represión del placer erótico, mediante el temor a una sanción social que puede ser fácilmente la muerte. Las principales funciones del sexo son la procreación masculina y la descarga sexual masculina.

S: El respeto mutuo y la libertad de elección para mujeres y hombres son las características de la selección de pareja, relación sexual y procreación. Las principales funciones del sexo son el vínculo entre mujer y hombre, mediante el dar y recibir placer mutuo y la reproducción de la especie, de mutuo acuerdo.


Espiritualidad.

D: El hombre y la espiritualidad “masculina” están sobre la mujer y la naturaleza, justificando su dominio y explotación. Los poderes que rigen el universo se representan como entidades castigadoras, ya sea como un padre desapegado, cuyas órdenes se deben obedecer ciegamente bajo pena de terribles castigos, una madre cruel o demonios y monstruos que se deleitan atormentando arbitrariamente a los humanos y que, por lo tanto, deben ser aplacada y destruidos, respectivamente. Esto divide en dos “bandos” irreconciliables al mundo espiritual, justificando una eterna “guerra contra el mal”.

S: Se reconoce y valora la dimensión espiritual de los poderes vivificantes y sustentadores de la mujer y la naturaleza, así como los de los hombres. La espiritualidad se vincula con la empatía y la equidad, y lo divino se representa mediante mitos y símbolos de amor incondicional. No hay dicotomía entre “cuerpo” y “espíritu”, pues se reconoce todo como parte de un todo, por lo tanto, no hay razón para una guerra entre el “bien” y el “mal”, ya que las diferencias no generan conflictos, sino complementariedades.


Placer y Dolor.

D: La imposición o amenaza de dolor es esencial para mantener el sistema social. Los placeres del tacto en las relaciones sexuales y paternales se asocian con dominación y sumisión y, por lo tanto, con dolor, ya sea en el llamado amor carnal del sexo o en la sumisión a una deidad “amorosa”. Se santifica la imposición y/o el padecimiento del dolor.

S: Las relaciones humanas se mantienen más por lazos de placer que por temor al dolor. Los placeres de las conductas de cuidado se apoyan socialmente y el placer se asocia con la empatía por otros. Se considera sagrado cuidar, hacer el amor y otras actividades que generan placer, lo que se manifiesta en su arte .


Poder y Amor.
D: El poder supremo es aquel para dominar y destruir, simbolizado desde la antigüedad por el poder letal de la espada. “Amor” y “pasión” se usan con frecuencia para justificar actos violetos y abusivos de quienes dominan, como la matanza de mujeres realizada por hombres cuando sospechan su independencia sexual o las “guerras santas” libradas en nombre del amor a una deidad que exige la absoluta obediencia de todos.

S: El poder supremo es aquel para dar, nutrir e iluminar la vida, simbolizado desde la antigüedad por el cáliz o grial sagrado, derivación del símbolo prehistórico de la caverna, por su similitud con el útero materno. El amor se reconoce como la máxima expresión de la evolución de la vida en el planeta, así como el poder (re)unificador universal que resuelve los conflictos.
EXTRACTADO DEL LIBRO PLACER SAGRADO, DE RIANE EISLER. EDITORIAL CUATRO VIENTOS 1998. CON ALGUNOS APORTES DE SU INSEGURO SERVIDOR.
IN LAK'ECH.

[1] Cabe señalar que, en este contexto, los términos “feminidad’ y “masculinidad” corresponden a los estereotipos sexuales construidos socialmente para una sociedad dominadora (donde la masculinidad se iguala a dominio y conquista y la feminidad a pasividad y sumisión), y no a rasgos femeninos o masculinos inherentes.
[2] En este contexto, el término jerárquico se refiere a lo que podríamos llamar jerarquía de dominación, o el tipo de jerarquía inherente a un modelo dominador de organización social, basado en el temor y la amenaza de dolor. Estas jerarquías deben distinguirse de un segundo tipo, que podría llamarse jerarquía de actualización. En biología, corresponde a la jerarquía de moléculas, células y órganos del cuerpo: una progresión hacia un nivel de función superior y más complejo. En los sistemas sociales, las jerarquías de actualización del poder con el poder para crear y para concretar nuestros más altos potenciales en nosotros mismos y otros.